domingo, 25 de julio de 2010

NACISTE

Naciste en el hogar que precisabas,

Vestiste el cuerpo físico que merecías,

Vives en donde mejor el universo te situó,

de acuerdo con tu progreso.

Posees los recursos financieros coherentes

con tus necesidades, ni más, ni menos, pero

lo justo con tus necesidades terrenas.

El ambiente de trabajo es el que elegiste

voluntariamente para tu realización.

Tus parientes, amigos son las personas que

atrajiste con tu propia afinidad.

Por lo tanto, tu destino está constantemente

sobre tu control.

Tu escoges, recoges, eliges, atraes, buscas,

expulsas, modificas, todo aquello que rodea

tu existencia.

Tus pensamientos y voluntades son la llave

de tus actos y actitudes….

Son la fuente de atracción y repulsión en tu

jornada vivencial.

No reclames, ni te hagas la víctima.

Antes de todo, analiza y observa.

La mudanza está en tus manos.

Reprograma tu meta, busca bien y vivirás

mejor.

“Aunque nadie puede volver atrás y hacer un

nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar

ahora y hacer un nuevo fin”

Chico Xavier

lunes, 12 de julio de 2010

ELTERAPEUTA DESEADO


Reconozco que el título es ambiguo como suele ser el tema cuando es tratado con ligereza y no tanto. La relación terapeuta-paciente es una modalidad afectada por muchas fantasías del imaginario popular. Sería mendaz negar que en muchas oportunidades algunas de esas relaciones han evolucionado del sentido terapéutico al erótico, sin embargo no creo que en número mayor al de otros tipos de vínculos como jefe-secretaria, médicos-enfermeras, etc. Es más, aunque no pueda avalar y sostener lo que digo por falta de estadísticas, como es obvio, se me ocurre pensar que quizás es infinitamente menor en el primer caso debido a motivos muy importantes:

En primer lugar el estudio de la transferencia y contratranferencia nos advierte de ese peligro y sus efectos negativos sobre el tratamiento del paciente, ya no sólo por la dificultad de buena evolución dado que la relación estaría viciada por la misma neurosis de transferencia sino por el antecedente de falta de confianza en otras futuras relaciones terapéuticas. En cuanto al profesional sería una de esas faltas máximas de la deontología, contra sí mismo, y mal vista por las instituciones que suelen representarlo como por sus propios colegas.

Lo cierto es que en el binomio la parte más vulnerable, en principio, se encuentra en el consultante que confiado ante determinado problema concurre al consultorio. Toda posible evolución se realizará a partir de la confianza que ambos depositen en la relación.

Bien pero ese no es el tema principal que quiero tratar aquí. Me gustaría determinar cuáles serían las condiciones mínimas y necesarias para ser un buen terapeuta más allá de lo dictaminado por las teorías pertinentes.

Por supuesto que la idea del sexo del terapeuta suele ser importantes. Las personas suelen elegir uno u otros sexos en función de con quienes piensan que se sentirían más cómodos o relajados para tratar temas que los desvelan. Además las cosmovisiones de género son diferentes.

Luego vendrán otros componentes que serán evaluados en diverso orden. El económico, es decir el honorario, suele ser determinante, quizás mucho más que el tipo de teoría que desarrolla el terapeuta.

Si bien es cierto que la cantidad de teorías y estilos serían casi imposibles de considerar profanamente, es cierto que los caminos son muy diferentes, aunque los buenos resultados -alrededor de un 30 %- se dice que se reparten entre los buenos representantes de todas las escuelas.

Como terapeuta me siento obligada ha escribir estos mensajes que se trasmiten de libro en libro, de boca en boca. Pero quiero olvidarme por un momento que tengo como interlocutor imaginario en mi escribir a otro colega, o algún consultante y me pregunto:- ¿cuál es el estilo de terapeuta deseado? Y supongo que la respuesta ha de ser tan variopinta como personas y experiencias se consulte. Por lo tanto, decido interrogarme a mí misma.

De mis experiencias, rescato que prefiero:

*La no ortodoxia

Seguramente no debiera ejercer ninguna ortodoxia. Tiene que tener una teoría muy sabida pero absolutamente tiene que excederla. Su biblioteca tiene que ser amplísima. No debe estudiar psicología sólo de los libros específicos. Debe abordar al ser humano por todos los ángulos posibles. Filosofía, sociología, antropología, primatología, la mayor parte de los abordajes del lenguaje: ontología del lenguaje, hermenéutica, semiótica, etc. etc. Claro que tiene que poder sorprenderme, estoy cansada de las respuestas de molde, de esas que escribí al principio de esta nota. Tiene que saber que todo lo que hoy es episteme mañana puede ser subvertido.

*Amar el humor

Decididamente tiene que amar el humor, es tan deliciosamente desestructurante y terapéutico aprender a reírse de uno mismo.

*La voz orquesta para el alma

Es importante la voz, desde la forma de modular las palabras hasta el tono parejo envolvente sin ser monocorde. Es imposible llegar al alma con chillidos inarmónicos como orquesta desafinada.

*La comunicación

Está bueno que podamos hablar con cierta elocuencia para ser lo más precisos que podamos en lo que expresamos dado que estamos co-construyendo mundos posibles para mi propia vida. Aunque a veces las voces de la calle en su boca adquieren una dimensión mundana que nos saca de la torre de marfil y la asepsia del consultorio.

*Libertad

Es de suponer que si llego a terapia es porque algo no funciona y por lo tanto se impone un cambio. Pero ese cambio tiene una condición que la persona siga reconociéndose a sí misma y no llegar a convertirse en lo que el terapeuta dice que debe ser. Por lo tanto se agradece si reconoce que hay muchos puntos de vista y muchas éticas posibles.

*Abandono de personaje

Me gustan las relaciones transparentes, que abra la puerta y que sonría o esté serio pero que no se ponga la careta de terapeuta. Así será legítimo cuando me señale que yo me estoy poniendo alguna.

*Sensibilidad y calidez

Sensibilidad y calidez en una medida justa. Esa medida la aporta la misma relación y los códigos implicados.

*La sabiduría de no saber

Existe una exigencia en el desarrollo del rol que parece determinar que el terapeuta debe saberlo todo. Los seres humanos somos universos imposibles de abarcar. Estaría bueno que lo verbalizara cada tanto.

*Transparencia-Congruencia

Hay algo que ha quedado en todas las escuelas como resabio del psicoanálisis que es la total opacidad de la vida personal del psicoterapeuta dado que éste ha de funcionar como pantalla en blanco para las proyecciones del analizando. Si bien entiendo la importancia de resguardar la intimidad del terapeuta y proteger al paciente de los problemas personales de su terapeuta. Entiendo que en este tema es muy importante la transparencia no sólo de lo que hace sino de lo que es.

