jueves, 29 de diciembre de 2011

MI MEJOR DESEO: SABIDURÍA

Cuando llegó recomendado me excusé yo no prácticaba psicogeriatría y ofrecí derivarlo, su hijo insistió. Consulté con mi supervisor, me preguntó la edad, y luego se achicó de hombros como diciendo : ¿qué se puede hacer? Y sugirió:- Hacele un un simple acompañamiento. En aquel entonces, llegaba puntualmente vestido de traje, pertenecía o había pertenecido a casi todas las instituciones más clásicas o emblemáticas del país. Dicen que un terapeuta no debe ser muy igual a su paciente pues sino no puede provocarle ninguna disonancia, ni tan desigual como para apabullarlo. Bueno, este último era el caso. En aquel entonces mencionó que estaba leyendo un libro de Alberto Moravia y que una frase le hizo reflexionar respecto de su merma en la forma de prestar atención al entorno, quizás se dijo: esté deprimido. Yo pensé, si lee a Moravia tendremos material... Ha pasado mucho tiempo, hoy se encuentra cerca de los noventa años. Por su propia decisión puntualmente se encuentra en la puerta de mi consultorio semanalmente, llueva, truene o haga calor, ya no viste traje, ha abandonado algunas creencias, ha renunciado a sus cargos honorarios honoríficamente. Hoy no sólo reconoce un pasaje bíblico, sino también el Tao te ching, el Bhagavad Gita o los aplica. Creerán que es un alarde profesional. En absoluto. Gran parte de lo sucedido sigue siendo un misterio, y quiero que continúe así. Más bien creo que las cosas del mundo, los quehaceres, la crianza de hijos no le habían dado la oportunidad de encontrarse consigo mismo, de encontrar su dharma, tal vez. Hoy lo considero casi un maestro, con una sensibilidad exquisita, me devuelve frases en el momento justo más apropiado para mí. Es sanador para sí mismo y su entorno. Un día llegó muy entusiasmado y dijo tuve una epifanía, no se quedo a esperar si yo consideraba o no lo que acababa de decir, y lo relató: Esta mañana me asomé al balcón y del piso superior caía una rama con una flor, era hermosa y en ese momento supe que aunque yo pronto no estaré acá el mundo ha sido y será maravilloso. Después de tantos años, yo voy a regalarle otra frase de Alberto Moravia: " La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso hay que salvarla como sea".

domingo, 25 de diciembre de 2011

El poder de las apariencias VICENTE VERDÚ 24/12/2011 Este título pertenece al monográfico sobre la moda que Revista de Occidente debe tener todavía en los quioscos. No hay que perdérselo. Ni tampoco perder de vista cuánta importancia desempeña "la apariencia" en el cariz de una época. Constantemente, en las fotografías de la Generación del 27 o en las de la Residencia de Estudiantes, por poner un ejemplo repetido estos días, aparecen grupos de amigos que pareciendo iguales o con gradación distinta, al final quedan resumidos en dos o tres rostros que cruzan las historias no ya como mascarones de toda la embarcación sino como las figuras superlativas respecto a las cuatro o cinco más que aparecen habitualmente en el grupo. Más tarde, al cabo de los años, algún estudioso recuerda que aquel nombre casi borrado o sepultado por el tiempo fue capital en el conjunto. Capital y capitán de todos ellos pero que, por unas u otras razones, el olvido se encargó de absorber en un sumidero. Estos tipos que la historia no menciona sino de mala gana componen, sin embargo, la parte nutricia de aquella masa y aun no siendo siempre lo más sabroso, fueron imprescindibles para que su pasta flora ascendiera. Estos segundones de las fotos, estos descartados de la gran baraja, no son, acaso, ni mejor que el grupo enaltecido, se llamen Dalí, García Lorca o Buñuel, pero no es seguro que fueran peores o que, sobre todo, hicieran tan solo bulto. O sí. Con seguridad el relieve de una generación ilustre sería imposible sin que se abulte con un grupo suficiente para procurarle relieve. El bulto lo es todo. Esa generación destaca gracias a que descuella sobre sus antecedentes y sigue empinada ante sus consecuentes, pero para lograr ese perfil encimado es preciso que su torre posea la argamasa del bulto. No doy ejemplos deliberadamente porque estas líneas no tratan de devolver su perdido perfil a quienes difuminó el recuento de los historiadores sino que están dedicadas a reclamar su importancia indispensable. ¿Fueron entonces discutibles y por eso se les dejó a un lado? Puede ser. Pero ¿cómo suponer una discusión, un argumento luciente, un Ortega y Gasset sin una cohorte de otros polemistas? A Ortega, ya que sale aquí, le chiflaban las tertulias pero era, en buena parte, porque gracias a ellas, al montón de gente que acudía, él hallaba la frase fulgurante y los demás oían. Sin ese pabellón intelectual no se le habrían ocurrido la mitad de ideas que le hicieron famoso. Y ocurrente. "No tiene ideas, solo tiene ocurrencias", decía de él Unamuno. Pero, a su vez, Unamuno no habría podido dibujarse como el búho malhumorado de la época sin el carácter seductor de Ortega. ¿Ortega seductor? No solo necesitaba, desde luego, de la admiración que le regalaban las mujeres bien vestidas sino de un temple optimista y embaucador que sin territorio no habría llegado tan lejos. Una luz de su tiempo, un faro para las juventudes, una luminaria en la España oscura. Todo esto es posible gracias a la hoguera que formaban en su entorno sus colaboradores y detractores. No fue una mediocridad como se ha supuesto que fueran todos ellos sino un rico caudal donde Ortega tomaba aliento y desde el cual, siendo mediático, multiplicaba por mil su secreta medianía. De esa transfiguración sería hija la "apariencia". Aparecer o no aparecer no es un efecto de mayor o menor relevancia intrínseca sino precisamente el revelado. La positivación de la foto. La historia antes de la fotografía ya ha seguido esta regla en los cronistas pero aún más cuando surgió el flash y se necesitaba, para ser técnicamente efectivo, dejar un alrededor poblado de sombras. De esos fogonazos vienen estos polvos. De esa ecuación se derivan los encumbrados en la "z" y quienes siguen diciendo "profesía". Alicia Bibiana Berini Durante la escuela secundaria rechazaba la literatura española simplemente porque era la impuesta y la dejaba de lado por los escritores contemporáneos latinoamericanos. Cuando llegué a España me dí cuenta que para internarse hay dos pasos que no se pueden obviar: La Generación del 98 de poetas y escritores que responden a la derrota de la guerra Hispano.Estadounidense en donde pierden Cuba-Puerto Rico-Guam-Filipinas. Escritores de la talla de Unamuno. Valle-Inclán. j. Benavente. Pio baroja. Los Machado. La otra es la Generación del 27 (que nombra Verdú) se los llama así porque se reúnen para rendir homenaje a los 300 años de la muerte de Góngora en Sevilla. Todos tiene edades parecidas viven los mismos desafíos y responden de formas parecidas a temas como el amor, la muerte y el destino. Buscan formas nuevas pero no quieren romper con lo clásico. La idea es encontrar la imágen y la poesía pura. Nombres como Alberti, Guillén, Hernández, Cernuda, Juan Ramón Jimenez. Dentro de ese grupo luego encontraremos a aquellos que representaron al Surrealismo: Dalí, Buñuel, García Lorca (El perro verde) El estudio de la relación de estos tres en el internado merece todo un estudio y recordatorio que V. Verdú menciona al pasar, pero resalta "LA RELACIÓN" porque si bien cada uno brilló con luz propia, responden a los mismos acontecimientos y de una forma similar: Ganar la imagen y alcanzar la poesía pura. "Sin ese pabellón intelectual no se les hubiese ocurrido ni la mitad de las ideas".

