viernes, 20 de abril de 2012

Artículo - INADECUACIÓN ESENCIAL: "NO ENCAJAR EN EL MUNDO" Son así: diferentes. Insisten en hallar un sentido que vaya más allá de la mecanicidad en que tantos se mueven día a día; vivencian la compasión como algo natural, y buscan dónde ejercer el natural acto de servir; aman la belleza, los vínculos con hondura, el silencio fecundo; de modo sencillo o más vehemente, tienen urgencia por dejar una huella en la vida, por mejorar el mundo, aunque sea en su entorno más cercano. Intentan a diario poner en práctica sus mejores valores, con coraje y sensitividad, aun equivocándose. Entonces… claro: no es inusual que personas así se sientan raras. Y podría decirse que lo son: pero preciosamente raras, como esas perlas o piedras de sutiles colores, difíciles de hallar. El problema es cuando este “sentirse raras” se traduce anímicamente como si fuera “ser defectuosas”. Y es que a veces ser diferente genera rechazos, burlas o discriminaciones, como las que padeciera Juan Salvador Gaviota por querer explorar el cielo para perfeccionar su vuelo, en vez volar para meramente subsistir. Entonces sufren, y se preguntan: “Por qué no puedo ser como los demás?”. Veamos por qué… La mayoría de los seres humanos a medida que crecen y van interactuando con el mundo se desconectan de su propia esencia, su núcleo más íntimo, su verdadera identidad. Adquieren, en cambio, una identidad condicionada por el entorno, masificada, modelada por mandatos ajenos. En cambio, estas otras personas “raras” experimentan una enorme necesidad de ser fieles a lo más interno de sí. Y esto suele tener una consecuencia (sobre todo en la primera mitad de la vida): la de no encajar en el mundo. Como decía Herman Hesse, “tienen una dimensión de más”: la conciencia de que la vida es un camino, y de que en él encontramos las condiciones que nuestra interioridad necesita para ir siendo cada vez más completos, ayudando a otros para que lo sean. A lo largo de tantos años de ser terapeuta y docente investigué con constancia a personas que vivencian ese “no encajar en el mundo”. Así, vi que era necesario ponerle un nombre a ese sentir, y le llamé inadecuación esencial: una falta de pertenencia a las reglas del mundo, con la sensación dual de experimentar el gozo de sentirse en contacto con lo profundo, y a la vez percibirse como “fallado” por no ser “como los demás”. Si la persona trabaja sobre sí, puede llegar a comprender que “no encajar” en la gran bandada significa que hay otra bandada: la de los que no encajan por los mismos motivos. Entonces, lo importante será no aislarse: abrirse al encuentro de quienes cultivan similares valores, y tomar conciencia de que no se está solo. Thoreau lo dijo así: “Si alguien no marcha a igual paso que sus compañeros, puede que eso se deba a que escuche un tambor diferente
. Que camine al ritmo de la música que oye, aunque sea lenta y remota...”. Siguiendo esa música hallamos nuestro lugar en el mundo, nuestro sentido de existir; dejamos de percibirnos como defectuosos para, en cambio, celebrar nuestra singularidad y acompañar a otros a dignificar la propia. Nos vamos convirtiendo en agentes de cambio, marchando junto a los que escuchan un ritmo similar al nuestro. Somos muchos los que estamos en el mismo camino. Allí es donde sí encajamos los que sentimos “no encajar en el mundo”. Y es que estamos construyendo otro mundo! Para ese mundo nuevo, se requiere tu mano de obra. Porque, como en un Gran Concierto, las notas que ejecutes desde tu partitura son irremplazables: todos nos necesitamos de todos para que la más bella música sea cada vez menos remota... Virginia Gawel Nota: Este artículo fue publicado por la revista Sophia On Line, www.sophiaonline.com.ar

