lunes, 3 de noviembre de 2008

LA DESCONFIANZA EN EL CUERPO SOCIAL


Contaba Caroline Myss en su libro "Anatomía del espíritu"que cuando se produce una epidemia en una sociedad, seguramente vamos a encontrar una correlación de experiencia de grupo negativa.
Si las epidemias son un reflejo tanto de los problemas sociales y culturales de una tribu es en función de la unión que compartimos a través del primer chacra o chacra base.
Si todos somos uno, cuando una tribu se contagia del miedo, esa energía se propaga a sus hijos.
El ejemplo que cita es la epidemia de polio de los años ´30 y ´40 como corolario del desplome de la economía estadounidense en el año 1929 cuando comienza la Gran Depresión. En aquel entonces para explicar cómo se sentía la gente tanto periodistas como políticos hablaban de la paralización y se describían a sí mismos como si el desastre económico los hubiera dejado lisiados.
La epidemia de polio fue la representación simbólica del espíritu lisiado de la nación como comunidad, como tribu.
La idea estuvo tan marcada en el inconsciente colectivo que los votantes eligen a Franklin D. Roosevelt lisiado por la polomielitis y símbolo a la vez de debilidad física y de indómita resistencia.
Fue necesaria la Segunda Guerra Mundial para sanar el espíritu tribal con la sensación de heroísmo y unidad, restableciendo el orgullo y el honor.
Hoy, en función de la globalización el espíritu de la tribu se expande en el espacio y en tiempos casi instantáneos.
Si miramos la prensa o escuchamos a economistas, politólogos, comentaristas; todos coinciden en que la base de esta debacle económica además del bluff financiero se encuentra en la falta de confianza.
La pregunta de rigor es ¿cómo ha de repercutir este problema socio-económico en el ámbito de la salud de la población?
Alguien ha descripto el signo de los tiempos: la falta de confianza. Pero si es cierto que la biografía se convierte en biología,y esto significa que nosotros participamos de la creación de las enfermedades, este daño sobre la piel social tendrá su correlación con algún/os tipos de patología que quizás aún desconocemos.
Del mismo modo que la moral victoriana imprimió una patología tal como la histeria de conversión y este mundo orweliano de sociedades de control nos lleva a los ataques de pánico, deberíamos estar prevenidos de las futuras consecuencias de este nuevo caos financiero.
El rey Juan de Shakespeare le dice a Huberto:- Tras este muro de carne hay un alma que es su acreedora. La piel es considerada como un muro, una barrera, un límite entre nosotros y el mundo, pero esa piel con sus terminaciones nerviosas es más un puente que una barrera.
La falta de confianza es por sí misma una carencia del alma que seguramente tendrá su correspondencia simbólica en el cuerpo social.


domingo, 22 de junio de 2008

¿ES EL AMOR UN JUEGO PARA PERDER?


En 1995 se estrenó la película "Los puentes de Madison" y desde entonces he visto un sin número de películas románticas, aunque ninguna que pudiera reemplazarla.
Soy consciente que "semejante" película pasada por los diferentes tamices teoricos merece más de un análisis, pero hoy quiero responderme:-¿ por qué dicha película es casi paradigmática de la película de amor-sin desmerecer otros antecedentes como Casablanca o Africa mía-?
El amor, particularmente "el amor romántico" es un juego para perder? Y cuando me refiero a juego hago alusión a reglas específicas -como por ejemplo- la imposibilidad de realización de la promesa amorosa.
Si es así tendría que contestar como canta Amy Whitehouse:-...el amor es un juego para perder...
y confirmar que otra hubiera sido la historia si Romeo y Julieta hubieran podido realizarse como pareja.
Mi pretensión no es negar la existencia del "obstáculo insalvable" como elemento necesario del juego romántico; sino revisar-someramente-cual es la idea de amor con la que nos manejamos.
Si quitamos los detalles ¿qué nos cuenta la película? la historia de una relación de amantes, entonces será la sexualidad o la libido la que tendrá el protagonismo, llevandonos a una situación conflictiva desde el punto de vista ético y que tendrá una resolución condenatoria o absolutoria de acuerdo a la ideología que cada uno profese.
Sin embargo, creo que es una o es "la" película de amor porque es el amor el que está en cuestión.
Dentro de la tradicción occidental se considera que existen cuatro formas o facetas del amor y que se denominan por sus latinazgos: eros, libido, philia y caritas o agape.
Los cuales podemos caracterizar brevemente así: eros es el impulso amoroso, el que nos lleva a formas superiores de ser y de relación, libido es la sexualidad, la lujuria, la concuspicencia, mientras que philias es la amistad, el amor fraternal o a los hijos y caritas es el amor entendido como la preocupación por el bienestar de los demás.
Es en el cumplimiento de estos tres aspectos en un todo y en un equilibrio lo que nos garantiza el amor en toda su especificidad y la resolución del conflicto amoroso en una ética propia del amor y no a través de otras teorizaciones o ideologías que nos darían otros resultados.
Desde este punto de vista, Francesca representa el amor en todas sus manifestaciones, y la película irá mostrando su historia como quien deshoja una cebolla. Su impulso amoroso o eros hacia el visitante y su diferente relación con el mundo, su líbido declarada en la escena del baño y su consumación, pero también es philias y caritas, me refiero a la escena de "la última cena". Previamente había preparado las valijas, aunque Robert comienza a dudar que se vaya con él. Su planteo de imposibilidad de realización del amor romántico, para mí excede el sólo pensar que cualquier relación acabará en la rutina de lo cotidiano, sino es el amor a sus hijos y el futuro en el mensaje hacia ellos. También lo es, la situación de su esposo como tercero excluído sin poder comprender el abandono y quizás su sin sentido. Lo que la acompañarían donde fuese que vaya.
Cuando me refiero al amor, me refiero a todos sus componentes, a la integración de todos los aspectos en una resolución que haga a la persona responsable en su voluntad.
Conocemos el dicho de que el amor es ciego, generalmente referido a atributos inexistentes del ser amado/adorado y no percibidos como lo que son a-tributos, atribuidos por el amante; aunque también engloba un estado de fascinación en el que la persona parece no razonar y es llevada más allá de sí misma por causa de eros y/o su libido. Pero en philias y en caritas el Otro-como lo absolutamente distinto de mí- se presentan y marcan formas superiores de ser y de relación, lo que nos da una perspectiva más integrada de la idea del amor y de la persona.
Y la resolución del conflicto, se realiza en la integración de todos los valores que coronan a una persona. La voluntad, el sacrificio no invalidan el amor, por el contrario lo realizan y lo cumplen en otras esferas. Si se quiere lo inmortalizan.
Se me ocurre pensar que desde la elección de los personajes: la matrona y el señor maduro -muy lejos de las figuras étereas de la juventud y lo deseado-, y el lugar perdido entre la nada y la cosa ninguna como cualquier otro lugar inesperado, hay una advertencia. Esa advertencia se hace permitiendo una cierta identificación de la persona común con los términos de la narración. Eso hace que la historia sea creíble y convierta el conflicto universal en potencialmente propio y viceversa
El hilo narrativo nos saca del lugar de simples espectadores y jueces de una historia de amantazgo que desde el comienzo está condenada, para ponernos en un lugar de sujetos deseantes. ¿quién no deseo acaso que ella abriera la puerta de la camioneta?, pero si la abría se condenaba el Amor con mayúsculas.
Por eso, aquellos que lloramos con las películas de amor romántico, nos bañamos en lágrimas cuando ella abre el legado que él le deja. Con la muerte de Robert, creo que renunciamos definitivamente a la posibilidad de realización más allá de esos cuatro días.
También, por el comienzo de la película ya sabemos que ella murió, de hecho estamos en sus exequias. Y esto es de alguna manera la historia de amor, con la muerte de los amantes, el amor no muere.
El personaje de Robert es quizás más enigmático, aunque para mí casi al servicio de que Francesa muestre sus facetas, de todas formas merecería un análisis por separado y me apartaría de la primera pregunta:- ¿es el amor un juego para perder?
Creo que con una visión amplia de lo que significa el amor, no lo es en absoluto.
1-La paradoja del amor es que constituye el grado supremo de pérdida de yo en el otro y al mismo tiempo el mayor grado de conciencia de sí. Esto lo ilustra muy bien la película cuando ellos se bañan juntos y ella hace un soliloquio respecto de los aspectos desconocidos y que sin embargo le permiten percibirse más sí misma que nunca.
2-Lleva a un mayor enriquecimiento de la personalidad, al integrar aspectos desconocidos antes de la relación e integrados por declaración de ese testigo privilegiado que es la pareja. Ej: Robert realiza su libro y en su dedicatoria demuestra ser el poeta que resentía no ser.
3-También valoramos el aspecto de "dar" y de sacrificio que bien resueltos nos saca de aspectos más narcisísticos.
4- Casi como resonancia de lo anterior la idea del nosotros.
5- El amor como sentimiento y conducta se ejercitan en el seno de la sociedad y en las formas vigentes a un determinado período