domingo, 18 de diciembre de 2011

MANIFIESTO ALICIANO 0- Tengo un nombre: Alicia. Y como se suele decir “nomen est omen” el nombre es un destino. De origen griego significa lo real, lo verdadero, lo sincero, sin embargo, a partir de Lewis Carroll en el imaginario popular Alicia lleva indudablemente al País de las Maravillas, pero fundamentalmente a la búsqueda tras el espejo. Hay un mito que supone que ese país es de una construcción absurda. En realidad es un reconocimiento a la capacidad humana de soñar. La virtud mágica de Alicia es que su sinsentido tiene un sentido como es el rechazo de la armadura racional que nos han impuesto y que puede ser sustituible por la libertad de establecer nuevas relaciones entre palabras e ideas. Lewis Carroll antes que narrador de historias fue matemático y se obsesionaba por las cuestiones lógicas. Construimos historias a partir de la geometría euclidiana o la matemáticas decimal y convenimos axiomáticamente que uno más uno son dos, pero existen en el mundo otros axiomas que afirman y aceptan que uno más uno es igual a cero y a partir de ese postulado alzan su castillo de naipes. El creador de Alicia, para su relato utilizó una base semejante, pues de haber usado el axioma de la vida cotidiana nadie podría creer que una niña puede entrar a una madriguera de conejo o caer infinitamente, achicarse por un brebaje y crecer por un pastel. Si aceptamos que la realidad puede interpretarse desde otros fundamentos (en base de dos: 1+1=0) entonces esta Alicia podrá jugar otras posibilidades distintas. Hoy intento retomar esa ingenuidad señalando que “el rey está desnudo” aunque todo el mundo diga lo contrario. ¿Cuál es el peligro de un ser como Alicia? El librepensamiento, no porque no estudie los precedentes sino porque con ellos construye un mundo nuevo. A eso apuntaban las pintadas que en París de Mayo del ´68 aludían a Alicia como el sueño libertario. 1- "La imaginación no reconoce límite alguno, no puede ejercerse dentro de los límites fijados por las leyes de lo convencional. Pronto se descubre que la imaginación no puede cumplir mucho tiempo esta función en forma subordinada, pero si la persona insiste en subyugarla cuando alcanza aproximadamente la edad de veinte años, la imaginación prefiere, por lo general, abandonar a la persona a su destino de tinieblas. ...Entonces, Alicia aferrada a su destino de maravillas se dijo:- Amada imaginación, lo que más amo en ti es que jamás perdonas...." De André Breton para Alicia 2- Nada es imposible para quién está dispuesto a arriesgarse. 3- Sólo se puede habitar la fantasía, procura que sea la propia. Cuando no se puede coexistir con lo fantástico, se muere de realidad. 4- Evitar la tendencia a equiparar lo nuevo a lo conocido, a lo clasificable. Eso puede liberarnos de cierta inquietud, pero se pierde la magia de lo único, de lo original. 5- El desborde de la imaginación puede interpretarse como locura, sin embargo los mayores males son provocados por la ausencia de un propósito en la vida, no asumir la libertad y voluntad para alcanzarlo, la negación maníaca de la soledad que nos es inherente y la no aceptación de la muerte como parte de la vida. 6- Quizás si abandonamos sistemas paliativos donde la muerte nos garantice no morir jamás, podamos disfrutar más de la brevedad de la vida. Paradójicamente, el miedo a la muerte es mayor en aquellos que sienten que no han vivido su vida con plenitud. 7- Somos un ser que busca significados y certezas en un universo que no las tiene. 8- El placer es el bien primero. Es el comienzo de toda preferencia de toda aversión. Es la ausencia de dolor y la inquietud del alma. (Epicuro de Samos) a través de Jd Santillán. 9- Todo lo que existe está vivo y supone un alma. Por primitivo que parezca el animismo, es la mejor manera que encuentro de rendir homenaje y respeto a la existencia. (Compartido con mi amigo Jean Mailland Michaud. Choses naturelles. “Le présent défintif. Edition Le buit des autres.2005) 10- Únicamente la palabra libertad debería tener el poder de exaltarnos. Parece justo y bueno mantener ese viejo fanatismo humano. A nosotros corresponde utilizarla sabiamente. 11- Sin amo, sin soberano. El objeto del arte de vivir es la propia vida de cada cual. 12- Nunca olvidar la frase de Henry David Thoreau: “Most men lead lives of quiet desperation and go to the grave with the song still in them.” (La mayoría de los hombres viven en un estado de tranquila desesperación y van a la tumba con una canción todavía en ellos.) 13- Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a la responsabilidad personal y exentas de la autoridad de los magistrados. (Variación del art. 19 de la Const. Nacional ) 14- El entretenimiento que no es arte, no es inocuo, pues nos distrae del pensamiento verdadero como es pensarse a sí mismo. 15- Si existe más de un modo de presentar, enjuiciar o comentar la realidad, prefiero el lado cómico, risueño o ridículo de las cosas. El humor es, en el fondo, un tipo de catarsis o contraveneno espiritual. Como entretenimiento la buena comicidad es mercancía difícil de obtener, por lo tanto, en tal caso, el disfrute se impone. 16- Cuando sientas temor, no lo nombres, creerá que lo llamas, eso lo fortalece, simplemente míralo, no lo califiques y verás como pronto se marchita. 17- Donde no hay liberación, seguro que hay frustración. 18- Hay algo de paradójico en la vida cuando se amplia el conocimiento propio, uno se libera del “yo”. 19- Cuando la mente está libre del deseo de ser algo, de obtener un resultado, está libre de temor y ahí la mente se halla, está en completa quietud y silenciosa. Sólo entonces es posible la creatividad que es la realidad misma.

La moda y el pobre amor

La moda y el pobre amor
VICENTE VERDÚ 17/12/2011 La moda siempre está de moda. Y no digamos ya si Jorge Lozano con la semiótica en ristre, se encarga de un número monográfico, una revista o cualquier otra publicación. Esta vez, y no debe de ser la primera, la emprende con Revista de Occidente, cuyo secretario de redacción si no viste especialmente bien (peor incluso que Lozano) consiente en un nuevo tratamiento de esta importante cuestión. Leopardi, Walter Benjamín, Baudelaire, Jean Baudrillard, Robert Musil, Thorstein Veblen, Simmel, Ortega y Gasset, Barthes, y otros amigos íntimos concurren en el sumario del número 366. Jorge Lozano puede que parezca algo pesado pero es invencible en su capacidad de elección y de persuasión. Cierto que, en este caso, prácticamente casi todos los autores están muertos pero no es desdeñable el lozano trabajo de autopsia y evisceramiento logrado por el editor. Por ejemplo, Ortega, quien fundó esta importante revista, no se para a investigar sobre la importancia de la media calada o la longitud del foulard, sino que se adentra en el espinoso problema del amor y, para empezar, afirma: "El amor está en baja". ¿El amor no estaba de moda el 18 de julio de 1926, cuando publica este artículo en El Sol? ¿Exageraba Ortega para exagerar? Claro que sí. Su hija, Soledad Ortega, con quien tuve la fortuna de compartir dos deliciosos años al frente de Revista de Occidente, me decía que, debido a las estrecheces, su padre (catedrático, además) se veía forzado a incrementar el número de colaboraciones a fin de mes. La pieza Cambio de generaciones que recoge este número (perteneciente al 18 de julio de 1926) es un ejemplo de ello. Ortega no tenía muy claro qué se proponía decir a la línea siguiente, pero los grandes ensayistas, como el mismo Montaigne, no tienen en la cabeza todas las ideas con las que ensayar. Ensayaban con el mismo ensayo el experimento y de ahí que tanto luzcan. Como perlas insólitas, ideas ensartadas al hilo de la escritura. Rotundamente: si un ensayo no se inspira en el juego de la improvisación y sus misterios es todo menos ese género. Un ensayo recae en la sorpresa del experimento tanto para el emisor como para el receptor. Y por tal razón se parece tanto a la poesía. Los poetas han sido, generalmente, muy malos novelistas pero espléndidos ensayistas, desde Pedro Salinas a Octavio Paz. "El amor está en baja", dice Ortega en la primera frase de su artículo y ya se ha metido, a sabiendas, en un berenjenal. Intuye que el amor ya no fuera en su tiempo lo que era antes pero ¿qué es? ¿Por qué? A un ensayista de genuino talante no se le puede arrinconar con esta mezquindad. Los ensayos no son libros de texto ni están destinados a fundar los cimientos de la verdad. "Los griegos -máximos elucubradores- eran superficiales por profundidad", dijo Nietzsche en La Gaya ciencia. La profundidad atasca pero, en la superficialidad, la mente se desliza. Todos los desbarros pertenecen a este deporte intelectual del patinaje artístico, pero, a su vez, esos pensamientos que desbordaron los límites de su tiempo, desde el psicoanálisis a la teoría de la relatividad (ambas cerca de la Gran Depresión) cambiaron las tradicionales medidas de la cancha. Fueron desproporcionadas para su tiempo. Produjeron escándalo y crearon los últimos gritos de la moda. La moda siempre está sanamente de moda cuando el mundo se siente confiado en avanzar. Por contraste, cuando no hay moda o todo está de moda, cuando la moda no importa, por exceso o por deceso, vivimos en recesión. Lo que significa pues que todo vintage es hoy insignificante, cualquier retro pierde excitación. La actualidad, en fin, como estampado, carece de suficiente prestigio para dar rango a aquello que la niega, sea con la semiótica (Lozano, por medio)(*) o con el desganado malabar del no. (*): http://www.ucm.es/info/per3/profesores/jlozano/index.html © EDICIONES EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200 Alicia Bibiana Berini Se dice que la comprensión de un texto como "La guía de los perplejos" puede abarcar hasta 7 niveles diferentes de comprensión. Y esta podría ser mi frase de arranque para un ensayo sobre esta nota de Vicente Verdú, quién al parecer no está aún recuperado de las oscuridades apocalípticas de sus últimos escritos para solazarse en las complejidades. No hace mucho alguien posteó un video de Eric Laurent quien decía:- ¿qué nos pasa? Nos pasa lo que a la sociedad le pasa. Y si bien no comparto escuela con él acordé que "uno es hijo de su época" y no se puede escapar sino es a riesgo de ser un descastado y la moda es su mayor expresión. Aquello que en su momento fue moda y que ayer fue un clásico, hoy pretende volver a ser moda : lo vintage. Esta conversión se tratará de aplicar también a textos clásicos del pensamiento de occidente. Cosa que parece no convencer a Verdú, aquellos escritos fueron lo que fueron gracias a una época en donde parecía que delante sólo cabía el progreso, con lo cual las palabras eran significantes, resonaban porque representaban un algo compartido. No sé que ha de suceder con el nuevo intento de Jorge Lozano, pero tratándose de un humilde ensayo, como su escritora le requiero lo mínimo que se le puede pedir saber cómo se despliega el pensamiento. 1- Para mi la visión sociológica tiene que estar presente en toda consideración humana. 2- Hay que tenerla en cuenta aún en consulta privada, sin embargo la explicación de "esto es lo que nos pasa como sociedad particular o global", no sirve de ayuda al caso particular. 3- Creo que Verdú se olvida de su años y cree que después de su generación viene el diluvio, puede que sí o puede que no, cuando se habla con los jóvenes tiene toda la fuerza, saben que los desafíos son grandes pero aún así no dejan de valorar "su época". 4- Para los que gustan del saber Musil, Baudrillard, Barthes, etc. siempre será su cultura OCCIDENTE y tendrá cosas que decirles. "El discípulo sobre sus hombros verá más allá". 5- Inclusive para oponerse e indignarse habrá que saber a qué. 6- "Nada hay nuevo bajo el sol" aún la respuesta más creativa tiene que surgir de algo, nada es ex nihilo. 7.-Lo anteriormente expuesto no niega la posibilidad de decir NO dado como una de las declaraciones más importantes que un individuo puede hacer. Todo derecho a escoger se basa en el derecho a decir NO. Cada vez que consideremos que tenemos que decir No y no lo hagamos, veremos nuestra dignidad comprometida. Cada vez que se pase por alto nuestro No sentiremos que no fuimos respetados. El NO puede tomar la forma de un BASTA ! hace pocos segundos · Me gusta