Esto puede parecer insólito, sin embargo los agentes de salud no siempre son transmisores de la misma.

Sus códigos de vida no deberían ser muy alejados de los del consultante, se corre el riesgo de iatrogenia.

*Definitivamente tiene que ser un artesano, un sastre a medida, su estilo tiene que conjugar con el ser único que soy. Mi medida es su teoría y no debiera ser que su teoría se convierta en mi lecho de Procusto.



domingo, 20 de junio de 2010

TDPM- LA CARA OSCURA DE LA LUNA


Carta abierta a una consultante
Primero hago una aclaración profesional previa, por cuestiones culturales que exceden el motivo de este mail, generalmente cuando hablamos de salud tendemos a dividir en dos planos casi irreconciliables, los médicos hablan de enfermedades físicas y los psicólogos de trastornos mentales, neurosis, psicosis y otras hierbas. Lo cierto es que el ser humano como una totalidad siempre termina siendo una entelequia inalcanzable.
Yo participo de ese universo dual. Trabajo en psicología y estoy casada con un médico, eso me obliga por momentos a volar en teorías abstractas de pura psiquis y en otros a buscar afanosamente las explicaciones en un mundo más positivista de causas y efectos probables sobre una base biológica.
Es decir, soy una "leona de dos mundos", un ojo ve una cosa, el otro lo completa. Llegado ese punto aplico el escepticismo, dudo de la verdad de ambos puntos de vista. Y me esfuerzo por ver a la persona "completa" con su parte biológica, psicológica, social y espiritual. Y busco el camino ´que creo más eficaz para ella entre un sinnúmero de recorridos que yo voy recorriendo junto con ella. Trato de hacer un trabajo artesanal como si fuera un sastre que acomoda la mejor seda que encuentra para que calze sin sobrar y sin tironear sobre la persona. El universo dirá si voy conforme al tao.
Bueno, en este mail, te voy a escribir sobre la incidencia biológica en la psiquis que -claro- es el que más uno rechaza porque su espíritu se resiste a considerar a la persona como un sistema de vertidos hormonales, pero no podemos dejarlos totalmente afuera.
Cuando yo era joven, es decir fértil, un día llegué hasta lo de mi terapeuta y maestro con un problema existencial de esos que parecían sin solución, la vida se había vuelto negra y amarga. Su afecto y dedicación lo habían llevado a conocerme muy bien. En esa oportunidad él me hizo un señalamiento con una pregunta:- ¿Estás en la fecha próxima a tu menstruación? Creo que en ese momento me enfurecí, me pareció una actitud machista, una opinión degradada. ¿Cómo se atrevía a bastardear mi problemática? Sin embargo, mi terapeuta-maestro no era para nada un biologista, de modo que tomé su respuesta que en ese momento parecía no apuntar a la solución del problema y la puse a prueba.
Meses después, volví a encontrar síntomas parecidos. ¿El mundo cambiaba o yo cambiaba?. Hasta que pude ver que el mundo estaba allí y yo lo significaba todo el tiempo. A veces parecía ser vivible y hermoso y otras más allá de lo que pasaba se volvía gris, doliente, sólo podía llorar, las cosas lindas de la vida parecían deslucirse, creía que no había retorno. Sin embargo, días después, casi insensiblemente algún rayito de luz comenzaba a aparecer. Sorpresa!! qué coincidencia! otra vez estaban dando vueltas mis ciclos y la luna volvía a burlarse de mí.
Me preguntarás: ¿y saber eso de qué sirve? Bueno, la primera que se me ocurre es que "el saber es poder" y saber que "eso", es decir, la oscuridad de la luna es algo normal y que debía tenerme paciencia, cambió mucho el sentido de mi existencia. La toma o no de alguna medicación paliativa de los síntomas fue secundaria. Lo más importante era que las exigencias de la época habían hecho postergar y negar mi aspecto femenino. Ahora sabía que eso también iba a pasar...y como dice la canción: Aunque no lo veamos el sol siempre está. Saber de esas "crisis recurrentes" hace que una no se arriegue a "soluciones dramáticas" como cambio de pareja, abandono de trabajo, mudanzas internacionales, repudio de familia. Sabemos de qué hablo, no?
Para finalizar te digo que leas si te interesa sobre TDPM y si querés, podés llevar un calendario de anotaciones de síntomas para confirmarlo o no.
Te mando un beso y cuando pueda, te escribo un mail más existencialista para completar el esquema.
Alicia Bibiana Berini
Virrey Loreto 1520 7° E
C1426DXB CABA
Tel 11 4780 3668
cel 15 4141 5730

Una mujer tiene el TDPM si presenta cinco o más de los siguientes síntomas:

  • Se siente deprimida
  • Se siente tensa, ansiosa o “con los nervios de punta”.
  • Es temperamental o llora a menudo
  • Está constantemente irritable y enojada hasta el punto de tener conflictos con otras personas
  • Ha perdido el interés por lo que antes disfrutaba
  • Tiene dificultad para concentrarse
  • Tiene poca energía
  • Tiene cambios en el apetito, come demasiado o siente deseos intensos de consumir ciertos alimentos
  • Tiene dificultad para dormir o duerme demasiado
  • Se siente abrumada
  • Tiene síntomas fisiológicos como senos sensibles o inflamados, dolores de cabeza, dolor en las articulaciones o los músculos, hinchazón abdominal y aumento de peso

Casi siempre, los síntomas comienzan la semana antes del periodo de la mujer y terminan unos días después del comienzo del periodo. Llevar un registro de síntomas le ayudará a su proveedor de atención médica a determinar si tiene el TDPM.

Los medicamentos que se llaman inhibidores de la recaptación de serotonina pueden ser útiles para tratar el TDPM en algunas mujeres. Estos medicamentos se usan para tratar la depresión.