domingo, 30 de marzo de 2008

Meanings.net: Mercy, mercy me ( The Ecology)

Meanings.net: Mercy, mercy me ( The Ecology)

Mercy, mercy me ( The Ecology)

Ayer 29 /3/08 se hizo un apagón simbólico. Me gustaría tomar una canción que pueda representar los males que generan nuestras conductas antiecológicas
Esta canción fue gravada hace muchos años por Marvin Gaye y es casi una plegaria pidiendo perdón por el daño que hemos causado. En el margen derecho está la barra de video, donde se puede reproducir el video. Caso contrario, visitar:

www.youtube.com/watch?V=U9BAGfGMjl


Aquí va la letra:

Mercy, mercy me
Ah! the things ain´t what they used to be no no
Where did all the blue skies go
Poison in the wind that blows from the north and south and east

Mercy, mercy me
Mercy father
Ah! things ain´t what they used to be no no
Oil wasted on the ocean and up on our sea
Fish full of mercury.

Mercy, mercy me
Ah! the things ain´t what they used to be no no
Radiation underground and in the sky
animals and birds who live near by are dying.

Mercy, mercy me
Ah! the things ain´t what they used to be no no
What about this overcrowded land
How much more abuse fron man can she stand.

Oh no no my swet Lord
no no no no no
My, my Lord, my sweet Lord

Apocalypse now o forever


Hace días u horas que estaba "reconceptualizando" algunos temas, uno de ellos era sobre el apocalipsis.
Sorpresa la mía cuando al visitar mi blog favorito: La fugacidad de lo eterno
el tema estaba instalado.
¿Será que las ideas flotan en el espacio y en el tiempo para aquellos que quieren abrirse y "ver" no sólo con los ojos sino con todo el cuerpo?
Creo que muy pocas personas negarían que estamos viviendo en tiempos apocalípticos, y más aún, están las imágenes que van desde las guerras aberrantes hasta los efectos catastróficos de los desatres ecológicos provocados por la desidia y la ambición humanas
Además, cuando intenté buscar alguna imagen ilustrativa sobre el apocalipsis, surgieron aquellas figuras y representaciones arquetípicas relacionadas con nuestro inconciente colectivo, la espada flamígea, los cuatro jinetes, las caras desencajadas por el horror de aquellos que han de vivir el armagedon.
También hemos tenido que vivir el fin de siglo y de milenio con todos los vaticinios que eso conlleva, y como si fuera poco, estamos expuestos cada día frente a unos medios que hacen del sensacionalismo su éxito y que en el mejor de los casos -es decir que no se vieran noticieros- asistimos a la "ciencia-como-show" en canales como nat.geo, discovery, infinito, o history, en donde bien pueden mostrarte las profecías mayas con fecha exacta (año 2012) de fin del mundo como el sorprendente cumplimiento de las de Nostradamus. Y ni hablar de la violencia trasmitida y desatada por series y películas.
No me estoy quejando, estoy tratando de describir -obviamente desde mi punto de vista- lo "bueno-o-malo" que creo nos influye.
He dejado para el final la referencia - con el mayor de los respetos- a un conjunto de religiones que se profesan en esta parte del planeta y que en su mayoría son derivadas del judeo-cristianismo, en las cuales el acto de fe mismo pasa por ideas como "la llegada del mesías", "la justicia divina","el fin de los tiempos", una de ellas justamente se llama Jesucristo de los Santos de los últimos días.
Sin ir más lejos, la palabra "Apocalipsis" que significa "Revelación" es la palabra que denomina al último libro canónico del Nuevo Testamento y que contiene las revelaciones del apóstol Juan referentes al fin del mundo.
La palabra "revelar" según el Diccionario de la Real Academia Española tiene varias acepciones, de las cuales nos interesa la que es definida como; Dicho de Dios: Manifiesta a los hombres lo futuro y oculto. Es decir es un acto de fe que se acepta sin cuestionamientos, como cuando el cura católico lee la Biblia y dice:- Es palabra de Dios. Con lo cual desde que el mundo es mundo y a través de los relatos de la historia siempre se ha esperado un fin del mundo, porque según la creencia ha sido revelado.
Digamos que cualquier argumento en contra no sólo puede parecer muy modesto sino ineficaz pues hasta las palabras para expresarnos en los grandes misterios de la vida están infiltrados de estas creencias.
Sin embargo, a veces podemos intentar aproximaciones desde lugares diferentes, por ejemplo una visión más filosófica del tiempo. Por ejemplo en "El ser y el tiempo", Heiddeger trata de conceptualizar el tiempo abandonando la idea de "eternidad" más propia de la Teología.
Repasemos la historia de corrido y veamos las diferentes dificultades que atravesaron nuestros antepasados y veamos que siempre pudieron interpretarse con mayor o menor medida tiempos apocalipticos.
Leamos ciencias naturales, astronomía y veamos que cada tanto hay fenómenos que nos afectan: sunamis, glaciaciones, desertizaciones, lluvia de asteroides, etc. y que un día nos puede partir un rayo, es decir, nos vamos a morir y eso es parte de la vida. Si, la muerte es parte de la vida.
Tratemos de construir sociedades más justas, para no tener que estar esperando justicia divina.
Por supuesto, que no estoy haciendo un panegírico ateo, ni estableciendo preferencias confesionales, o entronizando la ciencia positiva, lo que trato de proponer a quien me lea, como a mi misma, es la aceptación de la vida en todas sus faces, inclusive las más oscuras y la postulación de mantener alerta el sentido crítico. Y me preguntarán porqué hacerlo. Simplemente, porque ejercer de vez en cuando, una forma de libre pensamiento nos libera de miedos ancestrales. Ser solamente temerosos de los poderes naturales o sobrenaturales nos entretiene, nos mantiene dependientes, distrayéndonos de la actividad fundamental que es hacernos responsables.

Nota 1: Elegí el reloj como figura por ser una imágen tan representativa aunque con menos dramatismo.

Nota 2: Hoy escribiendo esta nota me dí cuenta, más allá de lo que el propio autor quiso decir que desconozco, que su título se rebela de ciertas tiranías calificando como fugaz lo eterno y se revela a quién sepa leerlo como conocimiento oculto







domingo, 9 de marzo de 2008

SIN LUGAR PARA LOS DEBILES

Mi padre no fue un hombre culto, pero fué un ser sabio. Falleció relativamente joven para la expectativa de vida de fines del siglo XX, pero aún recuerdo cuando mi hermano y yo mirábamos televisión y él se horrorizaba con la mayoría de los espectáculos a los que estábamos expuestos.
Atravesaba la sala mientras veíamos televisión, muchas veces le protestaba a mi madre por permitirnos ver ciertos programas, la mayoría sólo mascullaba...y decía que sólo debían hacerse programas que dieran buenos ejemplos. Claro, en ese momento no lo entendí.