domingo, 5 de febrero de 2012

RAZONANDO EL AMOR a José Manuel A veces se me ocurre pensar que otra pudo ser mi vida. si aquel mayo no me hubiera cruzado contigo. En aquella estación de tren que se llamaba: Diecisiete años ¿Quién hubiese sido de no conocerte? ¿Quién hubieses sido si no me hubieras tenido? La idea de que esto, tan importante, tan esencial, en tu vida y la mía, pudo no darse, ¡me estrecha el alma! y me muestra cómo es de frágil la felicidad humana. Aquella esperanza de un amor apasionado y tierno que me robara de la adolescente juventud Se vio recompensada un día en que me di cuenta que con sólo verte, la sonrisa se perfilaba como anunciando que todo iba a parecerme vano si no estaba a tu lado. Y hoy, que los años han pasado: ¿ recuerdas, acaso, aquellos jóvenes que fuimos? Queríamos el volar del pájaro y del hornero: el nido Soñábamos, oh! si soñábamos! El mundo parecía no bastarnos, y hasta lo nefasto desafiábamos. ¿Qué podríamos contar que no fuera parte de una historia de amor? Algunas veces nuestras miradas se pierden tras la juventud que irremisiblemente se pierde entre aquellos jóvenes que aún bajo el cuidado paterno jugaban a ser aquel hombre y mujer que luego fuimos. No niego que el dolor siempre acompaña por el temor lógico de la pérdida posible ¡Qué pensamiento curioso! La vida humana como un camino acompañado, Que aún ahora, con todo lo aprendido no puedo comprenderlo de otro modo. Querido amor, cuando empezamos y todo parecía posible pero nada sabíamos de lo porvenir, tejimos los sueños, dejaron de ser tuyos o míos para ser nuestros. La vida fue generosa, ¿qué podría haber deseado que no me lo hubiese dado contigo? Dime:-¿cómo podríamos llamar ese sentimiento que al principio pura hormona se extasiaba por un cuerpo o unos ojos bellos y luego mira con mayor ternura a través de ellos Entonces sabemos, como el Dante, que todo va pasando… menos el amor que no nos abandona. Ahora que sé que la vida es fugitiva, que tengo la certeza de lo que voy perdiendo: la inmensidad del mar, la persistencia de la montaña, todo lo que fue sólo escenario para amarte Quiero que razonemos juntos, como siempre lo hicimos: ¿Qué hubiera sido esta vida humana sin amarte?

jueves, 29 de diciembre de 2011

MI MEJOR DESEO: SABIDURÍA

Cuando llegó recomendado me excusé yo no prácticaba psicogeriatría y ofrecí derivarlo, su hijo insistió. Consulté con mi supervisor, me preguntó la edad, y luego se achicó de hombros como diciendo : ¿qué se puede hacer? Y sugirió:- Hacele un un simple acompañamiento. En aquel entonces, llegaba puntualmente vestido de traje, pertenecía o había pertenecido a casi todas las instituciones más clásicas o emblemáticas del país. Dicen que un terapeuta no debe ser muy igual a su paciente pues sino no puede provocarle ninguna disonancia, ni tan desigual como para apabullarlo. Bueno, este último era el caso. En aquel entonces mencionó que estaba leyendo un libro de Alberto Moravia y que una frase le hizo reflexionar respecto de su merma en la forma de prestar atención al entorno, quizás se dijo: esté deprimido. Yo pensé, si lee a Moravia tendremos material... Ha pasado mucho tiempo, hoy se encuentra cerca de los noventa años. Por su propia decisión puntualmente se encuentra en la puerta de mi consultorio semanalmente, llueva, truene o haga calor, ya no viste traje, ha abandonado algunas creencias, ha renunciado a sus cargos honorarios honoríficamente. Hoy no sólo reconoce un pasaje bíblico, sino también el Tao te ching, el Bhagavad Gita o los aplica. Creerán que es un alarde profesional. En absoluto. Gran parte de lo sucedido sigue siendo un misterio, y quiero que continúe así. Más bien creo que las cosas del mundo, los quehaceres, la crianza de hijos no le habían dado la oportunidad de encontrarse consigo mismo, de encontrar su dharma, tal vez. Hoy lo considero casi un maestro, con una sensibilidad exquisita, me devuelve frases en el momento justo más apropiado para mí. Es sanador para sí mismo y su entorno. Un día llegó muy entusiasmado y dijo tuve una epifanía, no se quedo a esperar si yo consideraba o no lo que acababa de decir, y lo relató: Esta mañana me asomé al balcón y del piso superior caía una rama con una flor, era hermosa y en ese momento supe que aunque yo pronto no estaré acá el mundo ha sido y será maravilloso. Después de tantos años, yo voy a regalarle otra frase de Alberto Moravia: " La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso hay que salvarla como sea".