martes, 6 de septiembre de 2011

AVOIR LE CAFARD

La palabra “cafard” en francés significa cucaracha, pero la frase compuesta “avoir le cafard” significa: estar deprimido. Como se ve la expresión recoge algo de la sordidez que conlleva el estado. También hay otra frase que es “broyer le noir” , algo así como triturar el negro, se supone que la expresión viene de la asociación que ese color tiene con el mal estado de ánimo y el trabajo que se tomaban los pintores del SVIII que tenían que triturar o moler, para obtener los colores. Me viene la imagen de un mortero en donde se da vueltas y vueltas hasta fundir las más pequeñas partículas en un tinte que contiene todos los colores pero sólo se ve uno: el oscuro. El mismo que creían que provocaba la bilis negra. Cuando profesionalmente abordé el estudio de la depresión tuve que transigir con alguna escuela, no es bueno enfrentar demonios sin un parapeto. No obstante, al igual que los intérpretes de la música, me sometí a los estudios de una técnica, para después “olvidarla” en busca de mi propia nota. Mi actitud pretende ser fenomenológica frente a tal forma de manifestación del estado de ánimo, sé que es difícil de lograr toda vez que objeto y sujeto son coincidentes. En el idioma español tenemos distinguidos los verbos: ser y estar, sin embargo, debe haber pocas situaciones en donde una conjugación se salteé tanto por deslizamiento de un estado a una condición. La mayoría de las veces el que está deprimido se vive como si fuera un depresivo. Debe ser porque el estado es tan abarcador y obturador de trascendencia que difícilmente se crea que se ha de encontrar una salida fácil. En él, el tiempo presente no puede aspirar al mañana y sólo se llena de imágenes y estructuras del pasado. El tiempo es presente pero transcurre lentamente como si se solazara en su presencia dolorosa, sea por los pensamientos, las pesadillas o el insomnio. De la depresión se habla como trastorno de la conducta, como el mal de mayor extensión de la época. Dije se habla, aunque en realidad se menciona o se lo nomina; desde la clínica, los profesionales con prudente distancia; en lo social, se murmura de alguien; laboral y económicamente, como flagelo. Tampoco casi encuentro estudios o escritos en primera persona, casi la mayoría son en tercera persona, o en segunda apuntando a la autoayuda. Parece que bucearla, molerla molécula a molécula fuera una invitación a la espiral del Infierno del Dante. Tiene la característica de ser intempestiva en su visita y una vez instalada es como una diosa malévola que tiene el poder de la ubicuidad: está presente a un mismo tiempo y en todas partes. Distinguida y distante de la Angustia, como la hermana menor y bastarda de aquella, no logra en la filosofía y en la literatura las mismas páginas que aquella. No hay un existencialismo de la depresión, aunque la existencia difícilmente se aparte de ella a no ser por una negación maníaca. Más allá de las variedades y clasificaciones, los signos de la persona que está deprimida suelen ser evidentes: sus movimientos pueden estar aletargados como si la vida lo hubiera vencido –etimológicamente el término latino: “depresus” es abatido, derribado-, también es posible encontrarlo agitado si siente que la corriente lo puede ahogar. El brillo de los ojos puede perderse o por el contrario exaltarse, como si el ser estuviera afiebrado librando batalla ya en los últimos bastiones, pero es la mirada la que nos cuenta que ha desaparecido la capacidad de placer que lo sujeta a la vida. Lo que hasta ayer nomás constituía su razón, su orgullo, su motivación paso a dejar un vacío. La oquedad es áspera, incómoda, insostenible. Es posible que al principio la mente esté sujeta a dos o tres ideas nefastas que supuestamente aluden a ciertos sucesos desafortunados externos. Esos pensamientos pueden mutar pero serán reemplazados por otras representaciones del mismo tenor. Luego, si el estado se profundiza, ya no hay relación con nada, como si se hubiera perdido la causa de la tristeza, del dolor o la desesperación. Ya no hay a qué, ni a quién culpar de tal estado. La persona siente que nada puede cambiar de un modo tal que ella pueda obtener algún tipo de satisfacción. La interpretación del entorno toma los ribetes de un realismo negativo que se impone. En la interacción, esta forma de estar y/o de ser provoca una serie de impresiones en los otros. La primera sensación, quizás la más directa es de que se está frente a algo muy sólido, pesado, inamovible. Esa situación difícil de deshilar para amigos o familiares se presenta como una unidad que tiene una cohesión discursiva ambivalente: por un lado pide ayuda, por el otro, defiende activamente su visión pesimista. A partir de allí todos los argumentos parecieran servir a un solo fin: desarmar el alegato del deprimido que tiende a justifica su malestar. Al comienzo, puede desconocerse la condición depresiva, sólo está sucediendo como si se hubiera generado una nube negra totalmente pasajera. Entonces, la persona no se comprende, ni puede ser comprendida, pues es de algún modo se ha instalado un estado de conciencia alterado al habitual, es como si la negatividad hubiera ganado a la posibilidad. Es probable, que una vez conocida la situación de la persona se genere en el entorno alguna preocupación, o quizás compasión. Sin embargo, suele ser una etapa precaria dada la condición de casi imbatibilidad del estado de ánimo depresivo, es una fuerza que para irradiar negatividad consume energía. Pronto, se instalan sentimientos de esterilidad, insuficiencia, impotencia y agotamiento. El padecimiento que impone el desánimo provoca en el medio una conducta revulsiva de escape en aquellos que pueden hacerlo o de irritación en los que se ven obligados a permanecer. Cuando no, son arrastrados al mismo estado depresivo por repetición de tonos, silencios, y modulaciones respiratorias que se acompasan para no provocar disonancias en el afectado. Salvo con una intención meramente comunicativa, dificulto que los sentimientos y emociones que atraviesa una persona en semejante estado de ánimo pueda hacerse constar. No sólo por las características personales del individuo, sino también por su capacidad de auto-conocimiento, y de auto-referencia, como su capacidad de reconocerse agente de aquello que le pasa. Aún así me gustaría ilustrar la depresión como si se presentara en etapas: En una primera es como sí estuviese escuchando un concierto, el tema que se está tocando puede gustarle o no, pero de pronto algunas notas comienzan a sonar extemporáneas, desafinadas. Son sólo momentos, instantes quizás, donde el segundo doloroso se hace eterno. No sabe cómo, ni de dónde, pero la fuerza de la torre queda herida por el rayo. Seguramente confuso saldrá a ver que provocó ese disturbio en el mundo. Y de golpe, casi como una revelación, ese mundo que hasta hace muy poco significaba todo para él, se hace plano, deja de haber luces, no hay cosas ni personas que funcionen de atracción. Pierde valor, tiene sensación de extrañeza ante algo que dejó de reconocer como propio. Se convierte en una maqueta absurda al perder el sentido. Y ante un mundo netamente absurdo que ha perdido sentido, ¿qué futuro puede haber para él? Los roles, los trabajos, las luchas son demandas para las que pronto se sentirá incapacitado de responder. En algún momento, aparece el enfrentamiento con el Yo, aunque sea para preguntarse:-¿porqué a mi? Ya se trate la depresión de una enfermedad o de simple condición humana, pareciera la última instancia que se impone a la conciencia que se cree impenitente. Por eso siempre va acompañada de culpas auto-inflingidas. Es posible que se experimente ese gran desasosiego como una prueba de incumplimiento de alguna ley moral o religiosa. La depresión tiene tanto de pérdida como de fracaso, es un gran duelo por que las cosas no fueron como se esperaba. Por eso la desesperanza es el sentimiento generalizado y distintivo. Entonces, la voluntad de vida claudica cuando falló previamente la fe.