Luego vendrían años de estudio, ocasiones de vivir en diferentes sociedades, apartarme del creacionismo para pasar a la evolución de las especies. Libros como "El mono desnudo" de Desmond Morris, "En la senda del hombre" de Jane Goodall Goodall, los estudios de Dian Fossey sobre los gorilas. Mi viaje a Kenia, particularmente al santuario de chimpancés de Clearswaters para poder observarlos en vivo y en directo. Cada vez que he ido a un congreso de estudios siempre escuché la conferencia del primatólogo. No importa si chimpancés o babuinos, lo cierto es que cada día los porcentajes de correspondencia de los mapas genéticos se van acortando, estamos compartiendo más de un 98% con ellos, esto implica que los parámetros de conducta son muy semejantes y al mismo tiempo disímiles.
Estos datos son al simple efecto de remarcar que aún cualquier persona que mire sólo por entretenimiento el Discovery Channel o El Animal Planet ha podido comprobar que en dichos animales, la conducta es en gran medida por imitación o modelaje.
Hace poco tiempo una agencia de publicidad alemana mostraba cómo los chicos copiaban fielmente la conducta más "distraída" de los mayores: fumar, beber, arrojar basura en la calle, maltratar, etc. El lema era:"Ellos ven, ellos hacen"
El mono desnudo que somos, entre otras cosas, repite conductas.
Bien, todo esto es para decir: que no puedo creer que esta simple regla en el comportamiento humano no es conocida por la gente que maneja los medios y las artes.
Voy a poner el ejemplo de la película ganadora del Oscar: Sin lugar para los débiles. No soy crítica de cine, sino que este último tiempo critico al cine que amparado en su arte y en la libertad genera conductas de modelaje que no sólo no colaboran en la evolución artística y cultural del hombre, sino que lo llevan a una encrucijada sin salida.
En su Metafísica, Aristóteles habla de la causa y diferencia la causa eficiente o que da origen, de la causa final que atrae desde adelante. Quizás reviendo esos conceptos nos podamos dar cuenta que en la causa final el efecto precede a la causa. Entonces, podemos decir que las películas no hacen más que reflejar la sociedad y los tiempos que vivimos, pero no vemos como esa causa puede convertirse en causa eficiente para retroalimentar una sociedad en decadencia.
Me pregunto :-¿por qué nos asombramos cuando las noticias nos cuentan que un estudiante ingresó a su escuela o universidad y mató a sus compañeros en masa?
Es posible que la pelicula sea una obra de arte y que describa magistralmente el desconcierto ético y la ausencia de brújula moral de los personajes, encumbrando al asesino serial, psicópata para el que no existe el Otro, como dice la prensa.
Sin embargo, creo que debemos preguntarnos si es bueno que para explicar esto debamos estar sometidos a una hora y media de extrema violencia, comienza con doce cadáveres, luego uno pierde la cuenta. Pero creo que lo peor son los detalles, salvajes, cruentos e insensibles que van dejando poco a poco instalada la desesperanza que volverá a ser causa circular de lo que pretende denunciar.
No nos engañemos, el desconcierto ético lo generamos nosotros mismos, cada vez que aparece una tortura, una muerte, cualquier maltrato social, o cualquier cuadro cinematográfico salvaje a los que nos vive acostumbrando Hollywood casi sin ningún justificativo narrativo. Y vamos llegando a la violencia por la violencia misma. Sin valores y particularmente sin justicia no hay sociedad posible, con lo cual el mensaje es claro, la pelicula debió llamarse "Sin lugar para nadie".
Vuelvo a hacer incapié que esta película es sólo un ejemplo, quizás porque imagino la difusión en vistas a haber ganado nada menos que el Oscar a la mejor película. Pero tomen casi cualquier película de los últimos tiempos por ejemplo: Atrapados con Pierce Brosnan en donde después de 30 minutos de comenzada la película con toda clase de torturas a los padres de una menor secuestrada, no se daba la menor razón de porqué estaba sucediendo eso, pero a esa altura ya no hay razones que valgan.

jueves, 6 de marzo de 2008

LA INTELIGENCIA ROBADA

Queridos congéneres:
A veces pienso que nos han robado la inteligencia. Y si no es así, al menos la están insultando fieramente.
No hablo siquiera de cuestiones políticas, en donde hasta el menos avezado puede darse cuenta cómo le están mintiendo en la cara y negando aún cualquiera o todas las evidencias.

Simplemente sólo con observar lo que nos rodea, podemos ver que todo es un decorado que poco tiene de real.
Tampoco estoy negando la necesidad de fantasía que requerimos para poder vivir y soñar, sino su abuso, quizás por cualquier mercachifle que no le interesa más allá que la venta mezquina del día o las imposturas de cualquier personaje de turno o la imposición de modas absurdas, la caridad mal entendida, los objetivos culturales o empresariales planeados sin horizontes, el consumo vacío de contenido...
Nos veo correr detrás de fantasmas. Fantasmas que, por otra parte, son totalmente contradictorios
, ezquizofrenizantes.
Vacios de verdaderos contenidos, perdemos valores sin saber con qué reemplazarlos y miramos azorados vidrieras y escaparates de espejos de colores.
Sin modelos, apenas podemos mirar otro "pobre mono" que está a nuestro lado.

Sé que decir o escribir estas cosas no es nada "cool", para nada "fashion". Por eso, les propongo que no me crean, simplemente vuelvan a aprender a mirar a observar, cada uno desde su marco y veran aparecer otros contornos que seguramente no serán los míos, pero que permitan honrar la inteligencia.

La verdad siempre es relatada nos llega como una narrativa y tiene la misma estructura que la ficción, por ejemplo, yo cuento mi vida como una novela de determinado género o cuento una anécdota como un cuento. Lo importante es que sepamos que la realidad nunca puede abarcarlo todo, tampoco puede ser totalmente dicha, siempre es medio dicha.

El título de este artículo está inspirado en el cuento de Edgar Alan Poe que se llama "La carta robada". La carta del cuento de marras no debe ser encontrada y el mejor lugar que se designa para esconderla es ponerla "a la vista" de todos. Lo que quiero decir es que "la verdad" está siempre a la vista sólo hay que esforzarse un poquito, como dice el cuento de Poe: con mirada de matemático y de poeta.

Lacan dice que la carta siempre llega a destino, aunque demore en llegar el mensaje... Me pregunto si esta carta tiene destino.

"...el intelecto permite que pasen desapercibidas esas consideraciones, que son evidentes y palpables por sí mismas..." E.A.Poe


domingo, 2 de marzo de 2008

QUIET DESPERATION


Esta nota se relaciona con la anterior, la historieta es americana, el pintor de arte fantástico es John Perkins y el título es un fragmento de una frase más amplia del libro titulado "Walden" de Henry David Thoreau.
Reconozco que la imagen es fuerte, pero es la única que encontré que para mí representara la idea del filosofo-pensador:

"The mass of men lead lives of quiet desperation and go to the grave with the song still in them"

Algo así como: La mayoría de los hombres viven sus vidas en una calmada desesperación... y van hacia la tumba con una canción aún en ellos.

El concepto de la desesperación parece claro, todos hemos vivido momentos desesperantes en nuestra vida, pero es un "rush", un momento de gran movimiento, por eso no es un sentimiento sino una emoción.
Luego sobrevendrá la calma, quizás un día más brillante, un nuevo sol, aunque la desesperación propia del vivir se mantenga allí, bajo la calma, más lograda a veces, menos disimulada otras...
La frase no parece, en principio, muy esperanzadora. Sin embargo, yo la encuentro como un amuleto calmante, me permite ver lo que es, para mí, la verdadera condición humana.
Eso me lleva a festejar las mañanas, a respetar el trabajo, a disfrutas del arte, a aprender las experiencias de otros plasmadas en los libros, a comprender porque el hombre crea un sistema filosófico. En fin...que nada de lo que es humano me resulta ajeno.