domingo, 25 de diciembre de 2011

El poder de las apariencias VICENTE VERDÚ 24/12/2011 Este título pertenece al monográfico sobre la moda que Revista de Occidente debe tener todavía en los quioscos. No hay que perdérselo. Ni tampoco perder de vista cuánta importancia desempeña "la apariencia" en el cariz de una época. Constantemente, en las fotografías de la Generación del 27 o en las de la Residencia de Estudiantes, por poner un ejemplo repetido estos días, aparecen grupos de amigos que pareciendo iguales o con gradación distinta, al final quedan resumidos en dos o tres rostros que cruzan las historias no ya como mascarones de toda la embarcación sino como las figuras superlativas respecto a las cuatro o cinco más que aparecen habitualmente en el grupo. Más tarde, al cabo de los años, algún estudioso recuerda que aquel nombre casi borrado o sepultado por el tiempo fue capital en el conjunto. Capital y capitán de todos ellos pero que, por unas u otras razones, el olvido se encargó de absorber en un sumidero. Estos tipos que la historia no menciona sino de mala gana componen, sin embargo, la parte nutricia de aquella masa y aun no siendo siempre lo más sabroso, fueron imprescindibles para que su pasta flora ascendiera. Estos segundones de las fotos, estos descartados de la gran baraja, no son, acaso, ni mejor que el grupo enaltecido, se llamen Dalí, García Lorca o Buñuel, pero no es seguro que fueran peores o que, sobre todo, hicieran tan solo bulto. O sí. Con seguridad el relieve de una generación ilustre sería imposible sin que se abulte con un grupo suficiente para procurarle relieve. El bulto lo es todo. Esa generación destaca gracias a que descuella sobre sus antecedentes y sigue empinada ante sus consecuentes, pero para lograr ese perfil encimado es preciso que su torre posea la argamasa del bulto. No doy ejemplos deliberadamente porque estas líneas no tratan de devolver su perdido perfil a quienes difuminó el recuento de los historiadores sino que están dedicadas a reclamar su importancia indispensable. ¿Fueron entonces discutibles y por eso se les dejó a un lado? Puede ser. Pero ¿cómo suponer una discusión, un argumento luciente, un Ortega y Gasset sin una cohorte de otros polemistas? A Ortega, ya que sale aquí, le chiflaban las tertulias pero era, en buena parte, porque gracias a ellas, al montón de gente que acudía, él hallaba la frase fulgurante y los demás oían. Sin ese pabellón intelectual no se le habrían ocurrido la mitad de ideas que le hicieron famoso. Y ocurrente. "No tiene ideas, solo tiene ocurrencias", decía de él Unamuno. Pero, a su vez, Unamuno no habría podido dibujarse como el búho malhumorado de la época sin el carácter seductor de Ortega. ¿Ortega seductor? No solo necesitaba, desde luego, de la admiración que le regalaban las mujeres bien vestidas sino de un temple optimista y embaucador que sin territorio no habría llegado tan lejos. Una luz de su tiempo, un faro para las juventudes, una luminaria en la España oscura. Todo esto es posible gracias a la hoguera que formaban en su entorno sus colaboradores y detractores. No fue una mediocridad como se ha supuesto que fueran todos ellos sino un rico caudal donde Ortega tomaba aliento y desde el cual, siendo mediático, multiplicaba por mil su secreta medianía. De esa transfiguración sería hija la "apariencia". Aparecer o no aparecer no es un efecto de mayor o menor relevancia intrínseca sino precisamente el revelado. La positivación de la foto. La historia antes de la fotografía ya ha seguido esta regla en los cronistas pero aún más cuando surgió el flash y se necesitaba, para ser técnicamente efectivo, dejar un alrededor poblado de sombras. De esos fogonazos vienen estos polvos. De esa ecuación se derivan los encumbrados en la "z" y quienes siguen diciendo "profesía". Alicia Bibiana Berini Durante la escuela secundaria rechazaba la literatura española simplemente porque era la impuesta y la dejaba de lado por los escritores contemporáneos latinoamericanos. Cuando llegué a España me dí cuenta que para internarse hay dos pasos que no se pueden obviar: La Generación del 98 de poetas y escritores que responden a la derrota de la guerra Hispano.Estadounidense en donde pierden Cuba-Puerto Rico-Guam-Filipinas. Escritores de la talla de Unamuno. Valle-Inclán. j. Benavente. Pio baroja. Los Machado. La otra es la Generación del 27 (que nombra Verdú) se los llama así porque se reúnen para rendir homenaje a los 300 años de la muerte de Góngora en Sevilla. Todos tiene edades parecidas viven los mismos desafíos y responden de formas parecidas a temas como el amor, la muerte y el destino. Buscan formas nuevas pero no quieren romper con lo clásico. La idea es encontrar la imágen y la poesía pura. Nombres como Alberti, Guillén, Hernández, Cernuda, Juan Ramón Jimenez. Dentro de ese grupo luego encontraremos a aquellos que representaron al Surrealismo: Dalí, Buñuel, García Lorca (El perro verde) El estudio de la relación de estos tres en el internado merece todo un estudio y recordatorio que V. Verdú menciona al pasar, pero resalta "LA RELACIÓN" porque si bien cada uno brilló con luz propia, responden a los mismos acontecimientos y de una forma similar: Ganar la imagen y alcanzar la poesía pura. "Sin ese pabellón intelectual no se les hubiese ocurrido ni la mitad de las ideas".