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viernes, 14 de mayo de 2010

SENSUALICE

Elegí este título sólo para marcar la preferencia en el punto de vista: "sensualice" pretende ser el apócope de Sensual Alice o quizás el imperativo: sensualíse ! como invitación al máximo disfrute de la vida.
En realidad el epígrafe original era "El viaje sensual" pero temí lecturas no sólo indiscretas, sino defraudadas en su afán.
El diccionario de la Real Academia dice de la palabra sensual:
1-Adjetivo, Relativo a la sensación de los sentidos
2-Adjetivo, gusto y deleite de los sentidos, de las cosas que incitan o satisfacen y de las personas aficionadas
3-Adjetivo, perteneciente o relativo al deseo sexual

Bueno, este viaje sensual al que voy a referirme está relacionado con los dos primeros significados.
Se trató de un viaje, no más planificado que los anteriores, tampoco especialmente dedicado. Las prisas de la vida posmoderna apenas pemite visualizar un recorrido mínimo deseado.
El primer punto era volver a Huelva, ciudad donde supimos vivir hace ya casi veinte años y a la que hemos regresado cada vez que hemos podido.
En cada uno de esos reencuentros siempre supieron desplegarse grandes sentimientos de amistad.
Sucede algo extraño; no llego como a otras ciudades, con la expectativa de la sorpresa, quizás por que aún lejos de ella la sigo sintiendo mi segunda casa.
En la descripción de mi identidad no podrán obviarse esos años, es un capítulo tan central de mi historia que si faltase no podría reconocerme. Esa ciudad me dió lo que hoy tengo de extranjera en mi tierra.
También puede ser porque sus propios habitantes no la consideran bella, es a su vista la hermana pobre andaluza, la cenicienta. Olvidan que el mito profundo en que se basa el cuento infantil trata justamente de la bondad de la esencia y la belleza de la transformación.
Envuelta en la calima de su puerto, atada a la costumbres de sus gentes, de terrazas noctámbulas, es siempre hospitalaria y amiga.
La única noche que tuve para recorrerla, iba con mi grupo de amigos, como el coro infaltable que me decía:- no te has ido nunca.
Hablaban y hacían sus comentarios sobre si los últimas obras habían sido las más adecuadas, si los nuevos suelos reemplazan satisfactoriamente o no los antiguos arriates. No sé, ellos saben más que yo, les pertenece históricamente, yo sólo deseo respirarla y llevarme en mi mente la pequeña parte que me corresponde.
Mis sentidos están incitados, satisfechos de haber vuelto. Es noche, ya es tarde, como tantas otras noches de aquel pasado. En algún momento nuestro amigo Pepe dirá que es hora de ir a dormir, ha sido su histórico rol en el grupo y no me equivoco, al llegar a la esquina se despide subiendose a un taxi. Los chistes y las bromas de siempre como si el tiempo no hubiera trascurrido. Yo temo por que el tiempo inexorablemente nos separe para siempre. Pero no hay lugar para palabras de tristeza sólo de esperanza.
José Manuel camina a mi lado, siento que vibra como yo, que está disfrutando de esa riqueza de dos mundos que el destino nos deparó.
Al día siguiente, una poderosa coupé es puesta a nuestra disposición para ir a Ayamonte, nos esperan otros amigos. Es cierto que todos son Pepes y Pacos en esa otra mi tierra, pero cada uno suena distinto, cada uno tiene un rincón profundo en nuestros corazones.
Lo de Rufino en Isla Cristina con un tonteo que duró cuatro horas merece un tratado aparte.
Mis papilas gustativas excitadas por el jamón de jabugo, los vinos, las setas, los mariscos. Mis ojos cansados de casi no pestañar. Los abrazos demorados, los dos sonoros besos, las palmadas en la espalda me vuelven a los sentimientos de placer más arcaicos y profundos. En los encuentros estamos abrazados y saltando y haciendo aspaviento como simios complacidos.
Me gusta Ayamonte. Me gusta su campiña, en cuyas elevaciones visitábamos al loco de la colina rodeado de su biblioteca, un fuego y un caldero donde entibiabamos nuestra amistad y a su menuda mujer, la boticaria del pueblo, la maestra de alma grande, la que difícilmente camine dos pasos sin que alguien la salude, o se pueda entrar a una cafetería de la zona con ella sin que desde otra mesa se nos haga el convite.
Huelva es bella en su naturaleza, es rica de manjares, plena de amistad, ellos viven dentro de ese mundo y creen que todo el resto es igual.
Pero mis amigos me hacen trampa, yo voy a visitarlos por pocas horas y ellos pasan días, meses pensando cómo nos van a homenajear. Yo también trato de hacer lo mismo, pero mis presentes aún pensados, frente a ellos me parecen deslucidos, poco atractivos. Ellos son más hábiles, ¿o debería decir más sensuales?
Sus casas rezuman calor de hogar, el jardín de Aurora verdea y brota en flores, tengo fotos rodeada de tantas flores, que nadie puede prometerme otra imagen mejor del paraíso. Sus gustos por los pequeños detalles hace que torpemente trate de imitarla. Su actitud de libertad hace que de vueltas por su casa como si fuera mía y si en algún momento nos cruzamos, como dice el rezo gestáltico su actitud es: "yo soy yo y tu eres tu, yo hago mis cosas y tu las tuyas, no he venido a este mundo a satisfacer tus necesidades, ni has venido a satisfacer las mías, si nos encontramos será maravilloso". Y por cierto nos encontramos aquella vez en la Universidad de la Rábida y desde entonces ha sido maravilloso. La primera invitación como inmigrante fue a cenar en su casa y la última comida antes de mi regreso fue con ella. Bella y elegante como pocas mujeres que no haya visto en el cine. Espíritu grande, complejo, tortuoso de artista. Me gusta pensarla como mi hermana española.
Jóse, así con acento en la ó es de ese club epicúreo el más conspicuo cultor. Tramposamente hubo preparado todo los ardides, grabó música de época y de nuestro gusto, afiló su cuchillo jamonero, le puso perfumes (per fumun: por el humo) de inciensos sevillanos, ambos juntaron la teobromina del chocolate, y pusieron tres tomos de libros con títulos seductores como "El viaje a la felicidad" "El viaje al amor" "El viaje al poder de la mente" de Eduardo Punset.
Esa noche no dormí, al día siguiente partíamos para un crucero desde Venecia a Dubrovnik, Kusadasi, Ephesos, Santorini, Corfú. Hermoso crucero, mejor de lo imaginado. ¿pero fue realmente así? ¿o esa secta de sensuales onubenses fueron preparando cada uno de mis sentidos para que incitados no pudieran hacer otra cosa que disfrutar?
Yo que adhiero fácilmente a la teoría del complot, creo, no, estoy segura, que todo lo hacen para robarte el corazón. Y bien ganado lo tienen.