Bienvenido a bordo


Seleccioné esta historieta llamada "bienvenido a bordo" como frase que se dice a alguien cuando acaba de darse cuenta de algo importante en el desarrollo del existenciario y que de alguna manera ya es compartido por un grupo que ya lo sabe, lo vive o la padece. Hay otra frase, quizás más conocida, que es "bienvenido al club".
Una vida ordenada, civilizada, culturalizada tiene previsto un lugar para cada cosa, donde guardar tu ropa, los archivos, hasta los vicios consentidos, sin embargo para la angustia existencial hay un sólo lugar: tú mismo

Botella recuperada al mar

Cada persona ve el mundo en función de un marco específico. Ese contorno resalta algunos aspectos y desvanece y sesga otros. Este es el tema para mí esencial, el tema que trato de desarrollar en este blog, el de los significados de cada uno: the meanings
Sin embargo, su título no acaba allí, sino que le he agregado la palabra: net, que pretende matizar que esos significados o mensajes están para ser intercambiados, si se quiere lanzados, como antiguamente podía hacerlo un náufrago en una botella al mar.
Hoy escribir en la red y que alguien recupere ese mensaje es tan azaroso como lanzar una botella al mar.
Cuando decidí abrir este blog, lo hice con algunas ideas rectoras: aprovechar los recursos tecnológicos para escribir algunas ideas que siempre rondan por mi cabeza fue una, la otra supuestamente fue compartirlas... Sin embargo, en la práctica me olvidé del basto mar o de la inmensa red y mi "blog" quedó reducido a un "block" de notas un poco más sofisticado.
¿Por qué digo esto? Pues porque después de unos meses, alguien recuperó esa botella del mar y simplemente contestó el mensaje. A esa persona, le doy las gracias, pues, fué la que le dió su verdadero sentido a este blog.

viernes, 1 de febrero de 2008

La torre de marfil


Como frase popular es más usada que definida, no obstante parece que está emplazada en el centro de toda fantasía, mas eso no quita que dicha a alguien o refiriéndose a alguna cosa derivada de la torre de marfil tenga un carácter crítico, ya sea porque la persona está encerrada en sí misma, o porque se trata de una realidad propia de un artista o un científico.
Por mi parte, reivindico todos sus resultados ya sean personales o respecto a obras. No existe otra cosa que no sea mente.
Este cuadro de Giorgio De Chirico a mi me habla de los claros-oscuros de la torre de marfil,
y de eso se trata

lunes, 14 de enero de 2008

Vacaciones 2008

Se me hizo largo el invierno del 2007, ansiaba el calor y la vida de playa.
La foto muestra un mar azul y es lo que voy a buscar.
Este año he tomado una decisión como es no llevar valija.
Acabo de llenar una mochila con ropa minúscula y un vestidito...por las dudas.
Faltan pocos días!!!





Soñamos juntos
juntos despertamos
el tiempo hace o deshace
mientras tanto
no le importa tu sueño
ni mi sueño
somos torpes
o demasiado cautos
pensando que no cae
esa gaviota
creemos que es eterno este conjuro
que la batalla es nuestra
o de ninguno
juntos vivimos
sucumbimos juntos
pero esa destrucción es una broma
un detalle, una ráfaga
un vestigio
un abrir y cerrarse
el paraíso
ya nuestra intimidad
es tan inmensa
que la muerte la esconde
en su vacío
quiero que me relates
el duelo que te callas
por mi parte te ofrezco
mi última confianza
estás solo
estoy sola
pero a veces
puede la soledad
ser
una llama

Intimidad . Mario Benedetti

miércoles, 9 de enero de 2008

STARDUST

Hay algunos temas que son eje en mi pensamiento, uno de ellos es que somos polvo de estrellas. Sin embargo, tomo la palabra inglesa porque está unida y en su unicidad me transmite la idea que invoca: que estamos unidos, que somos uno. El Uno, el Aleph.
Seguramente, volveré varias veces sobre este tema, aunque hoy quiero transcribir un artículo de un escritor nicaragüense, que aunque no participo de su ideario político, he leído su libro "Cuba", en mi juventud.
Su artículo denota conocimiento y humor, con lo que creo debemos abordar tanto aquello que no sabemos como aquello que creemos que sabemos.
Lección que espero algún día aprender.
No me siento responsable de su ideología y si su artículo apunta a otras intenciones que no sean el pensar sobre nuestro origen y naturaleza, por eso lo transporto.
Alice


Intervención del escritor nicaragüense en la inauguración de la Semana de Autor, en la Casa de las Américas


por Ernesto Cardenal

Se piensa que es muy posible que la vida exista en otros planetas de otras estrellas por el hecho de que en el nuestro apareció la vida inmediatamente que hubo las condiciones para ella. El título “Somos polvo de estrellas”, aunque poético es perfectamente científico. Pero cuál es el origen de la vida no tiene respuesta científica.

A esta pregunta el científico Du Bois-Reymond en el siglo XIX, en un congreso de fisiólogos, respondió diciendo: “Ignoramus et ignorabimus”. Y aún seguimos sin respuesta. Me parece que sobre el origen de la vida sólo podemos decir tres cosas: Que la creó Dios, lo cual podría ser una respuesta verdadera o falsa, pero no es científica. Que se creó sola sin ningún Dios, lo cual podría ser también una respuesta verdadera o falsa, pero tampoco es científica, y exige tanta o más fe que la anterior. O que no sabemos, lo cual podría ser científico pero no es respuesta.

Lo que sabemos es que la vida apareció en la tierra hace tres mil o cuatro mil millones de años. Primero hubo moléculas grandes, que procedían de moléculas más pequeñas, las que procedían de átomos formados a temperaturas de 20 millones de grados en el corazón de las galaxias, las cuales se formaron de nubes de hidrógeno y helio que salieron del Big Bang. Algo pues sí sabemos: que la vida viene del Big Bang.

Esto según el relato científico actual de la creación. Hay otros relatos contados de otra manera pero que en el fondo vienen a decir lo mismo. Los indios cunas de Panamá dicen que al principio no había sino crepúsculo. En los Mares del Sur se dice que sólo Ta´aroa existía en la gran inmensidad, cuando no había tierra ni había cielo, ni había mar ni Tahití, y él se convirtió en universo. Los chinos dicen que al principio el Tao no tenía nombre; lo tuvo, y fue la creación. Un pueblo amazónico dice que en aquel tiempo sólo había oscuridad y no había río. Otros dicen que él hizo la tierra de Hawai como una concha marina, y la tierra comenzó a danzar. Otro pueblo dice que en el principio sólo estaba el Uno sin otros, y ese Ser pensó y deseó ser muchos. Otro dice que fueron dos gemelos, los que enseñaron a producir fuego, a cazar las focas, enseñaron a los hombres a hacer el amor, y les revelaron los nombres de las cosas.

Lo que sabemos científicamente es que en el principio no había nada, y surgió la energía, y después la materia que está compuesta de átomos, y los átomos están unidos de una manera que engarzan unos con otros. Así se formaron aglomeraciones de átomos. Y así el orden emergió del caos. Los átomos no tienen forma fija propiamente, son un núcleo rodeado de una nube. Las moléculas sí tienen forma fija, como los encajes de cristal de un copo de nieve. Este es un orden salido del caos. Un orden aún mayor es cuando de la molécula salió la vida.

La evolución de la vida es de lo pequeño a lo más grande. Se pasa de lo más simple a lo más complejo, y lo más complejo es más grande. Los mamíferos han procedido gradualmente de los reptiles sin que hubiera un reptil que de pronto diera a luz un mamífero. De la misma manera la vida ha procedido gradualmente de la no vida. En el agua o el barro moléculas de carbono fueron dando origen a otras moléculas de carbono cada vez más complejas y más grandes, y después empezaron a repetirse, y esto poco a poco fue haciéndose vida. Hasta nosotros.