sábado, 3 de septiembre de 2011

LA TEORIA DEL JUEGO EN LA GUERRA DE LOS SEXOS

“El amor es la eterna historia del juguete que los hombres creen recibir y del tesoro que las mujeres creen dar.” Honoré de Balzac ¿Es posible pensar y en tal caso, sentir por fuera de los esquemas acordados y aprendidos? La respuesta que me surge es que sí, pero tal actividad puede llevar mucho esfuerzo y dedicación. Pero además esa primera pregunta remite a otra:- ¿se puede pensar “distinto” dentro de una sociedad que casi como constante constriñe a la masificación, a la respuesta fácil, al clichée? ¿Cuando comenzamos una relación con una persona determinada, además de la simpatía o la atracción que nos genera, tratamos de establecer un auténtico contacto? Es decir, tratamos de “ver” quién es “verdaderamente”. O por el contrario, sacamos conclusiones de apariencias, actuaciones, imposturas, etc. He conocido muy pocas personas que a la hora de una cita no hayan hecho previamente un cónclave con las/os amiga/os para las instrucciones de rigor. Luego, entre saludos, buenas ondas y recomendaciones parte al encuentro como quien va a dar un examen con las lecciones recién aprendidas. Lamentablemente de madres a hijas, de padres a hijos se han transmitido generalizaciones ideológicas sobre qué es un hombre y qué es una mujer y sus diferentes comportamientos. Está bueno, ver el encuentro como una gran aventura y también es lógico que uno quiera llevarse una guía para no perderse. Lástima que ese mapa es viejo y se encuentra ajado y lo peor es que no responde al territorio. En tal caso, sucede como con el lecho de Procusto, se recorta la realidad para que se ajuste al esquema. Los grupos de amigos y de amigas se han convertido en cofradías que lejos de ayudarnos a las buenas relaciones con el otro sexo, son encuentros que terminan complotando contra la pareja. Para la guerra de los sexos se requiere mucho más que dos contrincantes, aunque cada batalla se libre aparentemente sólo entre dos, siempre hay una ideología y una logística que la sostiene. Cada cual puede ver el tema como quiere, pero no nos engañemos: las amistades no suelen ser amigas de la pareja. En la mayoría de los casos en la actualidad, la pareja es apenas un afluente y no la corriente principal. Quizás estén en desacuerdo con mi escala, pero es que nada obliga a tener pareja. Ahora si se decide por ella, hay que saber que requiere muchísimos cuidados, sino se desluce y muere. También requiere algo de renunciación, algo tiene ceder del “Yo” para “el Nosotros”. Puedo entender los miedos a generar un “verdadero encuentro” con otro, porque puede transformarnos. Y particularmente cuando se trata de quien puede ser por un tiempo a determinar “nuestro testigo privilegiado”. Aquel/lla con la que hemos de comulgar se puede convertir en el espejo más feroz. La relación puede convertirse en una magnificación de nuestros aspectos más oscuros. Muchas veces, la pareja suele ser como una institución inquebrantable que nos devuelve nuestro capital más sus intereses. Ahora bien, si se decide por buscar una pareja, creo que lo mejor es abandonar todo antiguo mapa y dejarse llevar por el GPS intuitivo que todos llevamos dentro. El acercamiento es hacia una persona, no hacia un modelo. Lo intuitivo puede ser el comienzo, lo básico, lo más elemental del animal que somos puede detectar kinestésicamente que va con cada uno. Luego se irá subiendo en una gradación que convenientemente no debe dejar fuera lo razonable y “nuestra” escala de valores. Marqué especialmente la palabra “nuestra” pues se trata justamente de apelar a la persona que trata o ha tratado de revalorizar sus “propios” valores más allá del grupo social al que pertenece. Tomando una frase sería: Algo que tenga sentido para mí, algo por lo que valga la pena vivir o morir. Cuando se habla de una cuestión de piel respecto de una persona, se hace una referencia a una química íntima y no a un trato epidérmico, poco profundo respecto de las complejidades del otro. Al respecto, es notorio ver como en una relación de conocimiento generalmente un tema lleva al otro casi sin solución de continuidad, sin embargo es llamativo como a veces, a una segunda pregunta secuencial respecto de con quién está saliendo, de quién se está sintiendo enamorar no puede ser contestada. No se trata de comportarse inquisitivamente, pero tampoco a no hacer preguntas por miedo a las respuestas. Cuando digo que no hay que llevar mapas, me refiero a ninguno. Las revistas femeninas son un negocio, ahora venden con lo que páginas más atrás desmienten. Los test, los temas propuestos en forma general no representan a nadie, es un producto a vender, igual que la seducción de un perfume o un cosmético. Las generalidades no definen nada: Los hombres no son iguales, las mujeres tampoco. Muchas de esas pretendidas universalidades a fin de ser repetidas han causado mucho daño. Ej: Los hombres no lloran. El problema no es que ellos hayan sido educados y lleguen a cumplir dicho mandato, sino que las mujeres lo terminan creyendo y tergiversando por “los hombres no sienten”. Entonces los van tratando como paralíticos emocionales. Y primero como madres y luego como mujeres vamos construyendo la profecía auto-cumplida. Otra muestra de ese estilo es el refrán que dice que: “los hombres mienten amor por conseguir sexo y las mujeres mienten en el sexo para conseguir amor”. A ver, sonriamos un poco para distendernos porque suena seductora para creérsela y adoptarla. ¿Pero hoy qué realidad representa? Tanto las conductas que banalizan el sexo como la falta de amor y cuidado son cumplidas indistintamente. Ahora bien, si las personas no están obligadas a establecer relaciones afectivas, lo hacen por necesidad o placer, se supone que las reglas se deben parecer más al juego que a la imposición. Ver los roles femenino y masculino o sus variantes acordadas, es un juego que no tiene porqué desdecir la igualdad de los sexos que supimos conseguir. Es como cuando uno juega al ajedrez y determina que uno juega con piezas blancas y el otro con piezas negras. Se trata de acuerdos tácitos para acciones complementarias y posibles de ser coordinadas. De lo contrario, se termina en un caos, sin nadie que pueda hacerse responsable de algo en común. Los juegos se juegan para placer y beneficio de ambos. Si el juego pierde su balance es necesario volver a contratar. Caso contrario, la única variable que se sabe jugar del juego de los sexos, es el de la guerra de los sexos.

sábado, 13 de agosto de 2011

TRAS LA ILUSION DE LA ELOCUENCIA












Aún recuerdo cuando cantábamos con mis primas, una vieja canción que decía: “Se me ha perdido una niña... cataplín, cataplán, cataplero. Se me ha perdido una niña en el fondo del jardín.”
Hoy, después de muchos años, podría volver a cantarla, salvo que no pierdo niñas, sino palabras que fueron mías.
Cuando esto sucede es probable que mi cara se descomponga como signo de contrariedad, mientras que otra parte de mí, sigue hurgando y desafiando por encontrarla.
Es probable que ante tal circunstancia, la otra persona no entienda exactamente lo que me está sucediendo. También es posible que interrumpa el flujo principal de lo que estoy diciendo para aclarar que he perdido una palabra que explica más precisamente lo que quiero decir.
Y entonces, casi invariablemente, la otra persona, no le adjudica demasiada importancia a mi minúsculo drama. La otra persona interesada en la conversación, una vez comprendido el sentido general de lo expuesto, poco le interesa cierta precisión del lenguaje tomado sólo como preciosismo o floritura.
Ante esta circunstancia seguramente no he de escapar a los chistes de rigor, o a la amenaza de ciertas enfermedades neurológicas. No pretendo negar probabilidades estadísticas.
Simplemente quiero expresar mi aflicción. La angustia particular que me provoca esa pérdida no se iguala a otras. Se que las capacidades que hemos adquirido a través de los años irán disminuyendo. Sin embargo, la adquisición del lenguaje y su enriquecimiento a lo largo de los años ha significado una de las luchas y al mismo tiempo, uno de los placeres mayores.
Obviamente, no siempre ha sido así. Durante los primeros años escolares, la palabra ya era un hecho incuestionable, por cierto, toda posibilidad de enseñanza y aprendizaje estaba basada en ella, pero no me percataba. Luego, aprendí a escribir su sonido deletreando, luego incorporé otros significados y con ellos pronto me di cuenta que podía habitar infinitos mundos.
Los juegos del lenguaje, los actos de significado, las narrativas biográficas, las descripciones del entorno se transformaron en imágenes. Los sonidos de las palabras, las cadencias de mi idioma como también la de los idiomas extranjeros, me develan lo más entrañablemente humano que tiene el hombre: Su capacidad de simbolizar su pensamiento y comunicarlo. Entonces, ¿cómo no iba yo a enamorarme de las palabras?
El primer gran regalo de mi padre fue el diccionario enciclopédico. Luego hubo otros, de sinónimos, de antónimos, etimológicos, de imágenes. Aún hoy suele ser uno de mis entretenimientos favoritos, buscar el término más ajustado a lo que quiero decir. A veces me gana su estrictez etimológica, a veces su sonido, otras su capacidad de evocación.
Se trata de un aprendizaje infinito, tras la "ilusión" de la elocuencia, que como un cebo ideal nos traslada de la prosa de un escritor, a la musicalidad del poeta, a la transmutación inevitable de una traducción. El lenguaje es un velo que a veces se descorre para permitirnos entrever la idiosincrasia de un pueblo y otras se cierra en la impotencia de la incomprensión.
Poder oír a quien hace un buen uso del lenguaje, con todos sus matices, nos permite experimentar otros puntos de vista, "presenciar" otras realidades, no estar atados al tiempo y al espacio circundante, comunicar profundidades, transmitir los meandros de la mente humana y eso inevitablemente tiene que producir el goce de la comprensión de lo complejo, entonces el mundo se hace rico en sus dimensiones y se conjura el aburrimiento. Por el contrario, es devastador saber que la falta de las palabras que nominen hace que las cosas no existan.
De ese largo viaje, llevo en mi maleta muchas palabras, al igual que las vestimentas, algunas las uso a diario, otras en ciertas ocasiones; será por eso que muchas también envejecen.
Mi tristeza ante la pérdida de una palabra quizás se deba a un cierto perfeccionismo, ¿porqué negarlo? Pero quién ha usado un lenguaje técnico sabe que algunas de ellas son tan precisas que se necesitaría un gran número de ellas para querer decir algo parecido pero nunca lo que se quiere significar. Se me podría decir que el lenguaje cotidiano no requiere de tal precisión. Es probable, pero cuando uno ha hallado una o quizás varias para expresar y determinar su mundo y su significado, el uso de otra similar le hace sentir a uno extraño porque el universo pudo haberse modificado por tal detalle.
Cada palabra tiene su magia. Cada pronunciación activa sonidos primordiales. Acepto que son convenciones de una sociedad para un tiempo determinado, sin embargo, algunas tienen vida propia y relación exhaustiva e intrínseca con lo que nombran. Es como si las palabras fueran el nombre de las cosas; y las cosas hubieran hallado su lugar en el cosmos y su identificación.
Este escrito fue motivado porque había perdido una palabra. Pasé días tratando de recordarla. Me decía:- Ya va a volver sola, pero no volvía. Entonces, trataba de recrear toda la frase haber si por simpatía con las restantes significaciones, aparecía, pero nada.
Recordaba que la palabra que buscaba tenía una cierta cacofonía, entonces silabée y balbuceé un rato haber si la encontraba, pero el resultado fue nulo.
Como tenía en mente lo que quería decir, se me ocurrió volver a mis diccionarios pero allí descubrí la verdad más dolorosa, el camino es de ida y no de vuelta. La palabra me da el significado pero el significado no siempre me da la palabra.
Llegué a pensar que la había perdido para siempre. Llegué a preguntarme:- si acaso la encontrara ¿la reconocería?
Hoy después de varios días, y por vía de sinónimos volví a encontrarla. Creo que la voy a anotar y la voy a guardar en este escrito para no perderla otra vez, pues creo que por el desarrollo mismo de la cosas la voy a necesitar. La palabra de marras era "quisquillosa" (ay!que horror! estimado Freud) y llegué a través de un término similar "cascarrabia"; pero claro, no es lo mismo.