lunes, 10 de mayo de 2010

LOS FANTASMAS DEL VUELO IB 6843

La historia que voy a contar tiene varias aristas. Yo tomaré la personal, es decir, la del asombro ante las experiencias.
Siento imposible referir los hechos vividos, sin antes mencionar la sincronicidad de los mismos que es lo que los hace significativos.
Y dejo constancia que se trata del fenómeno al que se refería Jung como la relación de sentido existente en el tiempo entre personas y circunstancias pero que no puede ser explicado por la relación causa-efecto.
El día 8 de mayo de 2010 abordamos en Barajas-Madrid el vuelo IB 6843, muy cansados de un largo trajín de un vuelo anterior desde Venecia y de un desembarco temprano desde un crucero por el Egeo.
Al poco rato de embarcar, mi marido refiere que cree tiene algunas líneas de temperatura y toma un medicamento antitérmico.
Era ya la madrugada cuando se apagaron las luces tratando de facilitar el descanso de los pasajeros cuando por altavoz se pregunta si hay un médico abordo. Siento que en medio del letargo y sudoroso, mi marido se pone de pie y responde al llamado.
Entre dormida pienso que hay profesiones que dejan improntas en la identidad tan marcadas como el color de piel o el sexo.
En su ausencia vienen a mi mente los ya inumerables viajes transoceánicos que hemos realizado, no sólo por motivos turísticos, sino por haber vivido en España.
Hacía tiempo no volábamos por la compañía Iberia, sólo por motivo de pertenecer a otro de esos "pulles" de empresas bancarías y aéreas que se solidarizan por la lealtad de sus pasajeros frecuentes. De pronto tuve la sensación de haber vuelto el tiempo atrás y que las situaciones se repetían. Ese vuelo lo habíamos realizado innumerables veces. El puente Argentina-España no era sólo aéreo. Parte de nuestra vida está en un continente, parte quedo en otro. No me estoy refiriendo a los afectos que acababa de dejar en Madrid y en Huelva bajo la firme promesa de vernos pronto
Se trata de eso y de mucho más, se trata de códigos. Códigos inefables de entendimiento tácito.
Existe en los hechos que relato un nivel que puede ser explicado y también presiento otro nivel implicado con una dimensión no conocida pero fácil de sospechar.
Otra vez, sin buscarlo, mi marido volvía a responder como médico a una empresa española. Esta vez no se trataba de una empresa de salud, sino de aviación. No era un contrato de trabajo, se trataba de un gesto de humanidad, pero era innegable que lo que sucediera se lo debía trasmitir vía su comandante a una empresa española.
Nuevamente, como en otras miles de oportunidades -literal-, muchas vidas españolas estuvieron en sus manos. Mis sentimientos eran ambivalentes, estaba preocupada por su estado de salud y al mismo tiempo orgullosa por su respuesta de ayuda al otro en forma automática sin titubeos a pesar de su fiebre.
Apenas despierta por su movimiento al levantarse, tengo la primera percepción de que el tiempo es circular. No importaba si era en ese momento preciso o hace casi veinte años, la escena era en esencia era la misma.
Sus cuatro abuelos españoles de origen parecieron haberle dejado un legado, especialmente María su abuela paterna, a quién dedico su título post morten.
Lo cual y sin saberlo, claro, lo fue llevando por un entramado destino de labor médica aquí y allí.
Creando la danza de diosa Maya de ilusiones y fantasmas.

No obstante mis divagaciones de ensueño, el paciente era un hombre argentino, quien había viajado a España con tres de sus hijos a buscar mejor fortuna, al conseguir un contrato volvía a A buscar a su mujer y dos hijos más. Hasta aquí la historia tampoco tendría nada de particular, salvo que el paciente había sido empleado administrativo de la misma clínica que mi marido con la singularidad, además, de haber sido anestesiado por el ocasional médico que lo socorría.
Con esto quiero remarcar la excepcionalidad de la circunstancia, estamos hablando de una clínica de atención restringida a un colectivo como los empleados del Banco Provincia de Buenos Aires en relación a una población de 15 millones de habitantes.

Lo cierto es que el paciente estaba muy grave con imposibilidad de traslado siquiera a primera clase, motivo por el cual se acondicionaron los cuatro asientos del medio como cama ad hoc, presentaba disnea, hipotensión (60-40), pulso filiforme, aumento frecuencia cardíaca, sudoración profusa, pérdida de conocimiento por momentos, extrasístoles, hormigueo de los dedos por mala perfusión.
El espectro de posibles diagnósticos iba desde un reflejo vagal severo, una hemorragia digestiva (por antecedentes) a un infarto de miocardio o un trombo-embolismo pulmonar.
El comandante de la nave se informó de la gravedad de la situación y dijo que se haría lo más conveniente.
Sin embargo había que tener en cuenta que para poder aterrizar antes debían arrojarse al mar más de 60.000 litros de gasolina además de pedir autorización para bajar en el territorio que en ese momento estábamos atravesando. A la sazón se trataba de algún aeropuerto de Senegal, con suerte, quizás, su capital Dakar podría contar con un puerto apto.
Estaba claro que lo que se priorizaba es la vida humana. La deontología humana tiene sus propios fantasmas y esos son los conflictos de valores en las resoluciones lógico-prácticas cotidianas.
Aterrizar un airbus en un aeropuerto desconocido con una carga de más de trescientas personas no deja de ser un riesgo, quizás mayor.
Era la madrugada avanzada, ese vuelo no era esperado ¿qué personal de tierra podía asistir semejante aterrizaje?
Aún en el mejor de los casos de que las autoridades senegalesas admitieran el aterrizaje, y que éste se pudiera hacer sin riesgos mayores, el caos estaba asegurado.
Senegal es un país del Africa negra islamica ex-colonia francesa. No se me mal entienda, no estoy diciendo que Senegal sea un país hostil, bien puede ser un punto de destino turístico, y de hecho lo es. Si bien, desconozco por completo cuales pueden ser los acuerdos aeronaúticos internacionales, les puedo asegurar que después del 11S. y otras fechas más, la desconfianza en los aeropuertos, puertos y estaciones es algo que hoy se respira. Imaginar el ingreso de un avión con más de trescientos extranjeros inesperados puede -aún en situación de tránsito excepcional- generar cierta urticante prevención. Ignorar esto es un punto de vista ingenuo dado los tiempos que corren.
Además, luego quedarían las negociaciones por el combustible y el poder volver a aprovisionar la nave. Eso con suerte podía significar unas doce horas más con pasajeros que no pueden desembarcar.
La realidad de los hechos parecía confirmar el continuo espacio-tiempo, las preguntas eran: ¿Cuánto tiempo tenemos? ¿Podemos llegar a Las Palmas o a Río de Janeiro?
El comandante dijo:- "Este es el fantasma de los vuelos transoceánicos". Palabras que acuñé para el título de este artículo, dado que hubo muchas circunstancias que me hicieron sospechar que ese vuelo estaba habitado por fantasmas.
Se dieron un plazo de dos horas, eso permitía ver la evolución del paciente y a la par una decisión aún posible de aterrizaje forzoso.