El universo es uniforme. Sólo hay como cien elementos (cien clases de átomos) en todo el universo, y de ellos estamos hechos nosotros. Y también así es la vida. Todas las células tienen composición similar. Desde la diatomea unicelular hasta la ballena azul (y en medio los humanos) todos los seres vivos estamos compuestos de los mismos amino-ácidos: en total 20 amino-ácidos. Y de una sola célula proceden todos los seres vivos. Y aun de la misma organización de moléculas que más tarde pasó a ser la primera célula. Aunque la diferencia que hay entre la molécula y la célula es tan grande que se dice que si una molécula fuera un automóvil la célula sería la compañía Ford.

Así es que somos hermanos de todos los eres vivos, pero de los no vivos también. Hace poco leía al científico Louis J. Halle en su libro Out of Chaos, quien decía que lo vivo y lo no vivo son sólo categorías con las que nuestra mente divide los seres. No consideramos vivo al cristal de un copo de nieve que flota en el viento, decía él, pero consideramos viva a la diatomea, la bellísima célula de caparazones sílicos con dibujos extraordinariamente delicados que flota en el mar. Y sin embargo las moléculas que componen la diatomea no son más vivas que las del copo de nieve. Y agregaba que la vida de la diatomea es efímera y pronto no tendrá más vida que la nieve, pero nuestras vidas son también efímeras como las diatomeas.

Pero de un unicelular se pasó después a las muchas células. Y no sabemos cómo las células han hecho para organizarse y ser un pulpo, un roble, una mariposa. Hay casos en que crecen sin control y a eso llamamos cáncer. No sabemos cómo en un huevo fertilizado están las instrucciones hasta del color de los ojos de la criatura que va a nacer. Cómo en el huevo de un ave está el mapa de la tierra, y los conocimientos geográficos y astronómicos necesarios para que el nuevo pájaro pueda emigrar de un polo a otro sin que nadie lo lleve.

La evolución del universo comenzó en el Big Bang, y la vida es continuación de esta evolución. Hasta nosotros. Todos los seres del universo hemos nacido del mismo vientre, ese evento tan improbable como es el Big Bang. Y desde entonces empezó la evolución. En la Biblia se cuenta que Dios dijo que todo estaba bueno, pero lo habrá dicho después de algunos billones años de evolución. Con la evolución la vida engendró vida, pero antes la no vida engendró vida. Por errores ocurridos en la trasmisión del ADN se fueron creando variaciones. Y así avanzaba la evolución. Si no hubiera habido nunca un error y todo hubiera sido perfecto no hubiera habido sino microbios. No hubiera habido el paso de la ameba a la diatomea al reptil al simio y a nosotros. Que han sido grados de percibir más y más realidad.

Nosotros somos agentes de la aceleración de la evolución, y agentes conscientes. De la evolución no biológica, conste. Porque la mano humana evolucionó en herramienta. Y ya no tenía por qué evolucionar en más dedos, por ejemplo.

Este vastísimo universo en el que estamos es por nosotros que se conoció a sí mismo. Somos las estrellas estudiando ahora a las estrellas.

En los lodazales de la tierra el cosmos se hizo vivo. Y poco tiempo después (en los humanos) se entendió a sí mismo. En nosotros, a quien un científico ha llamado la más compleja de las moléculas.

En este planeta, de reacciones puramente químicas se pasó a vida inteligente. Pero no para ser mentes múltiples, sino una sola mente colectiva. Preguntaron al astronauta cómo se ve la tierra desde la luna y contestó: “Frágil”. Y también dijo que se ve sin ninguna división de naciones.

Existe lo que se llama el “Principio de la Mediocridad”. Si el sol es una estrella ordinaria, y los planetas en una estrella son una cosa común, y la química de nuestros cuerpos es algo que existe en todo el universo, no hay razón para que en el universo no haya muchos otros como nosotros.

Puede ser que en el futuro próximo las computadoras nos hermanen más. Pero la cooperación ha existido siempre a todo nivel biológico, y es tan antigua como la vida. Preguntar por el origen de la cooperación –se ha dicho– es como preguntar por el origen de la vida. Un factor de la evolución ha sido la cooperación. Y otro el altruismo.

“Altruismo” es una palabra nueva en biología. Ya existía antes pero sin el nuevo sentido biológico que ahora tiene. Cuando el gavilán va a atacar una bandada de tordos que comen en un prado, hay un tordo que silba fuerte alertando a los demás. Es a él al que el gavilán ataca mientras los otros pueden escapar: eso es altruismo. Los genes de ese altruista no se trasmiten porque murió prematuramente, pero se trasmiten los de sus familiares más cercanos, y eso hace que más tarde se produzca otro altruista. Igual sucede con los héroes y mártires.

La primera economía fue compartir. Y la sociobiología enseña que hacer bien a otro es hacerlo a uno mismo. Y que la guerra la tenemos en nuestros genes es un mito de nuestro tiempo.

Una diferencia que hay entre la evolución humana y la de los animales es que las abejas han venido teniendo el mismo lenguaje desde hace millones de años, mientras entre nosotros ya nadie sabe hablar sumerio. La evolución animal ha sido del instinto. La nuestra superar el instinto.

Somos animales que son elementos químicos que son átomos que son sólo niebla de probabilidades. Es un misterio el que el azar pueda ser causa del orden. Pero los electrones parecen tomar decisiones, dice Talbot. Y dice Dysson: “La mente es inherente al electrón”.

Toda especie se va dividiendo y dividiendo. Sólo una se fue uniendo más y más, y ésa somos nosotros, que nos unimos tanto hasta convertirnos en ciudades.

Una vez en el siglo XIX en el Caribe estaba un niño en la cubierta de un barco mirando las estrellas, y sentado junto a él el gran prócer cubano José Martí. Posteriormente ese niño, ya de más de noventa años, relató al escritor cubano Cintio Vitier lo que le dijo Martí de las estrellas, y su relato quedó en una grabadora, y es como oír a Martí hablando. Martí le dijo: “Muchacho ¿tú crees que todo eso fue hecho sólo para que nosotros lo contempláramos un tiempo breve? ¿No te parece que habrá algo más grande que nosotros? ¿Tú te das cuenta de lo que todo eso que estás viendo allí arriba representa, y que nosotros somos parte de eso? Así pues, debes entender que todo eso no fue hecho para divertirnos y que tenemos obligaciones con eso que se ha creado”.

En nuestro tiempo Wheeler ha preguntado para qué sirve un universo sin conciencia de ese universo. Y agrega que el universo es tan grande porque sólo así podríamos estar nosotros. Si no hubiera evolucionado hasta ser del tamaño que ahora es no hubiéramos tenido oportunidad de estar en él. Igualmente dice Barrow que nuestra existencia es la causa de la estructura del universo.

Misteriosa astrofísica es ésta. Que las condiciones físicas hayan producido al hombre lo entendemos. ¿Pero que el hombre haya producido las condiciones físicas para que él apareciera en el futuro? Otro físico ha dicho, aunque ya no recuerdo quién, que el universo tenía que crear observadores de él. (Como aquel niño que había estado mirando las estrellas junto con José Martí).

La tierra era una bola de piedra derretida que se enfrió. Se enfrió en la corteza, pues se dice que en su interior es tan caliente como la superficie del sol. Y la corteza fue quedando llena de toda clase de pedazos de piedra, muchos de ellos terrestres y otros extraterrestres. Y esas piedras un homínido las empezó a labrar. Así se hicieron hachas y flechas. Por el filo del pedernal fue desapareciendo el filo de los colmillos.