domingo, 18 de diciembre de 2011

MANIFIESTO ALICIANO 0- Tengo un nombre: Alicia. Y como se suele decir “nomen est omen” el nombre es un destino. De origen griego significa lo real, lo verdadero, lo sincero, sin embargo, a partir de Lewis Carroll en el imaginario popular Alicia lleva indudablemente al País de las Maravillas, pero fundamentalmente a la búsqueda tras el espejo. Hay un mito que supone que ese país es de una construcción absurda. En realidad es un reconocimiento a la capacidad humana de soñar. La virtud mágica de Alicia es que su sinsentido tiene un sentido como es el rechazo de la armadura racional que nos han impuesto y que puede ser sustituible por la libertad de establecer nuevas relaciones entre palabras e ideas. Lewis Carroll antes que narrador de historias fue matemático y se obsesionaba por las cuestiones lógicas. Construimos historias a partir de la geometría euclidiana o la matemáticas decimal y convenimos axiomáticamente que uno más uno son dos, pero existen en el mundo otros axiomas que afirman y aceptan que uno más uno es igual a cero y a partir de ese postulado alzan su castillo de naipes. El creador de Alicia, para su relato utilizó una base semejante, pues de haber usado el axioma de la vida cotidiana nadie podría creer que una niña puede entrar a una madriguera de conejo o caer infinitamente, achicarse por un brebaje y crecer por un pastel. Si aceptamos que la realidad puede interpretarse desde otros fundamentos (en base de dos: 1+1=0) entonces esta Alicia podrá jugar otras posibilidades distintas. Hoy intento retomar esa ingenuidad señalando que “el rey está desnudo” aunque todo el mundo diga lo contrario. ¿Cuál es el peligro de un ser como Alicia? El librepensamiento, no porque no estudie los precedentes sino porque con ellos construye un mundo nuevo. A eso apuntaban las pintadas que en París de Mayo del ´68 aludían a Alicia como el sueño libertario. 1- "La imaginación no reconoce límite alguno, no puede ejercerse dentro de los límites fijados por las leyes de lo convencional. Pronto se descubre que la imaginación no puede cumplir mucho tiempo esta función en forma subordinada, pero si la persona insiste en subyugarla cuando alcanza aproximadamente la edad de veinte años, la imaginación prefiere, por lo general, abandonar a la persona a su destino de tinieblas. ...Entonces, Alicia aferrada a su destino de maravillas se dijo:- Amada imaginación, lo que más amo en ti es que jamás perdonas...." De André Breton para Alicia 2- Nada es imposible para quién está dispuesto a arriesgarse. 3- Sólo se puede habitar la fantasía, procura que sea la propia. Cuando no se puede coexistir con lo fantástico, se muere de realidad. 4- Evitar la tendencia a equiparar lo nuevo a lo conocido, a lo clasificable. Eso puede liberarnos de cierta inquietud, pero se pierde la magia de lo único, de lo original. 5- El desborde de la imaginación puede interpretarse como locura, sin embargo los mayores males son provocados por la ausencia de un propósito en la vida, no asumir la libertad y voluntad para alcanzarlo, la negación maníaca de la soledad que nos es inherente y la no aceptación de la muerte como parte de la vida. 6- Quizás si abandonamos sistemas paliativos donde la muerte nos garantice no morir jamás, podamos disfrutar más de la brevedad de la vida. Paradójicamente, el miedo a la muerte es mayor en aquellos que sienten que no han vivido su vida con plenitud. 7- Somos un ser que busca significados y certezas en un universo que no las tiene. 8- El placer es el bien primero. Es el comienzo de toda preferencia de toda aversión. Es la ausencia de dolor y la inquietud del alma. (Epicuro de Samos) a través de Jd Santillán. 9- Todo lo que existe está vivo y supone un alma. Por primitivo que parezca el animismo, es la mejor manera que encuentro de rendir homenaje y respeto a la existencia. (Compartido con mi amigo Jean Mailland Michaud. Choses naturelles. “Le présent défintif. Edition Le buit des autres.2005) 10- Únicamente la palabra libertad debería tener el poder de exaltarnos. Parece justo y bueno mantener ese viejo fanatismo humano. A nosotros corresponde utilizarla sabiamente. 11- Sin amo, sin soberano. El objeto del arte de vivir es la propia vida de cada cual. 12- Nunca olvidar la frase de Henry David Thoreau: “Most men lead lives of quiet desperation and go to the grave with the song still in them.” (La mayoría de los hombres viven en un estado de tranquila desesperación y van a la tumba con una canción todavía en ellos.) 13- Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a la responsabilidad personal y exentas de la autoridad de los magistrados. (Variación del art. 19 de la Const. Nacional ) 14- El entretenimiento que no es arte, no es inocuo, pues nos distrae del pensamiento verdadero como es pensarse a sí mismo. 15- Si existe más de un modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, prefiero el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. El humor es, en el fondo, un tipo de catarsis o contraveneno espiritual. Como entretenimiento la buena comicidad es mercancía difícil de obtener, por lo tanto, en tal caso, el disfrute se impone. 16- Cuando sientas temor, no lo nombres, creerá que lo llamas, eso lo fortalece, simplemente míralo, no lo califiques y verás como pronto se marchita. 17- Donde no hay liberación, seguro que hay frustración. 18- Hay algo de paradójico en la vida cuando se amplia el conocimiento propio, uno se libera del “yo”. 19- Cuando la mente está libre del deseo de ser algo, de obtener un resultado, está libre de temor y ahí la mente se halla, está en completa quietud y silenciosa. Sólo entonces es posible la creatividad que es la realidad misma.