Por suerte el paciente se fue estabilizando y sus cuidados pudieron ser compartidos con otra médica clínica hasta llegar a Buenos Aires. No sé si el paciente supo alguna vez de su gravedad, ni de la suerte que pudo haber corrido. Sólo cuando escuchó la palabra ambulancia dijo: no, por favor, mi mujer no me ve hace más de cuatro meses, no quiero que me vea llegar así.
El domingo 9 de mayo de 2010 en las primeras horas de la mañana aterriza en forma habitual el vuelo IB6843 en el aeropuerto Ministro Pistarini de Buenos Aires.
Dos hombres hacen fila en migraciones uno, el comandante del avión, en una fila para tripulación y extranjeros, el otro como argentino. Ambos se saludan y agradecen mutuamente, dos desconocidos que por una noche fueron compañeros en la aventura de conjurar el fantasma.

Yo solo fui una testigo somnolienta de lo sucedido, ello ayudó para que percibiera muchos más fantasmas, por suerte de los buenos.
Luego al llegar a casa miré la placa de plata que está frente a su escritorio. La inscripción está fechada el 7 de agosto de 1992, fecha de nuestro regreso al país y dice: "Al Dr. José Manuel Ducid con el mayor afecto y la esperanza del reencuentro, de tus compañeros y amigos de España".
Como se puede apreciar la trama de los destinos está inextricablemente unida, lo que no sabemos es de que manera se valen las circunstancias, las personas y los tiempos para que se produzca lo que Nietzsche llamaba el eterno retorno.





lunes, 26 de abril de 2010

LOS AMORES CONCOMITANTES


Anoche vi la película "Los amantes del café Flore", basada en las biografías y relación de Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir.
La vi detenidamente por varios motivos. El primero es la fascinación que estos personajes pudieron ejercer sobre la intelectualidad de mediados del siglo XX; el segundo, por sus impresionantes obras filosóficas y literarias y sus consecuentes huellas; por último- y quizás más importante- una modalidad que trata de imponer un "revival" de aquella manera peculiar que tuvo esta pareja para relacionarse.
Cuando se leen algunas páginas de sus biografías, pareciera que fueron los hacedores de los lineamientos del amor de pareja y la libertad.
Es más, quizás pueda leerse con la liviandad suficiente como para pensar que ciertas conductas se daban en el vacío y casi sin consecuencias graves para los participantes.
La sería más o menos así. Jean Paul Sartre realiza un acuerdo con Simone de Beauvoir por el cual han de formar una pareja basada en la lealtad por siempre no obstante los devenires amorosos de ambas partes. Cosa que efectivamente cumplieron. En dicha propuesta, el dice que ella le es necesaria, pero en su carácter de escritor y de dar testimonio tiene que sentirse "vivo". "Ud. me es necesaria, los otros son amores concomitantes."
Concomitante es un adjetivo que se usa para fenómenos y no para personas. Imagino que Sartre lo sabría muy bien.
Tengo que reconocer que más allá de su obra, la presencia de Jean Paul nunca fué de mi agrado. Demasiado bajo, con estrabismo, unos dientes desalineados y manchados, viscoso en su hablar, presuntuoso. En cuanto a Simone, todo dependerá de los gustos, inclusive de la época en que fueron tomadas las fotos. No obstante, creo que fue bastante bonita.
Bien, una cosa es leer algunos datos de su vida y otra es demorarse en los detalles de la vida amorosa como hace la película.
A él se lo muestra como pude imaginarlo, jactancioso, querulante. Y a ella batalladora aunque siempre consintiéndo las propuestas de él.
Si bien Simone tiene una amante mujer (su alumna Lumi), pronto él se la disputará, inclusive ella deberá abogar por convencerla para que esté con él.
Pronto Simone confiesa sus celos enfermizos y le pide que la deje libre, pues en ese tipo de relación, ella dificulta poder estar con otro hombre.
Las escenas se suceden, inclusive la vida en grupo, lo que llamaban "la p´tite famille". Lo cierto es que tal como lo muestra la película siempre fue un acuerdo no justo.
Si ambos tenían las mismas libertades, ¿ por qué no era justo? Sencillamente, porque las formas afectivas son diferentes. Está claro que ambos se necesitaban. Sartre en su mundo intelectual, llega a preguntarse quién es él sin Simone, lo cierto es que amorosamente, siempre la relegó y la relegaron sus amantes al llamarla "la vieja".
Según la película Sartre se casa en dos oportunidades una con Tanya, la otra con una americana Carmen. En ambas oportunidades a espaldas de Simone, en la segunda, inclusive la envía a EEUU para poder quedar libre en Paris
De ese viaje a Chicago surge la relación con el escritor Nelson Algren, quién profundamente enamorado de ella le propone matrimonio. La relación con Sartre fue un sino que le impidió su realización.
Indudablemente esta extraña pareja vivió muy intensamente, pero quizás esa posibilidad se dió gracias a que individualmente eran dos grandes personalidades que al unirse lograron potenciarse geometricamente.
Ahora bien, intentar una vida de devaneos y licencias amorosas sin un "genio" que la posibilite, no parece ser una experiencia aconsejable.
Las personas comunes seguramente se encontrarán dentro de los peores sentimientos y emociones sin sustento que garantice una mínima estabilidad.


EL DESTINARIO OCULTO








Me gusta el lenguaje, me gusta el sonido y su cadencia, los matices y hasta sus disfonías. Pero el lenguaje escrito, tiene una dimensión especial.
Escribir o leer es un proceso, que obliga a la reflexión más profunda y a la elección más exquisita de las palabras.
Lo que puedo decir en una charla o en una alocución puede ser pobre o inconsistente en un escrito. Y aquello expresado en la escritura a veces naufraga en busca de su audiencia.
Evidentemente son dos órdenes paralelos, que utilizan el mismo elemento: las palabras, pero de diferente forma.
Escribir o leer son para mí sinónimos de voluntad de comunicación con un objetivo: alcanzar al otro.
Con lo cual, debo suponer que se pone en juego lo sagrado, lo misterioso.
¿Cuándo recurro a la escritura? Casi siempre que quiero comunicar algo que espero tenga una atención especial.
El primer contacto es conmigo misma. Escribir: sujeto, verbo y predicado con sus complementos de tiempo, de espacio, y agente, me obligan al orden, y al estilo.
Luego está el destinario, siempre lo hay. Desde la humilde esquela de notas, o el mail, pasando por los "papers" de un congreso, al cuento, la novela o el ensayo, suponen una dedicación. Puede ser un simple proveedor o la humanidad misma.
Cuando llego a este punto, tengo que hacer una aclaración especial. Aquellos a los que nos gusta escribir y disfrutamos haciéndolo, sin ser exactamente "escritores", casi siempre contamos con una amig@, pariente, en fín, alguien que nos tiene paciencia, que le gusta leer, que tiene ese hábito, que es ¿cómo decirlo?, una especie de juez o de árbitro al que invariablemente se le someterá el escrito a consideración antes incluso de su verdadero destinatario.
Esa persona que comparte casi tácitamente el rito de la escritura y a quién se le otorgó autoridad, está siempre presente como si fuera "un doble" de uno mismo. Sin embargo, no lo es.
La espera de su veredicto está compuesta de esa matería sublime y agónica sincopada al aliciente o la desesperanza.
El rito puede ser un envío a través de unas hojas, o unas líneas virtuales en alguna red o quizás en un encuentro. Y en ese caso, hay un cuadro de relación, dado por dos lecturas. El árbitro lee las líneas escritas, el escritor los trazos de los gestos, quiere saber antes del veredicto si ha podido sacar su pluma para rozar quizás el alma.