sábado, 30 de julio de 2011

EL HOMO SAPIENS EXTINTO




Mi amigo E. me preguntaba el otro día ¿cómo era que encontraba los temas de mi escritura? o ¿cómo es eso de sentarse y escribir?
Supongo que el proceso debe ser particular en cada persona que disfruta de ser escritor aunque no sea publicado por editoriales comerciales, o siéndolo, no es conocido. Seguramente también habrá muchas coincidencias sobre temas tales como la inspiración, el medio (lapicera, computadora), los temas, el estado creativo, la laboriosidad que requiere el lenguaje, etc.
En mi caso escribo a partir de un desafío, a veces es la idea de otro que me es dicha, escrita o revelada, entonces mi mente parece preguntarse: ¿cómo veo yo esa realidad? ¿cómo relacionan mis experiencias con determinado tema? ¿qué fibras afectivas vibran en forma incesante a partir de ciertos ítems?
Cual puntapié inicial, surge un impulso en mi mente que describo como una necesidad por ordenarse. Las ideas están allí, pero el escribir, les da forma, las tornea, como dice Santiago Kovadloff… “no se escribe para decir algo que se sabe de antemano, sino para llegar a saber qué se quiere decir y para verificar hasta dónde ese querer se encarna en lo que se dice”…
A mi lo que más me desafía es la observación; luego son las sensaciones; en algún momento aparece mi deseo de comunicar o de compartir mi mundo; también es el placer lúdico de las palabras, sus ambigüedades, sus evocaciones, su estética; y por último, aunque no tan marcadamente como en una fábula, tengo la necesidad de una enseñanza.
No es que posea una particular vocación docente, sino que creo que debemos estimularnos unos a otros para a ser mejores seres y que lo humano aún está por alcanzarse. Y ese es el desafío, el que debe inscribirse con mayúscula: Ser Humano.
A veces temo que mis proyecciones a partir de la observación y la relación de los elementos se haga realidad, es decir, que la tecnología lleve a incluir en la evolución del hombre, artefactos, chips, programas necesarios para su rendimiento y prolongación de la vida a costa de sus afectos.
Si eso sucediera, imagino antropólogos, en el futuro, hablando del homo sapiens extinto; en fin, de la especie que somos o seamos considerados a partir de las muestras o retazos de nuestra cultura.
Si no alcanzamos una excelencia como especie, me gustaría pensar que -muchos de aquellos que no hemos sido los preclaros guías de la humanidad- al menos hacemos el esfuerzo por lograr un mundo mejor, aunque más no sea educando a los que nos siguen, curando o ayudando a otro, embelleciendo un jardín, escribiendo un poema o poniéndole música a un amanecer.
Si llegamos a categoría de homo-sapiens extinto, probablemente el cyberborg (storage system) que nos suceda en la evolución, sea un ser más inteligente, porque la tecnología tenderá a replicarse sobre sí misma requiriendo más y más efectividad en detrimento de la afectividad. Mientras tanto, deseo que mi huella sea como una divisa: “Dejar testimonio del extraño y empedrado camino que tiene el hombre en ser humano, su existencia, con el conflicto de afecto y valores, como eslabón del devenir.”

Lo que no sabe mi amigo E. es que él mismo es un estímulo para mis escritos. Hace años que compartimos pensamientos. Diferentes edades, diferentes experiencias, todo muy enriquecedor. Cada semana intercambiamos historias, libros, películas, notas.
Hace ya mucho tiempo, le había contado mi idea de la evolución.
En forma resumida: Como nada está concluido, el hombre también entra en esa evolución, sin embargo a diferencia de la evolución natural de las especies, la tecnología ya no podrá quedar afuera.
Fue después de haber visto dos documentales para aquel entonces. Uno sobre la generación de piel en laboratorio y el otro sobre las computadoras que auto-actualizan su conocimiento a partir de la interrelación con otras inteligencias. La posibilidad de actualizar el conocimiento sin necesidad de nueva programación es algo muy similar a lo que ocurre con los humanos. Y ahí, sin mediar voluntad de conclusión alguna, la relación que se estableció entre ambos fue reveladora: La evolución ya no sería sólo un desarrollo natural de branquias a pulmones, o de escamas a piel o viceversa.
Si no mediaba algún desastre que nos borrara de la faz del planeta. La evolución iba a ser una creación del hombre por el hombre. Y sí, la idea da cierto escozor.
Obviamente, el tema no lo hablé más que con dos o tres personas. Siempre tuve la sensación que el afecto por mí era mayor el efecto que causaba por lo que contaba.

En aquel entonces, E. me miró con cara algo incrédula, debe haber pensado en uno de mis desvaríos de Alicia en el país de las maravillas y palió la circunstancia hablando de otra cosa.
La semana pasada, E. me trajo un artículo de Enrique Valiente Noailles para el diario La Nación, allí con precisión de estudios universitario ya se deja entrever la probabilidad de realización de aquella teoría que sonaba extraña.
Luego de leerlo, me quedé preguntándome, si el criterio de mi amigo para la selección y recorte de la nota fue por la habitual forma exquisita del autor para expresar una idea o quizás que aquella loca idea había anidado en su mente…y hoy, volvía a desafiar la mía.

lunes, 25 de julio de 2011

EL BICHO DE DIVAN







...la otra es la Rosa profunda...



“Recuerdo esto solamente;
el sobresalto de la rosa,
oráculo absoluto, el asfalto
levantándose contra la nada”
Milo de Angelis