El Homo habilis labró las piedras. Pero en su evolución no fue lo más determinante la perfección de herramientas, sino la socialización. O como decimos ahora, la solidaridad. Muchos animales cazan juntos, pero no comparten lo cazado. Cuando el mono compartió la comida ya no fue mono sino humano. El dar y recibir es también lo que nos hizo humanos. Darwin había dicho: “La sobrevivencia del más apto”. Pero los más aptos son los más solidarios. El biólogo Stephen Jay Gould ha dicho que el progreso de la evolución ha sido más por comunión que por combate. En esas selvas no hubo ley de la selva.

Éste ha sido el único animal de posición erguida. Los brazos se le acortaron y se le alargaron las piernas. Ya tuvo una capacidad física para andar en dos pies, y también se dice que ya tuvo una “ideología bípeda”.

El estar en dos pies nos hizo inteligentes. Porque ya no era un cerebro inclinado hacia abajo, colgado de un cuerpo, sino puesto sobre una columna vertical dominándolo todo. Y el cerebro se hizo más grande y con más frente. Llegó a ser cuatro veces más grande que el del mono, y esto hizo que la frente se proyectara hacia delante. Al mismo tiempo las manos ya no fueron para caminar.

Mientras estaba más tiempo erecto usaba más sus manos; y mientras usaba más sus manos estaba más tiempo erecto.

El fuego también sirvió para juntarnos. Propició el lenguaje, el estar contando historias junto a la fogata. El macho tuvo ya una mayor inclinación familiar. De no haber sido así se habrían extinguido los humanos.

La penúltima rama de la evolución habían sido los neanderthales. La última fuimos nosotros (hasta ahora). La manito apretada del bebé es por el pelambre que tenía la mamá y al que él se aferraba. Parece que físicamente el neanderthal era más avanzado que el sapiens, pero no desarrolló los lóbulos frontales como el sapiens, que son los de la imaginación, la ética y las emociones.

Somos también el único vertebrado que fue filósofo. Hacía tiempo que la cola ya no era útil. El fuego no sólo fue útil sino también fascinante. Y todavía lo es; por eso a los niños les gusta tanto jugar con fósforos. Y a todos nos gusta mirar las llamas de la chimenea. Ese fuego había sido traído del interior del bosque, posiblemente de algún árbol que estaba ardiendo. Fue como si se hubiera metido el sol en la cueva. Y a su alrededor danzamos.

El ser humano existe sólo en grupo. Existe sólo como comunidad humana.

Debemos saber también que esta especie humana es una especie afortunada. Tenemos el caso de los delfines. Se dice que son tan inteligentes como nosotros, y tal vez más. Hay delfines que casi han hablado inglés –la lengua de su entrenamiento–– en acústica sub-acuática que es a veces ultrasónica. Sus sonares y radares son mejores que los nuestros. En tecnología no antropocéntrica una gran tecnología. Su cerebro más evolucionado que el de nosotros. Con una visión bajo el agua igual que en el aire. Mitad del ojo con visión acuática y mitad visión aérea. Pero ellos quedaron frustrados en su evolución. Por ser aerodinámicos no tienen mano derecha ni izquierda. No pueden tocar piano ni usar herramientas, y no pueden encender fuego por estar bajo el agua.

Todavía no se sabe por qué nosotros nos pusimos en dos pies. La afición de los niños de trepar a los árboles se debe a nuestro primer estado. Por no andar ya en los árboles nuestros dedos se movieron separados. El pulgar y el índice pudieron así formar un círculo. Los ojos habían sido para mirar de noche y por eso eran grandes. Después fueron para mirar de día pero siguieron siendo grandes. Y también ya fueron para mirar los colores. Esto en la selva monocroma era una ventaja. Un mundo de colores, tridimensional y tocable, para distinguir mejor la fruta dentro del follaje, y cogerla y cortarla, y tal vez ofrecerla. Eso fue ya pensamiento: separar lo concreto de su entorno indiferenciado. Fue ya pensamiento y lenguaje. Eso sería el fruto del conocimiento que dice el Génesis. Sea como sea, la verdad es que el que veamos en colores se debe a las frutas maduras.

La curva hacia atrás arriba del lumbar hizo al cuerpo más erecto y más bello también. Tal vez fue entonces que se sintieron desnudos, con el sexo en medio de sus cuerpos. El Edén era en África. ¿Será desde entonces que ya tuvimos que andar vestidos? En África a orillas del lago Turkana se han encontrado fósiles de homínidos, de los más antiguos, y entre esos fósiles una hoja de higuera: una hoja de higuera que quedó moldeada en el barro ahora petrificado. Se dice que dejamos de tener pelo como los monos para estar más frescos bajo el sol tropical, y que los pigmentos negros fueron un pudor de la piel. El hecho es que desde entonces ya no andamos desnudos.

El Homo erectus es cuando ya fuimos hombres y no monos. Por un millón y medio de años fuimos cazadores-recolectores, con herramientas y con el fuego domesticado. El paraíso no fue algo dado sino tan sólo ofrecido. Algo ofrecido al hombre y no al animal. Y fue ofrecido el progreso al hombre, pero no al animal.

Por eones estuvieron mirando las estrellas, que tenían alguna regularidad y muchas irregularidades, y se preguntaban: ¿Qué serán ellas? Más tarde aprendieron aritmética contando ovejas. Aritmética que ha permitido ahora contar galaxias.

El hombre es también el único animal con nalgas. Y en posición erecta se le ocultó el ano. La mujer es el único mamífero con mamas permanentes, no sólo cuando está amamantando; y también con orgasmo y con celo todo el año. Eso fue para que en aquellas cuevas hubiera un amor permanente. Y para que así los niños, de crecimiento lento, fueran cuidados muchos años, hasta que pudieran valerse por sí mismos. O la especie habría desaparecido.

También el hombre es el único animal que sonríe. Los labios se modificaron, separándose de las encillas, para poder sonreír.

La nariz se alargó hacia delante, igual que la barbilla, y estas dos cosas fueron para poder hablar. Los colmillos se atrofiaron, lo que nos modificó la cara, y también nos permitió hablar. La lengua ya fue menos larga que la de los monos, y esto fue también para hablar. Primero habrán sido sonidos simbólicos individuales, pero después habrán sido de todo el grupo. También el estar mucho tiempo juntos en la cueva habrá aumentado la comunicación. El hombre empezó a hablar, y hablando recordó el pasado y planeó para el futuro –lo que no hacen los animales– y también ya fue consciente de sí mismo, del que hablaba.

Cada vez andaba mejor en dos pies y su mano cada vez agarraba mejor. Esto hizo crecer su cerebro. Y así llegó a su término la evolución anatómica del Homo sapiens; ya no hubo necesidad de más evolución anatómica. La evolución fue ya de otro orden.

Los monos menos humanos se perdieron en el monte. ¿El lenguaje nos hizo humanos o fue el cerebro humano el que hizo el lenguaje? Comenzaron a tener ideas y nociones. Por ejemplo la noción de la muerte. Es el único animal que sabe que va a morir.

El lenguaje fue con fines prácticos primeramente, pero después pasó al mito y a cosas espirituales. Domesticó plantas y animales, pero antes se domesticó a sí mismo.

¿Tal vez los vestidos fueron para ocultar la animalidad? Ya no tuvo pelambre en el cuerpo, tan sólo en la cabeza, para proteger del sol al cerebro, y en el sexo para resaltarlo.

Tuvo ojos bellos, labios bellos y bellos dientes, Homo sapiens. Ésta fue la evolución de una especie para dominar la evolución. Otra diferencia con los animales es que somos responsables. A pesar de que algunos fósiles humanos apenas se distinguen de los de los animales.

El Salmo dice que Dios creó al hombre sólo un poco menor que los ángeles. ¿Pero por qué con pedos y con intestino recto? Y Dios encarnó en el Homo sapiens. Aquello que pasmaba a Tertuliano: el que Dios ––decía– hubiera sido sacado a luz por partes vergonzosas, y alimentado de manera ridícula.