domingo, 18 de abril de 2010

AFRODISÍACO






El almizcle seguramente es el punto máximo de tensión en perfumería. Por un lado, es un olor sucio, sexual, incluso fecal; por el otro, es la propia esencia de la limpieza, polvos y sábanas frescas. Es una nota esencial en perfumería, por su carnalidad tridimensional y la tenacidad que da a las composiciones; pero como compuesto, parece estar bajo algún hechizo malvado. Si es natural, conlleva la muerte de los animales que lo producen. En sus formas sintéticas, ha demostrado ser fotosensible e incluso neurotóxico (los nitro-almizcles), y se sospecha que causa graves daños por acumulación en el cuerpo y en el ambiente (los almizcles policíclicos).


Es una nota sagrada, incorporada al mortero de algunas mezquitas para exhalar su suave olor.
Es una nota maldita, y en el siglo IV uno de los doctores de la Iglesia, San Jerónimo, advierte a las mujeres cristianas que no imiten a las mujeres paganas que llevan "almizcle de ratón" (que se cree una identificación errónea de la bolsa recogida del ciervo almizclero).


Sin embargo, los orientales estuvieron locos por el almizcle durante siglos. Los olores fuertes o animales no se llevaban solo como adorno: se pensaba que formaban un escudo protector contra el miasma pútrido que traía enfermedades, según las creencias médicas de aquella época.


Pero en algún momento a mediados del siglo XVIII, las sustancias animales como el almizcle, el civet y el ambar gris se incluyeron en el anatema médico contra sustancias pútridas: el olor del almizcle fue comparado al del estiércol o incluso a excrementos humanos fermentados. Su fuerte olor se decía que desestabilizaba "nuestros nervios más delicados", según la Enciclopedia de filósofos franceses de 1765. Llevar esencias animales se convirtió en un signo de gustos depravados y de dudosa higiene. Con el auge de los valores burgueses, cualquier perfume era sospechoso de inmoralidad, según explica el historiador Alain Corbin en su inmenso ensayo "The Foul and the fragant": "Se desvanece, volatiliza, es el símbolo de la destrucción. Lo efímero no puede acumularse. La pérdida es irreparable (...). Doblemente inmoral, sería preferible que perdiera sus referencias animales y que desaparecieran sus provocativas alusiones al instinto de reproducción, junto al almizcle":

Influída por Jean-Jacques Rousseau, la nueva sensibilidad persigue la comunión con la Naturaleza; se rechaza el deliberado artificio de las fragancias picantes más antiguas. Solo los viejos libertinos y las cortesanas apestaban a almizcle. En el "Tratado de los Olores" de 1777, Dejean sentencia: "para ajutarse al gusto de hoy en día, se debe suprimir totalmente el almizcle y solo añadir unas cuantas gotas de quintaesencia de ambar gris".


Los olores vegetales y delicados se prefieren a esos que recuerdan a secreciones físicas o a funciones fecales. El olor, explica Corbin, se rechaza como atracción sexual. Ahora debe disfrazarse: "No ha habido antes una mayor revolución en la historia de la prostitución".
A pesar de volver a ponerse de moda brevemente tras la Revolución Francesa - los jóvenes monárquicos muscadinos se bañaban en él-, el almizcle es acusado de causar histeria en el siglo XIX. Se utiliza, junto al sándalo y la vainilla, para tratar el sopor sexual en las mujeres, según el sexólogo Havelock Ellis (1859-1936).

Sin embargo, el almizcle no desapareció de los laboratorios de perfumista, y el siglo XIX, obsesionado con el sexo, lo esconde en sus fragancias al igual que los caballeros burgueses escondían a sus amantes. En su tratado de 1857 "El Arte de la Perfumería", Septimus Piesse dice con algo de ironía: "Es una moda actual que la gente diga que no le gusta el almizcle, pero en cambio, tras nuestra amplia experiencia en una de las más grandes perfumerías de Europa, somos de la opinión de que el gusto público por el almizcle es tan grande como todo perfumista desearía. Las composiciones que lo contienen siempre son las preferidas, las más vendidas, mientras que el vendedor tenga cuidado de asegurar al cliente que no llevan almizcle".
Muchas de las recetas para productos de higiene contienen almizcle. En 1900, según el historiador del perfume Annick Le Guérer, los perfumistas prestigiosos como "Houbigant, Lubin, Gellé Frères, ofrecen muchos artículos como jabones que contienen algo de almizcle, preparado con muchos meses de antelación".

Es entonces cuando la percepción pública del almizcle da un giro de 180 grados, para convertirse, como escribe el perfumista Jean-Claude Ellena, en "la señal olfativa de la limpieza". Prohibitivamente caro, el almizcle natural que se utilizaba en perfumería hasta 1970 fue gradualmente reemplazado desde finales del siglo XIX hacia adelante por diferentes tipos de almizcle sintético. Los almizcles policíclicos se descubrieron en los años 50: no son biosolubles en agua y se usan mucho en detergentes así como en productos para el baño.

Moléculas con nombres de ciencia ficción -Galoxolide, Tonalide, Habanolide, Helvetolide - ahora reemplazan los nitro-almizcles descubiertos por Baur en 1888-91, prohibidos en países desarrollados a causa de la fotosensibilidad y las propiedades neurotóxicas (el carísimo almizcle ambrette sin embargo se utiliza todavía en la India).

Ampliamente usado en perfumería funcional, los almizcles policíclicos también se han abierto camino en la alta perfumería:

- el superventas Trésor de Lancôme compuesto por Sophia Grosjman se dice que contiene un 21% de Galaxolide.
- Glow de Jennifer López se rumorea que tiene un 50% de puro Habanolide.
- Según Luca Turin, Le Mâle de Jean-Paul Gaultier no tiene prácticamente nada más que almizcles sintéticos.
- Narciso Rodriguez for Her de Francis Kurkdjian ha interpretado brillantemente el halo de inocencia de esos almizcles artificiales asociándolos con una nota de azahar que es igualmente sintético e inocente.