La moda y el pobre amor

La moda y el pobre amor
VICENTE VERDÚ 17/12/2011 La moda siempre está de moda. Y no digamos ya si Jorge Lozano con la semiótica en ristre, se encarga de un número monográfico, una revista o cualquier otra publicación. Esta vez, y no debe de ser la primera, la emprende con Revista de Occidente, cuyo secretario de redacción si no viste especialmente bien (peor incluso que Lozano) consiente en un nuevo tratamiento de esta importante cuestión. Leopardi, Walter Benjamín, Baudelaire, Jean Baudrillard, Robert Musil, Thorstein Veblen, Simmel, Ortega y Gasset, Barthes, y otros amigos íntimos concurren en el sumario del número 366. Jorge Lozano puede que parezca algo pesado pero es invencible en su capacidad de elección y de persuasión. Cierto que, en este caso, prácticamente casi todos los autores están muertos pero no es desdeñable el lozano trabajo de autopsia y evisceramiento logrado por el editor. Por ejemplo, Ortega, quien fundó esta importante revista, no se para a investigar sobre la importancia de la media calada o la longitud del foulard, sino que se adentra en el espinoso problema del amor y, para empezar, afirma: "El amor está en baja". ¿El amor no estaba de moda el 18 de julio de 1926, cuando publica este artículo en El Sol? ¿Exageraba Ortega para exagerar? Claro que sí. Su hija, Soledad Ortega, con quien tuve la fortuna de compartir dos deliciosos años al frente de Revista de Occidente, me decía que, debido a las estrecheces, su padre (catedrático, además) se veía forzado a incrementar el número de colaboraciones a fin de mes. La pieza Cambio de generaciones que recoge este número (perteneciente al 18 de julio de 1926) es un ejemplo de ello. Ortega no tenía muy claro qué se proponía decir a la línea siguiente, pero los grandes ensayistas, como el mismo Montaigne, no tienen en la cabeza todas las ideas con las que ensayar. Ensayaban con el mismo ensayo el experimento y de ahí que tanto luzcan. Como perlas insólitas, ideas ensartadas al hilo de la escritura. Rotundamente: si un ensayo no se inspira en el juego de la improvisación y sus misterios es todo menos ese género. Un ensayo recae en la sorpresa del experimento tanto para el emisor como para el receptor. Y por tal razón se parece tanto a la poesía. Los poetas han sido, generalmente, muy malos novelistas pero espléndidos ensayistas, desde Pedro Salinas a Octavio Paz. "El amor está en baja", dice Ortega en la primera frase de su artículo y ya se ha metido, a sabiendas, en un berenjenal. Intuye que el amor ya no fuera en su tiempo lo que era antes pero ¿qué es? ¿Por qué? A un ensayista de genuino talante no se le puede arrinconar con esta mezquindad. Los ensayos no son libros de texto ni están destinados a fundar los cimientos de la verdad. "Los griegos -máximos elucubradores- eran superficiales por profundidad", dijo Nietzsche en La Gaya ciencia. La profundidad atasca pero, en la superficialidad, la mente se desliza. Todos los desbarros pertenecen a este deporte intelectual del patinaje artístico, pero, a su vez, esos pensamientos que desbordaron los límites de su tiempo, desde el psicoanálisis a la teoría de la relatividad (ambas cerca de la Gran Depresión) cambiaron las tradicionales medidas de la cancha. Fueron desproporcionadas para su tiempo. Produjeron escándalo y