domingo, 18 de diciembre de 2011

La moda y el pobre amor

La moda y el pobre amor
VICENTE VERDÚ 17/12/2011 La moda siempre está de moda. Y no digamos ya si Jorge Lozano con la semiótica en ristre, se encarga de un número monográfico, una revista o cualquier otra publicación. Esta vez, y no debe de ser la primera, la emprende con Revista de Occidente, cuyo secretario de redacción si no viste especialmente bien (peor incluso que Lozano) consiente en un nuevo tratamiento de esta importante cuestión. Leopardi, Walter Benjamín, Baudelaire, Jean Baudrillard, Robert Musil, Thorstein Veblen, Simmel, Ortega y Gasset, Barthes, y otros amigos íntimos concurren en el sumario del número 366. Jorge Lozano puede que parezca algo pesado pero es invencible en su capacidad de elección y de persuasión. Cierto que, en este caso, prácticamente casi todos los autores están muertos pero no es desdeñable el lozano trabajo de autopsia y evisceramiento logrado por el editor. Por ejemplo, Ortega, quien fundó esta importante revista, no se para a investigar sobre la importancia de la media calada o la longitud del foulard, sino que se adentra en el espinoso problema del amor y, para empezar, afirma: "El amor está en baja". ¿El amor no estaba de moda el 18 de julio de 1926, cuando publica este artículo en El Sol? ¿Exageraba Ortega para exagerar? Claro que sí. Su hija, Soledad Ortega, con quien tuve la fortuna de compartir dos deliciosos años al frente de Revista de Occidente, me decía que, debido a las estrecheces, su padre (catedrático, además) se veía forzado a incrementar el número de colaboraciones a fin de mes. La pieza Cambio de generaciones que recoge este número (perteneciente al 18 de julio de 1926) es un ejemplo de ello. Ortega no tenía muy claro qué se proponía decir a la línea siguiente, pero los grandes ensayistas, como el mismo Montaigne, no tienen en la cabeza todas las ideas con las que ensayar. Ensayaban con el mismo ensayo el experimento y de ahí que tanto luzcan. Como perlas insólitas, ideas ensartadas al hilo de la escritura. Rotundamente: si un ensayo no se inspira en el juego de la improvisación y sus misterios es todo menos ese género. Un ensayo recae en la sorpresa del experimento tanto para el emisor como para el receptor. Y por tal razón se parece tanto a la poesía. Los poetas han sido, generalmente, muy malos novelistas pero espléndidos ensayistas, desde Pedro Salinas a Octavio Paz. "El amor está en baja", dice Ortega en la primera frase de su artículo y ya se ha metido, a sabiendas, en un berenjenal. Intuye que el amor ya no fuera en su tiempo lo que era antes pero ¿qué es? ¿Por qué? A un ensayista de genuino talante no se le puede arrinconar con esta mezquindad. Los ensayos no son libros de texto ni están destinados a fundar los cimientos de la verdad. "Los griegos -máximos elucubradores- eran superficiales por profundidad", dijo Nietzsche en La Gaya ciencia. La profundidad atasca pero, en la superficialidad, la mente se desliza. Todos los desbarros pertenecen a este deporte intelectual del patinaje artístico, pero, a su vez, esos pensamientos que desbordaron los límites de su tiempo, desde el psicoanálisis a la teoría de la relatividad (ambas cerca de la Gran Depresión) cambiaron las tradicionales medidas de la cancha. Fueron desproporcionadas para su tiempo. Produjeron escándalo y crearon los últimos gritos de la moda. La moda siempre está sanamente de moda cuando el mundo se siente confiado en avanzar. Por contraste, cuando no hay moda o todo está de moda, cuando la moda no importa, por exceso o por deceso, vivimos en recesión. Lo que significa pues que todo vintage es hoy insignificante, cualquier retro pierde excitación. La actualidad, en fin, como estampado, carece de suficiente prestigio para dar rango a aquello que la niega, sea con la semiótica (Lozano, por medio)(*) o con el desganado malabar del no. (*): http://www.ucm.es/info/per3/profesores/jlozano/index.html © EDICIONES EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200 Alicia Bibiana Berini Se dice que la comprensión de un texto como "La guía de los perplejos" puede abarcar hasta 7 niveles diferentes de comprensión. Y esta podría ser mi frase de arranque para un ensayo sobre esta nota de Vicente Verdú, quién al parecer no está aún recuperado de las oscuridades apocalípticas de sus últimos escritos para solazarse en las complejidades. No hace mucho alguien posteó un video de Eric Laurent quien decía:- ¿qué nos pasa? Nos pasa lo que a la sociedad le pasa. Y si bien no comparto escuela con él acordé que "uno es hijo de su época" y no se puede escapar sino es a riesgo de ser un descastado y la moda es su mayor expresión. Aquello que en su momento fue moda y que ayer fue un clásico, hoy pretende volver a ser moda : lo vintage. Esta conversión se tratará de aplicar también a textos clásicos del pensamiento de occidente. Cosa que parece no convencer a Verdú, aquellos escritos fueron lo que fueron gracias a una época en donde parecía que delante sólo cabía el progreso, con lo cual las palabras eran significantes, resonaban porque representaban un algo compartido. No sé que ha de suceder con el nuevo intento de Jorge Lozano, pero tratándose de un humilde ensayo, como su escritora le requiero lo mínimo que se le puede pedir saber cómo se despliega el pensamiento. 1- Para mi la visión sociológica tiene que estar presente en toda consideración humana. 2- Hay que tenerla en cuenta aún en consulta privada, sin embargo la explicación de "esto es lo que nos pasa como sociedad particular o global", no sirve de ayuda al caso particular. 3- Creo que Verdú se olvida de su años y cree que después de su generación viene el diluvio, puede que sí o puede que no, cuando se habla con los jóvenes tiene toda la fuerza, saben que los desafíos son grandes pero aún así no dejan de valorar "su época". 4- Para los que gustan del saber Musil, Baudrillard, Barthes, etc. siempre será su cultura OCCIDENTE y tendrá cosas que decirles. "El discípulo sobre sus hombros verá más allá". 5- Inclusive para oponerse e indignarse habrá que saber a qué. 6- "Nada hay nuevo bajo el sol" aún la respuesta más creativa tiene que surgir de algo, nada es ex nihilo. 7.-Lo anteriormente expuesto no niega la posibilidad de decir NO dado como una de las declaraciones más importantes que un individuo puede hacer. Todo derecho a escoger se basa en el derecho a decir NO. Cada vez que consideremos que tenemos que decir No y no lo hagamos, veremos nuestra dignidad comprometida. Cada vez que se pase por alto nuestro No sentiremos que no fuimos respetados. El NO puede tomar la forma de un BASTA ! hace pocos segundos · Me gusta