Los "almizcles blancos" se han utilizado tanto en detergentes y durante tanto tiempo, que se han convertido en un sinónimo de olor a limpio. Sin embargo, juegan un doble juego. Al mezclarlo con las exhalaciones de un cuerpo limpio y desodorizado, también evocan lo carnal. Negar nuestra naturaleza animal y reemplazar su olor con una etiqueta de higiene impecable expresa el deseo de seducir, y de esa forma, el cuerpo se presta a los juegos del deseo.

No obstante, la perfumería no ha rechazado completamente el atractivo de los sucios almizcles de edades antiguas, como descubriremos en el siguiente episodio."

Referencias:

Alain Corbin, "The Foul and the Fragant"
Annick Le Guérer, "Le Parfum des origines à nos jours"
Luca Turin, "The Secret of Scent"
Septimus Piesse, "The Art of Perfumery"
Havelock Ellis, "Sexual Selection in Man"

(Grain de musc, 8 de mayo de 2008)

lunes, 5 de abril de 2010

JUEGO SUCIO: ESTAFA MORAL


Prefiero la palabra estafa a engaño, por que siento que la persona que se siente estafada moralmente, tiene la impresión de que algo le ha sido sustraído. Es posible que todos en algún momento cometamos ciertas formas de ardides, engaños que terminan desarmando al otro.
Lo cierto es que cuando se plantea en una relación de pareja, la pérdida se da para ambos, es decir que habrá una merma en la calidad de la relación misma.
Por lo tanto, creo que la búsqueda de aquellos indicios que nos hagan sospechar que se está siendo víctima de una estafa moral, puede implicar la prevención de futuros males que carcomen los mismos cimientos.
Es dable esperar que en toda relación haya discusiones. La unión o fusión de dos universos es casi imposible, todo lo que se puede lograr es "emparejar" la representatividad de una y otra postura ante el mundo. Así es como se visualizan los partenaires dentro de una pareja, ellos frente al mundo. Pero a veces sucede que las diferentes posturas son tan opuestas que difícilmente puedan conciliarse.
Existe una dinámica que uno tiene que aprender a reconocer en sus pasos: Generalmente comienza con un tema polémico que permite confrontar las dos posturas o visiones, luego, como se trata no sólo de cuestiones racionales, los sentimientos y emociones que acompañan las ideas se hacen presentes, con lo que una simple discusión termina en un verdadero altercado, donde las partes se rigidizan y la vuelta atrás se ve como imposible sin sentir que se resigna parte de uno mismo.
Bien en ese momento es posible que aparezcan ciertas conductas a las que doy en llamar : Estafa moral y que deben ser evitadas en lo posible para garantizar un leal interjuego en la pareja.
Ejemplos:
-Realización de actos violentos (golpes sobre las cosas, portazos, etc.)
-Retirarse del ámbito de la discusión dejando al otro con la palabra
-Aprovechar la oportunidad para realizar viejas reivindicaciones
-Acusar al otro sobre algo que no puede defenderse
-Insultar para dañar la utoestima
-Hacer responsable al otro por cuestiones familiares
-Usar como excusa problemas de salud
-Mostrarse indefenso para luego lanzar un exocet
-Llorar no porque se está dolido sino para desarmar al otro
-Usar la razón del porque sí, por que así lo quiero.
-No aceptar que tenemos un capricho
-No reconocer cuando es otro juego de poder
-Irse a domir sin intentar un acercamiento previo
-Retirar la palabra
-Victimizarse
-Darse por ofendido/a cuando el otro hace un reclamo
-Actuar como si siempre la verdad nos asistiese en todo momento

Todos estos actos son leídos como una declaración de guerra. Muchas veces pueden ser usados en forma inconsciente y en ese caso estamos hablando de lo poco que nos conocemos, pero, a veces son actuaciones conscientes tendientes a obtener un rédito del otro, en ese caso sin duda estamos cometiendo una estafa moral a la pareja.

martes, 16 de febrero de 2010

UN ENCUENTRO de Milan Kundera





















A propósito de Milan Kundera, me resulta imposible leerlo sin escribir. Aunque sea una escritura mental, una frase que surge de las entrañas de sus frases. No sé si él me las sugiere o soy capaz de pensarlas.
Si quiero adentrarme en la psicología humana, tengo dos posibilidades o tomo un manual de teoría psicológicas u observo vicariamente los personajes de sus novelas o ensayos.
Por breve que sea su escrito, siempre es generativo. No importa el tema, siempre me desafía o me confirma.
Por ejemplo, sus ensayos recopilados en su libro "Un encuentro" comienza con un artículo sobre Francis Bacon; pintor que no me gusta, pues presenta un lado brutal de la vida, quizás el que me niego a aceptar y particularmente porque reniego como punta de vista estético.

Bueno, no importa, como soy una persona ordenada, no salteo el capítulo. Apenas dos páginas más allá, ya me presenta un desafío: me dan ganas de revisar nuevamente la obra del pintor con nuevos ojos.
Creo que estoy siendo mezquina, no sólo con Bacon sino con Kundera. El libro pasa de estar compuesto por sus escritos a una reedición con mis pensamientos y cada tantos párrafos, me siento obligada a bajar el libro y detenerme a observar el acontecer del pensar que se da como una burbuja a penetrar. Pronto, estoy tentada al lápiz, a la lapicera, al marcador. Algunas cosas las marco por su agudeza, otras por su audacia, otras por su técnica.
Por ejemplo, su manera de razonar junto con otro autor, él toma el párrafo de ese otro autor y sólo con el entrecomillado va intercalando su opinión, trazando una línea de pensamiento que parece única y al mismo tiempo se puede saber distinguir el qué de cada quién.
Sus declaraciones usando apenas un entrecomillado justo y preciso, no empaña el discurrir.
Dice:-"...toda la Historia de Occidente, se convierte en Bacon en un simple escándalo fisiológico (me obliga a un doble entrecomillado) "Siempre me turbaron las imágenes relacionadas con mataderos y la carne, y para mí están estrechamente vinculadas a todo lo que es la crucifixión..."Acercar a Jesús clavado en la cruz a mataderos y al miedo a los animales podría parecer un sacrilegio. Pero Bacon no es creyente, y la noción de sacrilegio está ausente en su manera de pensar; según él, "el hombre cae ahora en la cuenta de que no es sino un accidente, un ser sin sentido, que sin razón alguna debe seguir el juego hasta el final". Visto así, Jesús es ese accidente que, sin razón, ha seguido el juego hasta el final. La cruz: el final del juego que se ha jugado sin razón hasta el final. No, no hay sacrilegio; más bien una mirada lúcida, triste, pensativa..."