crearon los últimos gritos de la moda. La moda siempre está sanamente de moda cuando el mundo se siente confiado en avanzar. Por contraste, cuando no hay moda o todo está de moda, cuando la moda no importa, por exceso o por deceso, vivimos en recesión. Lo que significa pues que todo vintage es hoy insignificante, cualquier retro pierde excitación. La actualidad, en fin, como estampado, carece de suficiente prestigio para dar rango a aquello que la niega, sea con la semiótica (Lozano, por medio)(*) o con el desganado malabar del no. (*): http://www.ucm.es/info/per3/profesores/jlozano/index.html © EDICIONES EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200 Alicia Bibiana Berini Se dice que la comprensión de un texto como "La guía de los perplejos" puede abarcar hasta 7 niveles diferentes de comprensión. Y esta podría ser mi frase de arranque para un ensayo sobre esta nota de Vicente Verdú, quién al parecer no está aún recuperado de las oscuridades apocalípticas de sus últimos escritos para solazarse en las complejidades. No hace mucho alguien posteó un video de Eric Laurent quien decía:- ¿qué nos pasa? Nos pasa lo que a la sociedad le pasa. Y si bien no comparto escuela con él acordé que "uno es hijo de su época" y no se puede escapar sino es a riesgo de ser un descastado y la moda es su mayor expresión. Aquello que en su momento fue moda y que ayer fue un clásico, hoy pretende volver a ser moda : lo vintage. Esta conversión se tratará de aplicar también a textos clásicos del pensamiento de occidente. Cosa que parece no convencer a Verdú, aquellos escritos fueron lo que fueron gracias a una época en donde parecía que delante sólo cabía el progreso, con lo cual las palabras eran significantes, resonaban porque representaban un algo compartido. No sé que ha de suceder con el nuevo intento de Jorge Lozano, pero tratándose de un humilde ensayo, como su escritora le requiero lo mínimo que se le puede pedir saber cómo se despliega el pensamiento. 1- Para mi la visión sociológica tiene que estar presente en toda consideración humana. 2- Hay que tenerla en cuenta aún en consulta privada, sin embargo la explicación de "esto es lo que nos pasa como sociedad particular o global", no sirve de ayuda al caso particular. 3- Creo que Verdú se olvida de su años y cree que después de su generación viene el diluvio, puede que sí o puede que no, cuando se habla con los jóvenes tiene toda la fuerza, saben que los desafíos son grandes pero aún así no dejan de valorar "su época". 4- Para los que gustan del saber Musil, Baudrillard, Barthes, etc. siempre será su cultura OCCIDENTE y tendrá cosas que decirles. "El discípulo sobre sus hombros verá más allá". 5- Inclusive para oponerse e indignarse habrá que saber a qué. 6- "Nada hay nuevo bajo el sol" aún la respuesta más creativa tiene que surgir de algo, nada es ex nihilo. 7.-Lo anteriormente expuesto no niega la posibilidad de decir NO dado como una de las declaraciones más importantes que un individuo puede hacer. Todo derecho a escoger se basa en el derecho a decir NO. Cada vez que consideremos que tenemos que decir No y no lo hagamos, veremos nuestra dignidad comprometida. Cada vez que se pase por alto nuestro No sentiremos que no fuimos respetados. El NO puede tomar la forma de un BASTA ! hace pocos segundos · Me gusta