No hay comentarios:

Libros que inspiran este blog

  • Actos de significado. Jerome Bruner
  • Actos del lenguaje. Rafel Echeverría
  • Coaching. El arte de soplar brasas. Leonardo Wolk
  • Coaching. El arte de soplar las brasas en acción. Leonardo Wolk
  • Cultura escrita y oralidad. David R. Olson y otros (comp)
  • El buho de Minerva. Rafael Echeverría
  • El orden del discurso. Michel Foucault
  • El sí-mismo en proceso. Vittorio Guidano
  • El tao de la física. Fritjof Capra
  • El yo saturado. Kenneth J. Gergen
  • Estudios y diálogos sobre la identidad personal. Giampiero Arciero
  • Fuentes del Yo. Charles Taylor
  • Heidegger y la cuestión del Tiempo. Francoise Dastur
  • Hermenéutica del sujeto. Michel Foucault
  • Historia y Narratividad. Paul Ricoeur
  • La construcción social de la realidad. Berger y Luckmann
  • La educación puerta de la cultura. Jerome Bruner
  • La mente narrativa. Juan Balbi
  • la quinta disciplina en la práctica. Peter Senge y otros
  • La quinta disciplina. Peter Senge y otros
  • La terapia como construccion social. Seila McNamee y otro
  • Los anormales. Michel Foulcault
  • Narrativas contadas, Narraciones vividas. Ricardo Ramos
  • Ontología del lenguaje. Rafael Echeverría
  • Pasos para una ecología de la mente. Gregory Bateson
  • Por la senda del pensar ontológico. Rafael Echeverría
  • Realidad mental y Mundos posibles. Jerome Bruner
  • Realidades conversacionales. John Shotter
  • Signo: Humberto Eco
  • Soñar la realidad. Lynn Segal
  • Teoría de la comunicación humana. Watzlawick y otros
  • Wittgenstein: Mundo y Lenguaje. Prades Celma y otro