Es el único animal que sabe que va a morir. Pero antes todo cambió evolutivo, hasta nosotros, había sido para la sobrevivencia. Y yo pienso: ¿siendo la nuestra la más adaptable de las especies, no se adaptará también tras la muerte? No es muy difícil concebir que pasaríamos a ser parte de una conciencia colectiva, y que nuestro cuerpo será todo el universo.

Desde antes que el hombre fuera hombre, desde el neanderthal, se ha creído en la resurrección. Sin embargo, de todos modos, sabe que va a morir. Y será tal vez por eso que el hombre es el único animal que llora cuando nace.

La muerte también es un factor de la evolución. Morimos para que nazcan otros, y esos otros sean mejores. Sin muerte no habría especie humana, ni ninguna especie. O sea no habría evolución. La muerte es un fenómeno de todos los sistemas estelares. Pero según Dysson la vida es organización más que sustancia, y por tanto puede estar libre de la carne y la sangre.

Yo diría que esa vida tras la muerte sería una vida no molecular. Estaríamos en la última etapa de la evolución cósmica. Hace cuatro mil millones de años la química se hizo biología. Cabe preguntar: ¿En el futuro no podría la biología ser algo más?

Consideremos a la muerte como otra fase de la vida. O consideremos a la muerte como que es sólo reciclaje. Es entrar a nuevas combinaciones. Es un proceso orgánico. ¿Cómo es este proceso? Yo diría que es como una forma de conservación de la energía. La misma fuerza que nos sacó del caos es la que nos lleva hacia la muerte. Y el científico Prigogine ha dicho que el desorden no es el destino final del que nadie escapa, sino que es algo de donde nace el orden.

El nacimiento del mundo, aquel Big Bang, fue anti-entrópico. Las estrellas son sociales, están siempre en galaxias. Y existe una cosmología común a todas las galaxias.

Las estrellas es donde la materia se hizo luz. Pero es cierto que entre ellas hay hoyos negros que están hechos de nada. Unos piensan que en el corazón de cada galaxia hay un hoyo negro donde el tamaño es cero y la densidad infinita. Y que nosotros giramos con toda la galaxia hacia ese fatal centro común a morir. Pero también se piensa que el hoyo negro es a la vez muerte y nacimiento de la materia. Que el hoyo negro puede ser también hoyo blanco. Hoyo negro aquí y blanco en otra parte.

¿Por qué no pensar que la vida es algo inherente al universo, como lo son el espacio y el tiempo? El cosmos podrá ser todo él un hoyo negro y todos vamos cayendo en ese hoyo ¿pero no sería para resurgir en otra realidad como un hoyo blanco? Pienso que el temor a la muerte es un error de óptica. ¿Qué nos dice el cielo estrellado? Que somos parte de algo mucho mayor, como le dijo José Martí a aquel niño en la cubierta de un barco.

La ley más universal es que todo nace y muere en el universo, aun las estrellas, aun el mismo universo. Pero todo nace de otras muertes, aun las estrellas. Y yo pregunto: ¿qué nacerá de este universo? En la parroquia de Sâo Féliz de Marinha, una pequeña aldea de Portugal, hay un sacerdote llamado Padre Torres Maia, el cual está siempre predicando a sus feligreses que no enfloren las tumbas ni las estén cuidando ni aseando. Cuando él va a visitar su aldea natal nunca va a la tumba de sus padres. Y él dice: “Todas las tumbas están vacías. ¡En los cementerios no hay nadie!”

Los hoyos negros son materia sin dimensión. Los hoyos blancos será el tener todos los muertos dimensión otra vez.

Imagino a los muertos de todas las naciones de la tierra preguntando: “Se triunfará alguna vez sobre la Segunda Ley de la Termodinámica?” Imagino también a Dios diciendo: “He aquí que lleno todo el universo de hoyos blancos”.

Yo digo que la muerte es buena, porque si no, Dios no hubiera creado un universo donde todo muere y todo ser vivo se genera de una muerte. Tan sólo no mueren las partículas elementales, las que no se pueden sub-dividir más y por tanto no se desbaratan, existen desde el Big Bang. En este sentido son eternas. Ellas constituyen nuestros cuerpos y estamos hechos de partículas eternas.

Por eso es muy indicativo que sintamos a la muerte como antinatural. En el fondo no creemos en ella. En el hombre ha sido universal la creencia en la inmortalidad, y ya dije que aun desde antes, desde el neanderthal. Yo me había declarado, y me sigo declarando, comunista, pero mi divergencia con ese comunismo que fracasó en el camino era mi creencia en la supervivencia después de la muerte. Y creo que una de las principales razones por las que ese comunismo haya muerto es porque negaba la inmortalidad.

En el universo todo tiende a convertirse en algo mejor, a ser superior a lo anterior, y eso es la evolución. ¿Y el ser humano no iba a tender también a una transformación?

Demócrito, el de los átomos, creía que el espíritu estaba también compuesto de átomos, aunque estos eran átomos “especiales”. Ahora sabemos que los átomos no son la más pequeña unidad de la materia porque pueden dividirse; la última realidad son las partículas elementales, y Jean Charon sostiene que es en ellas donde reside el espíritu. Ellas están no sólo en nuestro cerebro sino en todo nuestro cuerpo y también fuera de él, y han estado en infinidad de seres. Habiendo en ellas espíritu, tienen memoria y amor, y se han ido enriqueciendo con el tiempo según la trayectoria individual de cada partícula a través de tantísimos seres. Una partícula de nuestro cuerpo puede haber estado en el de Sócrates, y una en el de Jesucristo, lo que me hace recordar aquello de San Pablo de que todos formamos un solo cuerpo y que somos el cuerpo de Cristo. Y me parece también que esta teoría, o tal vez metáfora de Charon, es como una interpretación científica de la reencarnación y de la resurrección a la vez.

Bohm ha dicho que todo se interpenetra con todo. Materia viva y no viva por igual. Y también que cada vez es más inadecuado pensar como individuos. Y hay un lugar del universo donde todo está junto, dice Bohm.

Los electrones no existen, se dice, sino tienen “tendencia a existir” ¡y sin embargo estamos compuestos de ellos! “Un excéntrico elemento del mundo físico” llama Davies a las partículas, y de ellas estamos hechos.

En la dinastía Ming alguien planteó la pregunta de que si había mucha distancia entre la tierra y el cielo. Ahora podemos decir que cada vez hay menos distancia. En realidad entre la evolución y la trascendencia no hay diferencia. La evolución es la aspiración de la tierra de juntarse con el cielo.

Con arena de la playa son fabricadas las computadoras. (De silicio que es el principal compuesto de la arena). Y con esta humilde arena se han calculado los cuasares que siendo del tamaño del sistema solar son más brillantes que un trillón de soles y a veces más que cien mil galaxias; y se ha calculado una billonésima de billonésima del núcleo de un átomo.

En estos hechos científicos yo encuentro mucha inspiración mística y mucha inspiración poética. Por eso desde hace tiempo mi poesía se nutre de la ciencia. Una vez me tocó en Munich leer fragmentos de mi Cántico Cósmico (un extenso poema de más de 500 páginas hecho principalmente con poesía científica o ciencia poética) y leí citas como las de Wheeler al que ya he mencionado, de que un universo sin vida no podría haberse producido y un universo sin un observador no es tal; la teoría de Prosser que todo está en todas partes; lo que dice Bohm, que el universo entero está en cada una de sus partes; lo de Dysson, que parece que el universo sabía que vendríamos; o lo que de Sir Fred Hoyle, que pareciera que el universo es una obra planeada; y lo de Murchi, de que las abstracciones místicas parecen ser la esencia de la materia. Sucedió que en esa lectura estaba presente el director del Instituto Max Planck de Astrofísica de Munich, Hermann Ulrich Schmidt, y él me invitó a que al día siguiente fuera a conversar con los científicos del Instituto. Me parece que fue el famoso Wheeler, el que desde Barkeley, California, había informado al Instituto de Astrofísica de mi próxima pasada por Munich, después de que yo tuviera una lectura en la universidad de Berkeley, y por eso es que llegó a escucharme el director. Así es que al día siguiente yo visité el Instituto Max Planck, que queda un poco fuera de Munich.