No sé si algún otro hubiera marcado el mismo párrafo, sólo sé que no puedo permanecer indiferente.
A esta altura, mi ánimo cambia, lo que había comenzado a leer sin demasiada espectativa, me llena de entusiasmo (en theos- habitada por un dios) lo que me impulsa a seguir, a compartir pensamientos, a creer que si razonamos juntos, el escritor, el pintor y yo quizás matizando, quitando o agregando de mi propia cosecha, lo que hacemos es expandir el universo.
Ya no importa el tema en particular, y aunque me cuesta admitirlo -no puedo expresarlo de otra forma- llegamos a una cierta "esencialidad"; esencialidad que no está ajustada a la idea platónica sino a una forma de vibración en conjunto que me permite compartir con Otro, aún en sus ausencias, formando el puente humano que significa Un encuentro "con" Milan Kundera
aquel, que en pocas palabras, puede describir aquello que soy, aquello que veo o intuyo pero me siento incapaz de expresar con palabras

NOSTALGIAS DEL FUTURO





















¿Se puede tener nostalgias del futuro? Según uno de mis autores favoritos como Milán Kundera, la respuesta es sí. Y sería una forma gramatical que proyecta un pasado añorado en un lejano porvenir y convierte la evocación de lo que ya no es en desgarradora tristeza de una promesa irrealizable.

Ayer veía cómo se está pronto a conseguir lo que fue tan sólo un sueño del hombre: la invisibilidad.
Desde el punto de vista técnico, las investigaciones apuntan a obtener un metametal conseguido a partir de aleaciones.
Desde una concepción metafísica, la invisibilidad como la muerte ya está en nosotros, y se consigue descubriendo ese meta-lugar que nos libera de las ilusiones.
Veamos sino eso que creemos tan importante: nuestras vidas.
¿Cuál es el sentimiento que acompaña su pérdida? Depende, si la muerte es de otro, generalmente se siente profundo dolor, en algunos casos alivio, más extrañamente alegría etc. , pero cuando se trata de la muerte propia, el ser humano común - si se atreve a fantasear sobre ella- no puede sentir otro sentimiento que el horror, pues la mayoría de los mortales solo vivimos en la intrascendencia, somos devorados por la intrascendencia de la Historia. Con la muerte todo habrá desaparecido: nuestros pensamientos, nuestros actos, nuestros sentimientos, nuestro amor. Y eso que creemos importante como nuestra vida, que funciona como centro de universos personales, sólo es circunstancia convertida en ego. Cuando uno se apercibe de esto, cambia la perspectiva la persona deja de ser el protagonista que creyó ser, es decir el rol principal del guión, y deviene un simple actor "extra", un número indiferenciado que conforma una masa necesaria para que se desarrolle la historia.
Quizás me acusen de un carácter oscuro y visión depresiva, propia de aquellos que nos atrevemos a danzar con la muerte. En ese caso sería incomprendida. Si lo piensan bien y se dan cuenta, lo más pronto posible, es decir, cuando la curiosidad empieza a otear el porvenir -y no lo dejan para los últimos cinco minutos en que semejante toma de conciencia sería brutal- este punto de vista es liberador como cualquier desap-ego.
Para poder jugar con la palabra desapego fui al diccionario etimológico Spes latino-español. Y apego es alienatio, es decir alienación. Uno de los tantos significados de la palabra, aunque todos apuntan al mismo sentido es alejamiento. En el orden médico es un trastorno intelectual y en psicología se lo considera un estado mental que se caracteriza por la pérdida del sentimiento de la propia identidad.
Entonces, desapego es abalienatio, es decir no-alienación, no-ajenidad, no-extrañeza. Es una interpretación algo diferente al desapego budista más materialista si se quiere.
Para graficar lo que estoy diciendo, imaginemos que somos como los actores de esas películas épicas de los domingos por la tarde. Lo único que debemos hacer es "llevar las vestimentas de época", entonces alguien grita: acción ! Se supone que hay una batalla, todo es confusión, bien podríamos en el fragor de la lucha, darle un abrazo al "enemigo"¿ a quién le importa? Y luego, en otra toma sobre la vida cotidiana de un pueblo, nos podríamos sentar a tomarnos unas copas, o darle unas nalgadas a una moza del pueblo ¿a quién le afecta?. ¿Quién específicamente mira a los extras? Nadie, o casi nadie. lejos de los roles principales de la historia, obligados a decir las palabras estrictas de un libreto; eres libre. Libres en nuestras auras mediócritas.
Por lo tanto, si una frase amenaza tu epitafio: " No pertenecia a ninguna tendencia conocida, a ningún grupo, a ninguna escuela! Era diferente y estaba solo/a...
No te preocupes, esa descripción aparentemente crítica y negativa de un ser anárquico, a la luz de esta interpretación pasa a ser una descripción neutra, que sólo el que vive (es decir el que va a morir) puede re-significar positivamente y agregar...era libre y se sentía casi feliz."

Nota: La imágen de la mujer evanescente fue tomada vía internet de una artista española. El cuadro de Degas, bien puede ilustrar la bailarina que esta a punto de ser vencida por La señora de negro.

Libros que inspiran este blog

  • Actos de significado. Jerome Bruner
  • Actos del lenguaje. Rafel Echeverría
  • Coaching. El arte de soplar brasas. Leonardo Wolk
  • Coaching. El arte de soplar las brasas en acción. Leonardo Wolk
  • Cultura escrita y oralidad. David R. Olson y otros (comp)
  • El buho de Minerva. Rafael Echeverría
  • El orden del discurso. Michel Foucault
  • El sí-mismo en proceso. Vittorio Guidano
  • El tao de la física. Fritjof Capra
  • El yo saturado. Kenneth J. Gergen
  • Estudios y diálogos sobre la identidad personal. Giampiero Arciero
  • Fuentes del Yo. Charles Taylor
  • Heidegger y la cuestión del Tiempo. Francoise Dastur
  • Hermenéutica del sujeto. Michel Foucault
  • Historia y Narratividad. Paul Ricoeur
  • La construcción social de la realidad. Berger y Luckmann
  • La educación puerta de la cultura. Jerome Bruner
  • La mente narrativa. Juan Balbi
  • la quinta disciplina en la práctica. Peter Senge y otros
  • La quinta disciplina. Peter Senge y otros
  • La terapia como construccion social. Seila McNamee y otro
  • Los anormales. Michel Foulcault
  • Narrativas contadas, Narraciones vividas. Ricardo Ramos
  • Ontología del lenguaje. Rafael Echeverría
  • Pasos para una ecología de la mente. Gregory Bateson
  • Por la senda del pensar ontológico. Rafael Echeverría
  • Realidad mental y Mundos posibles. Jerome Bruner
  • Realidades conversacionales. John Shotter
  • Signo: Humberto Eco
  • Soñar la realidad. Lynn Segal
  • Teoría de la comunicación humana. Watzlawick y otros
  • Wittgenstein: Mundo y Lenguaje. Prades Celma y otro