Alguien que me honra visitando mi blog, me ha pedido que escribiese sobre una tipología muy particular: EL BICHO DEL DIVÁN.
Nunca escribí a pedido, sólo escribo sobre aquellos temas que marcan mis días, mis impresiones, mi profesión.
Personalmente no conozco al bicho de diván. No creo en esas clasificaciones. Todos podemos, en función de cada momento, necesitar alguna ayuda. Si alguien se convierte en bicho de diván,en el sentido que se eterniza en la consulta, lo más probable es que haya algo no bien encausado por el profesional a cargo.
De todas formas veamos: La palabra “bicho” significa animal pequeño, también puede estar asociado a “lo malo” y asimilarse a sabandija. Lo más probable es que toda la frase aluda a raro, extraño, difícil de entender por los demás y por si mismo, condenado a revisarse en un diván.
Entonces, un bicho de diván parece un bicho raro. ¿Puede ser un bicho raro alguien nacido bajo el signo del pez?
Dice Linda Goodman:
Si te aconteciera ver a un pez de cajero en un banco, o de presidente, incluso, te encontrarías frente a un ejemplar muy raro. Son muy pocos los que pueden aguantar verse confinados durante largo tiempo en un solo lugar. Tendrás mas suerte si los buscas en una sesión de espiritismo, o visitando una galería de arte, aunque también es posible en un convento o monasterio, lo mismo que si te vas a un concierto o acudes a ver el espectáculo. También podrías probar en una Sociedad de Escritores, darte una vueltita por un teatro, quizás entre bambalinas, cuando acaba la función. Cuanto más creativo y artístico, más ocioso y esotérico sea el ambiente, mas peces encontrarás.
Sea quien fuere el que dijo que no le interesaba ser millonario, sino vivir como si lo fuera, reflejaba con toda exactitud la filosofía del pez. En el corazón típico de Neptuno no hay cabida para la codicia; le caracteriza una falta de intensidad, casi una despreocupación sobre el mañana, acompañada de un conocimiento intuitivo del ayer y una placida tolerancia de hoy. Para los peces, sean reales o humanos, nunca es fácil luchar contra la corriente. Lo mas común y lo que exige menos esfuerzo, es seguirla dondequiera que les lleve. Pero nadar contra la corriente es el desafío que tiene que afrontar el pez, y la única manera que tiene de encontrar alguna vez paz y felicidad auténticas. Seguir el camino fácil es una trampa, un cebo apetecible que les seduce, pero que esconde el peligroso anzuelo: una vida desperdiciada.
Dan la impresión de que flotan en lugar de caminar, como si nadaran a través de la habitación o por la calle. Y a veces realmente es así.
Puede ser que adore el agua helada, que se tome diez tazas de te o de café por día, que se muera por las gaseosas o que suspire por algo mas fuerte. Son muy pocos los neptunianos que pueden tomar un cóctel en una fiesta, y quedarse ahí. Algunos hay, claro; pero son demasiados los que encuentran en el licor una seductora solución para sus problemas, algo que les arrulla gratamente con una falsa sensación de seguridad... pero es un arrullo peligroso. El pez nació con el deseo de ver el mundo a través de cristales de color rosado. Bien conoce él el lado malo de la humanidad, pero prefiere vivir en su propio mundo sereno y acuoso, donde todo es hermoso y todas las acciones nobles. Si la realidad le resulta demasiado terrible de afrontar, es frecuente que huya a refugiarse en rosadas ensoñaciones y ni la mas remota posibilidad de realizarse. Cuando la vida lo lanza a chapotear, con una verdadera panzada, en las aguas estancadas del fracaso y en vez de salir de un salto de ese peligroso fango, se inclina a esconderse tras las ilusiones que le impiden tomar decisiones prácticas.
Los dos peces que nadan en direcciones opuestas, indica que el neptuniano se encuentra desgarrado por la dualidad de sus deseos, pero no es así. Los dos peces en direcciones opuestas simbolizan la opción que se le ofrece al pez: la de nadar hacia arriba, o la de nadar hacia abajo, sin jamás alcanzar sus metas. Debe aprender que de alguna manera debe servir a la humanidad, y evitar las posesiones mundanas. Einstein, uno de los peces que remontaron la corriente, dio forma a todo un mundo nuevo del tiempo relativo. Siempre hay una elección posible, porque jamás falta algún talento excepcional, pero el pez –cuyos ojos ven claramente hacia ambos lados– a veces tiene dificultades para ver hacia adelante. Es habitual que se retraiga, ya sea a las alturas sublimes de una sacrificada vida profesional, o buscando refugio en estimulantes, emociones artificiales y falsa excitación.
El abatimiento, sin embargo, amenaza siempre con invadirles e inundarles de sueños extraños u horripilantes pesadillas que más de una vez son premonitorias.
Cuando hablan de un alma vieja, los astrólogos se refieren a una que ha pasado por muchas vidas y ha retenido la sabiduría de cada una de ellas. Muchas veces se refieren a algún pez, porque una vida en este signo puede tanto la más difícil de las obligaciones que pueda elegir un alma como una ocasión de alcanzar la realización perfecta. En tanto que el carnero representa el nacimiento, el pez representa la muerte y la eternidad. El pez es el duodécimo signo, compuesto de todo lo que ha sucedido antes, y su naturaleza es una mezcla de todos los otros signos, es decir, algo bastante difícil. No es signo cardinal ni fijo. El pez es mutable siempre y, en este aspecto, puro y no diluido. La única y peculiar cualidad que tiene origen en el interior de su propio signo es su extraño poder de salirse de sí mismo y ver el ayer, el hoy y el mañana como una unidad. Debe a otros signos su amor a la música y al arte, lo mismo que el extraordinario desarrollo de sus sentidos y su versatilidad, pero su profunda sabiduría y su compasión le pertenecen solamente a él, que los va entresacando del conocimiento combinado de todas las experiencias humanas. Ahora que entiendes todo esto, ¿sigues maravillándote de que tus amigos peces sean a veces un poquito enigmáticos, por no hablar de las ocasiones en que son simplemente más locos que una cabra?
El humor es una de sus armas secretas. Los peces esconden bajo una sonrisa crispada las lágrimas que no vierten. Son maestros de la sátira. A veces, su humor es cálido e inofensivo, otras es frío y despiadado, pero encubre siempre alguna otra emoción que quiere ocultar; rara vez es espontáneo. Las carcajadas del pez son una máscara, tras la cual se esconde perfectamente.
Su comprensión fluye de el, junto con cualquier ayuda practica que pueda ofrecer. Percibe todos los vicios y todas las virtudes.
Su primer instinto es ayudar. El pez se da cuenta muy pronto de cuan vulnerable es. El mundo aun no está afinado para la longitud de onda, es tan sensible de manera que a veces (no solo para evitar el ridículo, sino también para evitar que cada vez le saquen el último centavo) finge indiferencia.
De gloriosa imaginación, la maravilla de su humor travieso y el sentido neptuniano de la belleza pueden crear la mas delicada –y también la mas eternamente perdurable– obra de prosa o poesía. En realidad, sin sus esfuerzos artísticos y la belleza de sus sentimientos el mundo poco podría hacer; dejaría de girar. Encontrarás con frecuencia peces que han enterrado sus propios sueños para iluminar oscuros rincones de la vida de parientes y amigos, o para hacer don de lágrimas y risas al público, desde un escenario, al precio de los propios anhelos y necesidades. Pero Neptuno es un planeta engañoso, capaz de dar nacimiento a naturalezas que se retuercen y giran en dos direcciones a la vez, deformando la verdad; esta es la influencia que a menudo hace que el pez oculte sus verdaderas emociones.
Con él todo es ilusión, y a ellos mismos se les hace difícil establecer la diferencia. Su naturaleza íntima es tan insondable como los grandes océanos de Neptuno. El pez rebosa de un amor tierno e inagotable por todos los seres vivientes, cuando no se vuelve hacia adentro en forma de autocompasión y de amor de sí mismo.
Suspendido en algún punto entre las silenciosas aguas del mar por debajo y el vasto cielo tachonado de estrellas por encima, tocando apenas alguna vez la tierra por necesidad, vive su vida en una solitaria comprensión de la verdad, difícil de expresar en palabras. Los que quieran ser sus amigos, los que le amen, deben valerse de su imaginación para captar los extraños planos en que se mueven la mente y las emociones. El pez no puede respirar en el aire. Debe vivir en aguas verdes y frescas, a veces fangosas, siempre en movimiento.
Es mas fuerte de lo que cree y mas prudente de lo que sabe, pero Neptuno oculta ese secreto mientras él no lo descubre por sí mismo.

Todo lo dicho supone una contestación a algunas preguntas tácitas: ¿Existen los bichos de diván? ¿Puedo ser yo uno de ellos?
Contesto brevemente, no creo en dicha clasificación. Es cierto que hay gente que pasa más tiempo en relación terapéutica y eso se debe fundamentalmente a una recontratación con el terapeuta por aspectos que quiere revisar y que no incluyó en un primer contrato porque la persona no los veía como dilemáticos o bien los desconocía. De todas maneras quién puede permitírselo intelectual y económicamente es una experiencia muy transformadora.
En cuanto al pez, es tan bicho, como el carnero, la cabra, el cangrejo, el toro, y todos los demás aunque se disfracen de balanza, o de centauro. Todos somos bichos de diván.
Yo vivo la psicología como un absoluto. No es un conocimiento respecto de algo sino que ella misma es soporte de la posibilidad de conocimiento y de nuestro autoconocimiento.
El mayor secreto no es lo que le ocultamos al mundo, sino lo que nos ocultamos a nosotros mismos.
PS: Hay un grupo de teatro que se llama justamente Bicho de Diván ¿los conocés?

lunes, 18 de julio de 2011

LA ENTREVISTA COMO MODALIDAD DE REPORTAJE


Me gusta leer y ver reportajes, muy especialmente una variedad como es la entrevista a un invitado especial. El clima de intimidad, calidez y seguridad que se crea para que el entrevistado pueda sentirse cómodo y de ese modo ser capaz de mostrarnos varias aristas de su personalidad, tenía indefectiblemente que resultarme atractivo por la similitud con mi trabajo en consultoría psicológica.
No escapa a mi comprensión, que mientras la entrevista periodística se hace a un personaje, nosotros tratamos de acercarnos no sólo a la persona, sino también a sus aspectos más íntimos y casi invariablemente desconocidos. No obstante, he podido observar muchos aspectos de la entrevista periodística que pueden ser de gran valor a la hora de entrevistar un consultante.

Veamos primero el significado de la palabra entrevista, originaria del francés: “entrevue” (ingl. interview), en principio se nos presenta como compuesta por dos palabras entre-ver, lo que puede significar ver un objeto imperfectamente, sin distinción clara. Lo que podría ser cierto en nuestro caso, tratándose de una primera aproximación.
Sin embargo, el verbo francés reflexivo s´entrevoir, parece ser más ajustado: “verse lo uno con lo otro” o verse entre sí, es decir, entrevistarse. Ambos tendrán un primer contacto, una primera impresión.
La etimología de la palabra puede permitir ciertas implicancias, algunas filosóficas como “el Ser para el otro” heideggeriano, o sólo la posibilidad de poder verse cuando la imagen es completada con la visión del otro, quizás también, nos está diciendo que más allá de quien sea el entrevistador y el entrevistado, el reconocimiento será hacia ambos lados. Sería muy inocente por parte del consultor pensar que su consultante no habrá hecho su propio registro.