Libros que inspiran este blog

  • Actos de significado. Jerome Bruner
  • Actos del lenguaje. Rafel Echeverría
  • Coaching. El arte de soplar brasas. Leonardo Wolk
  • Coaching. El arte de soplar las brasas en acción. Leonardo Wolk
  • Cultura escrita y oralidad. David R. Olson y otros (comp)
  • El buho de Minerva. Rafael Echeverría
  • El orden del discurso. Michel Foucault
  • El sí-mismo en proceso. Vittorio Guidano
  • El tao de la física. Fritjof Capra
  • El yo saturado. Kenneth J. Gergen
  • Estudios y diálogos sobre la identidad personal. Giampiero Arciero
  • Fuentes del Yo. Charles Taylor
  • Heidegger y la cuestión del Tiempo. Francoise Dastur
  • Hermenéutica del sujeto. Michel Foucault
  • Historia y Narratividad. Paul Ricoeur
  • La construcción social de la realidad. Berger y Luckmann
  • La educación puerta de la cultura. Jerome Bruner
  • La mente narrativa. Juan Balbi
  • la quinta disciplina en la práctica. Peter Senge y otros
  • La quinta disciplina. Peter Senge y otros
  • La terapia como construccion social. Seila McNamee y otro
  • Los anormales. Michel Foulcault
  • Narrativas contadas, Narraciones vividas. Ricardo Ramos
  • Ontología del lenguaje. Rafael Echeverría
  • Pasos para una ecología de la mente. Gregory Bateson
  • Por la senda del pensar ontológico. Rafael Echeverría
  • Realidad mental y Mundos posibles. Jerome Bruner
  • Realidades conversacionales. John Shotter
  • Signo: Humberto Eco
  • Soñar la realidad. Lynn Segal
  • Teoría de la comunicación humana. Watzlawick y otros
  • Wittgenstein: Mundo y Lenguaje. Prades Celma y otro