Allí estuve toda la mañana conversando con los científicos en torno a una mesa en que había café y galletas. Se habló del Big Bang, el cual no había habido según uno de los científicos; del Principio Antrópico, que fue negado por otro científico; de los extraterrestres, en los que no creía otro de ellos; de sí el tiempo tenía existencia real; de si la física y la mística coincidían cada vez más, lo que uno de ellos negó vehementemente; de si no debíamos decir pluriverso en vez de universo, pues eran muchos y no uno. Yo les expliqué que mis criterios en materia de ciencia no eran científicos, por no tener capacitación para ello, sino poéticos. La ciencia me apasionaba por lo que había en ella de poético, y también de místico –si es que las dos cosas pueden separarse.

Lo mismo les digo ahora a ustedes (y esto es ya casi para terminar) con respecto a esta conferencia científica que les he venido a dar. Científica en cuanto que está basada en hechos científicos o teorías científicas, pero es un material que yo he reunido por lo que encuentro en él de poético y de místico. Son pequeñas notas que he venido reuniendo en mis lecturas científicas, y algunas de ellas ya las he incluido en mis poemas, y otras podrían ser incluidas en el futuro.

He dicho que lo científico tiene para mí un interés poético y místico, pero también pudiera agregar el interés político y el económico que no están desvinculados de mi poesía. No menciono lo religioso, porque comparto la posición de un teólogo portugués, el P. Mario de Oliveira, que pone en boca de Dios estas palabras: “A mí no me interesa la religión sino la política” (con lo cual no hace sino copiar a los profetas bíblicos).

Después de la caída de los regímenes socialistas que a más de la mitad del mundo ilusionaron, vislumbramos con esperanza los albores de una nueva revolución que se viene levantando en toda la tierra, y es la de esos miles de miles de jóvenes, convocados por ellos mismos y con la velocidad de la electrónica, sin partidos políticos ni líderes ni ideologías, reuniéndose en una gran ciudad un día y en otra gran ciudad otro día, o simultáneamente en todas las ciudades el mismo día para protestar contra la guerra y el neoliberalismo y la globalización, y anunciar que otro mundo es posible.

Es la evolución la que está haciendo aparecer a todos estos hombres y mujeres con una preocupación por mejorar el mundo como nunca se había tenido antes. Es una aceleración de la evolución, y es la evolución haciéndose cada vez más y más consciente. Todos somos productos de un mismo Big Bang, desde las sub-partículas más simples que fueron las primeras en juntarse hasta las sociedades humanas más complejas que se siguen juntando. Y no sería científico pensar que nosotros somos ya el final de la evolución. El caballo tiene 60 millones de años. Mientras que el hombre sólo tienen como dos millones de años, el Homo sapiens menos de cien mil años, y la civilización –con el invento de la agricultura y la domesticación de los animales– apenas diez mil años. ¿Podemos imaginar lo que será la humanidad dentro de diez mil años más? ¿Y dentro de cien mil años? ¿Y dentro de un millón de años? ¿Cómo se puede decir entonces que estamos al fin de la historia, o que ya llegamos al final de las utopías?

La evolución tiene reversibilidades y retrocesos, pero después sigue el avance aunque sea por otros caminos.

Todos los cabellos de nuestra cabeza están contados, dijo Cristo. Ahora la ciencia nos dice que todo el revestimiento del estómago y del intestino es reemplazado cada tres días. ¿Será que hay alguien que nos cuida? ¿Alguien que nos está cuidando desde el Big Bang? Me parece que requiere más esfuerzo no creerlo.

Comencé diciendo de que no había respuesta científica para el origen de la vida. Una vez a Einstein le preguntó un periodista cuál era el origen de la materia, y él no contestó una palabra sino que levantó el dedo hacia arriba. Un científico alemán, que es el que cuenta esta anécdota, termina su libro Das Molekül und das Leben (“La molécula y la vida”) diciendo que este dedo levantado al cielo es la única respuesta científica para explicar el origen de la vida. Y es también la única respuesta que yo doy sobre la vida, y más allá de la vida.
















Enlaces Relacionados



Votos del Artículo



Opciones

Versión Imprimible



"

. .

lunes, 7 de enero de 2008

LA MIRADA DEL OTRO

Vigostky dice que la mirada del otro es un requisito imprescindible para entender lo que nos pasa a nosotros mismos. Quizás un blog es justamente la búsqueda actual de esa mirada, confirmando que soy un ser para un otro.
Quizás de la misma forma que cada mañana busco mi rostro en el espejo, también corra a buscarme en el correo y en el blog?
La cantidad y la dedicación de las respuestas serán directamente proporcionales a mi autoestima?
Me pregunto si no será el infierno que nos propuso Sartre en "A puerta cerrada" como es: no poder prescindir de la mirada del otro para ser y al mismo tiempo no sentir que esa visión no se ajusta a nuestra fantasía.
Kundera que también a tratado el tema, dice que todos necesitamos que alguien nos mire y va más lejos haciendo una clasificación de cuatro categorías, según el tipo de mirada bajo la cual queremos vivir. La primera categoría anhela la mirada de una cantidad infinita de ojos anónimos, o dicho de otro modo, la mirada del público. La segunda categoría la forman los que necesitan para vivir la mirda de muchos iojos conocidos. Estos son los incansables organizadores de cócteles y cenas. En la tercera categoría están los que necesitan de la mirada de la persona amada. La cuarta categoría, la más preciada, la de quienes viven bajo la mirada imaginaria de personas ausentes. Son los soñadores.
Yo pertenezco a la tercera categoría, será porque en su insolente mirada, veo escrita mi perdición.

Libros que inspiran este blog

  • Actos de significado. Jerome Bruner
  • Actos del lenguaje. Rafel Echeverría
  • Coaching. El arte de soplar brasas. Leonardo Wolk
  • Coaching. El arte de soplar las brasas en acción. Leonardo Wolk
  • Cultura escrita y oralidad. David R. Olson y otros (comp)
  • El buho de Minerva. Rafael Echeverría
  • El orden del discurso. Michel Foucault
  • El sí-mismo en proceso. Vittorio Guidano
  • El tao de la física. Fritjof Capra
  • El yo saturado. Kenneth J. Gergen
  • Estudios y diálogos sobre la identidad personal. Giampiero Arciero
  • Fuentes del Yo. Charles Taylor
  • Heidegger y la cuestión del Tiempo. Francoise Dastur
  • Hermenéutica del sujeto. Michel Foucault
  • Historia y Narratividad. Paul Ricoeur
  • La construcción social de la realidad. Berger y Luckmann
  • La educación puerta de la cultura. Jerome Bruner
  • La mente narrativa. Juan Balbi
  • la quinta disciplina en la práctica. Peter Senge y otros
  • La quinta disciplina. Peter Senge y otros
  • La terapia como construccion social. Seila McNamee y otro
  • Los anormales. Michel Foulcault
  • Narrativas contadas, Narraciones vividas. Ricardo Ramos
  • Ontología del lenguaje. Rafael Echeverría
  • Pasos para una ecología de la mente. Gregory Bateson
  • Por la senda del pensar ontológico. Rafael Echeverría
  • Realidad mental y Mundos posibles. Jerome Bruner
  • Realidades conversacionales. John Shotter
  • Signo: Humberto Eco
  • Soñar la realidad. Lynn Segal
  • Teoría de la comunicación humana. Watzlawick y otros
  • Wittgenstein: Mundo y Lenguaje. Prades Celma y otro