Me surgen otras comparaciones, en principio, mientras la entrevista periodística es un recurso informativo de un proceso de comunicación social, la entrevista psicológica es una técnica fundamental del método clínico que no sólo apunta a obtener información, sino que sus procedimientos particulares, hacen a la práctica misma del método de ayuda. De todas formas, en ambas hay un cuestionario planificado, organizado, coherente, dirigido a incógnitas.
También existe algo de lo periodístico, cuando la persona hace una crónica de los sucesos que lo trajeron hasta allí, con una ilación de argumentos basados en los porqués (de una falsa relación causa-efecto) mientras tendremos que habérnosla con el cómo fue el proceso mental que creó tales circunstancias.

Una pregunta que se me ocurre es: ¿Quién habla primero? En periodismo es claro, el entrevistador no sólo habla, sino que presenta al entrevistado y suele hacer un perfil previo. Pero en psicología a partir de las ortodoxias pareciera que el paciente es el que debe comenzar y guiar. Sin embargo, no tenemos que olvidar, que el silencio puede ser muy amenazador, de modo que ciertas reglas pueden ser matizadas. El consultante tiene que tener la impresión que se encuentra dentro de un diálogo, cuando en realidad es un monólogo provocado.

La entrevista siempre es estructural porque hay un cuestionario planificado, hay información que no puede faltar, aunque se intenta la menor directividad posible, es decir, permitir que la persona se explaye en aquellos temas que le surgen como importantes o dilemáticos, sin olvidar que en ciertas ocasiones de amplitud discursiva puede ser necesario focalizarlo.
El entrevistador tiene que ser audaz, curioso, aunque no inquisitivo. Ante la vaguedad o la ambigüedad deben tentarse a que el consultado arriesgue significados, cuidando que la determinación de uno o algunos en particular, no sea restrictivo para el caléidoscopio de la realidad mental.
A quién se describe a sí mismo no es posible pedirle total coherencia, sólo accede a algunos retazos de su experiencia, algunos episodios fundamentales suelen ser silenciados, a ellos se llega haciendo hincapié en los detalles.

Otra pregunta puede ser ¿Por qué se elije la forma de entrevista? En periodismo se elije la forma de entrevista cuando la información requiere la fuerza testimonial del entrevistado. Mientras que en psicología, el testimonio del entrevistado no sólo nos informa a los profesionales, sino que hace que el consultante tome conciencia de su auto-eficiencia y autocontrol, él es quién más sabe de sí mismo. Y esto que parece una contradicción, no lo es; en la medida que la información sobre su persona es su experiencia interna y a eso podemos arribar preferentemente por su narrativa. Y es a través de la forma, del estilo y del contenido de su narración que podemos ser operativos.

Composición, tema: “Esa Persona”

No es el motivo principal de este escrito hacer una comparación exhaustiva entre la entrevista psicológica y la periodística. Lo que quiero decir, que más allá de las similitudes y diferencias puede haber un punto de confluencia que puede ser operativo cuando queremos hacer una composición holística.
Ahora bien, teniendo en cuenta el espíritu de la época, que llamaría: “el atrevimiento de ser a través del mostrarse.” Los medios usan y abusan de esos retratos de aspectos personales y profesionales de actores, deportistas y modelos. Ahora bien, esa cultura se extiende ampliamente a los particulares, quienes ante la duda de ser o no ser, terminan por mostrar los aspectos más íntimos en sitios de Internet.
Esta es la forma, a la que hoy, nos sentimos habituados, particularmente los jóvenes. Entonces, si como recurso o técnica, nos sirve y es productivo, tenemos que aprovecharlo.
Si en la entrevista psicológica tradicional habitualmente la persona se presentaba a través de sus aspectos más negativos o sólo como un cúmulo de conflictos, lo que obteníamos era un aspecto parcial.
En cambio en un reportaje con modalidad de entrevista, la persona no sólo se presenta con sus aspectos negativos, sino con sus gustos, sus impresiones, su forma de valorar. La persona es más que la sumatoria de las partes y su dimensión humana, hoy, me puede ser presentada con todos los recursos que posee.
Si en el medio de la entrevista, el/la adolescente me quiere demostrar cómo se siente perseguida por su mamá y me muestra los mensajes de texto que le envió en las últimas horas, lo tomo como parte de su narrativa. Lo mismo, si quiere mostrarme las fotos de su celular.
Las carpetas son más personales que clínicas, los datos clínicos mejor los llevo en mi memoria. En sus carpetas, que no son mías, guardamos todo lo que los define. Una copia del mail en que consta la ruptura amorosa que sufrieron, sobre la que lloraron o se pasaron horas para dirimir el sentido de una palabra o de un insulto, dibujos, cuentos, escritos, cartas, canciones, regímenes, recortes, libros, transcripciones de un diario íntimo, fotos, genogramas, que los ubican en un cierto entorno en donde, a veces se pierden por el ensamblaje de las familias. Cualquier cosa que ellos crean importante es aportada y guardada cual reliquia.
También suelo usar el Cuestionario de Proust, que no tiene nada de científico, pero acostumbrados a ver televisión, lo responden con agrado, sintiéndose centro e importantes cuando alguien, en este caso su terapeuta, les pregunta por aquellas cosas que piensan o creen que los define: Un poema, un color, una aversión, una marca.
Quizás se piense que se trata de una actitud ligera ante algo tan científico como la psicología, yo procuro escucharlos activamente, hacerlos intervenir con todos los recursos en este proceso de realizar un retrato biográfico. Tampoco tengo inconvenientes si me piden que intervenga otra persona, si para ellos su comparecencia es importante, lo es también para mí.
No quiero que les falte el calor humano de una voz decidida y firme con quién poder hablar, y contar las cosas ingratas que los aquejan. Tampoco dudo cuando los tengo que confrontar con sus contradicciones.
Y siempre, que la situación lo permita, el humor debe ser infaltable. Existe, en mi opinión, una regla básica que no se debe infringir, el humor no puede ser usado como escape a la ansiedad del terapeuta, luego puede ser usado en situaciones angustiosas como forma des-dramatización de circunstancias.
Un escritor decía:- “Avanzo a ciegas, no hay caminos para ser enseñados, ni aprendidos”. Cada persona es un universo y con cada una de ellas pruebo el puente que me lleva más allá de su frontera. Cada dato los presenta, los expresa, los rebela ante mí, que estoy tratando que se conozcan.
Convencidos que responden a la interpelación directa del mundo, llegan sin saber que la realidad es interna. Nos tendremos que mover en el filo de la correspondencia entre ese mundo y la elección sesgada de su mirada. La desesperación por un futuro incierto cede ante la perspectiva de una mejor lectura.
No escapa a mi entender que muchos vacíos espirituales o religiosos, impronta de la época, obligan a la búsqueda laica de una experiencia trascendente, como tampoco que nuestros servicios profesionales se han transformado en otro objeto de consumo. Dependerá de los profesionales la adecuación a los tiempos que corren, si nosotros no conseguimos esa adaptación no podremos esperar la transformación que se espera de ese proceso.

domingo, 19 de junio de 2011

LA ENTREVISTA PSICOLOGICA


No existe un tipo de entrevista inicial inamovible y concreta, sino que ha de presentarse en función de la propia dinámica del encuentro. Hablo de “la” entrevista inicial aunque depende del caso puede desarrollarse a lo largo de varios encuentros, dependiendo fundamentalmente de las respectivas presentaciones.
Esta supuesta laxitud, no implica que esta relación interpersonal carezca de un propósito y de una cierta estructura que nos permita el abordaje del consultante para poder ayudarlo con sus conflictos.
ANAMNESIS
1-La recepción recomendada
La conducta del terapeuta debe transparentar ciertas actitudes que fomenten la confianza de la persona, de modo que le permita al otro la autoexploración de sus experiencias y vivencias.
El ejercicio del rol profesional no debe ser obstáculo o barrera en la comunicación siendo muy conveniente la conducta auténtica del que recibe. Si el profesional no se encuentra centrado en sí mismo, podrá crear las condiciones adecuadas para aceptar el mundo del Otro tal y como lo vive la otra persona. Fomentar dicha atmósfera generará la apertura necesaria de la dimensión afectivo-emocional.

2-Hacer surgir la información
Se sabe que en una primera entrevista, tienen que surgir las reseñas primordiales como son los datos personales y biográficos.
Es bueno llevar una ficha impresa con los ítems fundamentales: nombre y apellido, edad, dirección, mail, teléfono, estudios, trabajo, derivación, notas, etc. Pero dependerá de las circunstancias particulares (angustia/disponibilidad, temor/relajación, confianza/desconfianza, seguridad/amenaza) para que se anoten los datos o se posterguen para más adelante, conformándome con lo mínimo y necesario para ese momento, dado que quizás sea más importante prestarle una mirada abierta y alentadora al consultante, mientras que para el terapeuta es una invitación a la observación total que completa su ficha psicológica.
a- Oído: La voz y el tono que nos dicen su estado de ánimo, su capacidad de persuasión, preocupación, cansancio, desinterés….
b- Olfato: Higiene, temor, tensión, aceptación o rechazo social.
c- Vista: Además de sus palabras, su cuerpo a través de la postura, los gestos, la configuración espacial nos está diciendo o gritando otras cosas.
d- Sensaciones propioceptivas: Tal como se indica, las sensaciones internas, viscerales que se despiertan son muy importantes a la hora de determinar no sólo lo que genera el consultante en su entorno sino también como indicativo de ciertas patologías: tales como aburrimiento, cansancio, confusión, enojo.
El historial educativo, social, etario, nos marca el nivel de comunicación adecuada para llegar a “esa” persona. El terapeuta debe ser experto en manejar un idioma profesional más dedicado a sus colegas y otros más coloquiales, existenciales o vulgares llegado el caso, para generar el contacto al que está habituado el paciente.

3-Proyecto de vida
La mayoría de los consultantes considerados adultos suelen abarcar las etapas de adolescencia, juventud, madurez, mucho más ocasionalmente tercera edad.
Saber que existe un proyecto de vida, aunque sea sólo un esbozo, puede ser muy indicativo muy alentador, pues habla de una tendencia actualizante que pugna por desarrollarse. Sin embargo, que no pueda manifestarlo en ese momento no significa su inexistencia, más bien un período de desorientación o quizás una distímia. Y sobre todo -en caso de tratar adolescentes- no olvidar que puede estar elaborando algunos de los duelos etários, como así también un signo propio de los tiempos que habitamos.

4-Demanda o Queja
Llamamos así al motivo por el cual la persona consulta, justamente aquello de lo cual se queja o aquello que supuestamente quiere conseguir.
A veces es claro, y la persona manifiesta exactamente lo que cree que no funciona; otras es más confuso, en esos casos podemos preguntar: ¿qué es lo que esperas obtener de este proceso terapéutico? Es bueno anotar la demanda, fundamentalmente por la posibilidad de realización o la búsqueda de un resultado mágico. Siempre es importante: reformular la demanda, en términos que le permitan asumir la responsabilidad sobre su vida.
De todas formas, cada tanto tiempo, una vez establecida la relación y con un conocimiento más profundo de la persona y del caso en sí. Volver a revisar el motivo aludido y su evolución en el tiempo. Generalmente cambia cuando la persona descubre aspectos antes desconocidos.

5-Responsabilidad
Si tuviera que elegir el punto más importante de la entrevista, indudablemente sería este. Desde mi punto de vista, que el/la consultante sepa desde el primer momento que el debe ser responsable no sólo de lo sucedido sino de lo que ha de suceder.
Lejos de la culpa, la respons(h)abilidad, no significa otra cosa que responder con habilidad a los requerimientos de la vida y particularmente hacerse cargo de las consecuencias que las decisiones acarrean.

6- Encuandre
Por último, hay que establecer las reglas a las cuales han de atenerse terapeuta y consultante durante esos encuentros: horarios, cambios de horario, faltas, formas de trabajo, honorarios, etc.

domingo, 12 de junio de 2011

Saltar hacia atrás?



Cuando estudiaba Derecho se decía que la igualdad y el grado de libertad en los seres humanos era una ficción que debía ser salvada con un principio legal como era: "la igualdad de oportunidades" o si se quiere igualdad ante la ley.
El tiempo ha pasado y hoy el sociólogo francés Francois Dubet dice en su libro "Repensar la Justicia Social" que en realidad lo que deviene una ficción es la igualdad de oportunidades. Si bien antes en Francia se consideraba como la desigualdad más grande los pobres y los obreros, hoy se considera que la padecen las mujeres, los inmigrantes y los jóvenes.
El hecho de que vivamos en una sociedad muy individualista, capitalista y liberal, el principio de igualdad de oportunidades se transforma en mayores desigualdades, mayor violencia y escasez solidaria.
Hoy la diferencia no es posicional patrón-obrero, sino altamente discriminatoria con condición, raza o sexo.
Como solución a lo anterior propone una reforma total del sistema educativo, no se trata de que algunos puedan debido a su esfuerzo llegar a educaciones de elite y abandonen las escuelas públicas a riesgo de las mayorías.
Dice que, en Francia, la gente no cree que se pueda mejorar la sociedad, sino sólo el destino de aquellos que lo merecen.
Su conclusión es que "hay que pensar como en el siglo pasado con la tuberculosis. La vencimos con las vacunas pero fundamentalmente con el agua corriente"
La pregunta es si después de tanta agua bajo el puente, efectivamente y no sólo deseosamente podemos pensar como hace un siglo..

lunes, 30 de mayo de 2011


* Gilles Deleuze anuncia el fin de la Sociedad Disciplinaria a ser cubierta por la Sociedad de Control. Aquellos que la imaginaron pensaron cosas tales como el 15 M y su expansión al resto de Europa. El ideal es el hombre en su casa frente a una pantalla desde donde trabaja y consume con su tarjeta de crédito. Los medios colaboran a generar el miedo necesario para que no se quiera salir, salvo lo mínimo y necesario. No se puede tener tanto controladores como miembros de una sociedad, por lo que,si se insiste lo suficiente, si se muestra que el mundo es un caos, en donde salir es una cuestión de vida o muerte, se conseguirá que la gente se autocontrole. Pero tal efecto, se puede conseguir con más efectividad si se empieza en la más tierna infancia . Así como en los comienzos de la psicología fue la Histeria como respuesta a la moral victoriana, hoy es el Ataque de Pánico y el Sindrome Postraumático como respuesta a las amenazas del medio- de los medios.

domingo, 15 de mayo de 2011

Festival de Cannes más allá de la alfombra roja


Lejos, muy lejos del glamour de la moda y la supuesta vida maravillosa de los artistas se desarrolla la temática de este festival n° 64

Aún aquellas que compiten por la Palma de Oro, tampoco reciben muchos aplausos en la sala, por la aridez de los temas

Pedofilia, en el filme austriaco "Michael", abandono del hijo en la belga "Le Gamin au velo", rivalidad entre padre e hijo en la israelí "Footnote", prostitución en la australiana "Sleeping Beauty" y en la francesa "L'Apollonide": el certamen del Festival de Cannes se asemeja a una lista de miserias y dolores humanos.

Los directores belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, ganadores de la Palma de Oro en Cannes en 1999 y 2005, presentaron el domingo en Cannes "Le gamin au vélo" (El niño en bicicleta), el drama de un niño, Cyril, abandonado por su padre.

"Nuestras películas, es cierto, tienen una mirada crítica sobre la sociedad actual, sobre la vida social de hoy, sobre los interrogantes que nos planteamos: quiénes somos, adónde vamos. También reflejamos las crisis de las relaciones sociales, las crisis de la familia", destacó Jean-Pierre Dardenne.

En este paisaje bastante desolador, surgió el domingo una nota de alegría y frescor, con la película "The Artist", del realizador francés Michel Hazanavicius, que compite por la Palma de Oro y que fue recibida con alborozo en la sala. El filme mudo y en blanco y negro, trata de dos estrellas de cine de los años '20 en Hollywood, cuando irrumpe el sonido.

Hazanavicius, que rodó su filme en Hollywood, juega con los códigos de ese formato para crear una melodrama donde la imagen, la música y la emoción, ocupan el lugar principal.

Esta cinta inteligente, llena de humor e impregnada de un sentimiento de solidaridad, ha sido la más aplaudida de las exhibidas hasta ahora en el certamen de cine, que arrancó el pasado jueves y concluye el 22 de mayo.

Interrogado acerca de qué lo llevo a hacer una película muda, y en blanco y negro, en la era de películas con millonarios efectos especiales y tercera dimensión, el realizador explicó que "tenía ganas de hacer un cine puramente visual". "Quería hacer una película que hiciera disfrutar al público", dijo el cineasta.

Por más primavera boreal, una golondrina no hace el verano y este cine crítico, hiperrealista poco hace disfrutar y soñar a su público

jueves, 5 de mayo de 2011

Con clase se nace




Con clase se nace. Hace muchos años se encontraba como invitado a la mesa de Mirta Legrand, José Luis de Vilallonga, marqués de Castellvell y Grande de España. Esto significa que puede colocar su escudo de familia bajo el Manto Púrpura. Periodista, escritor, criador de caballos. Para hacer más interesante la charla -como es lógico- Mirta, sabedora de su amistad personal, intentó en que contara anécdotas, supuestamente pícaras del rey Don Juan Carlos de Borbón. Lo primero que contestó fue que nadie podía atribuirse la amistad del monarca. Luego Mirta insistió a que cediera en su negativa, diciendo:- pero si es vox populi... A lo que el agregó con la galanura y cinismo que lo caracterizaba:- Sra. le recuerdo que yo no soy populi.
Si bien no dejo de caer en la tentación de escribir un libro sobre el rey, fueron conversaciones autorizadas, reflejos históricos y no chismes faranduleros.
Publicado en la versión virtual del Diario La Nación del 5 de mayo de 2011, anexado a nota sobre Beatriz de Moura, editora Tousquet

martes, 3 de mayo de 2011

A la muerte de Ben Laden


* Dicen que los que comen sapos, vomitan dragones. Las dudas, las indignaciones presuntamente reivindicativas de diferentes ideologías, hacen que no podamos leer las "reales o verdaderas" circunstancias que estamos viviendo.La tecnología y los medios nos hacen creer que estamos informados. Pero más allá de cualquier técnica de desinformación que nos apliquen, la mayor ceguera nos la producimos nosotros mismos con nuestras tomas de posiciones sólo por coincidencia con una determinada ideología. Cada uno ve el árbol que quiere, pero perdemos el bosque. Históricamente estamos en el SXXI, pero aún seguimos luchando las cruzadas. Decir que esta batalla concluyó la guerra, es igual a decir que muerto el perro se acabó la rabia. Cada acto violento de un lado o del otro, nos aleja del camino que se supone debería recorrer la humanidad. Mi fuero más íntimo rechaza la violencia, pero no puedo dejar de reconocer que vivimos en un mundo en guerra.
La nación 3 de mayo de 2011

sábado, 30 de abril de 2011

Al maestro con cariño



Qué hace que una persona se convierta en escritor@? La publicación de sus escritos? el reconocimiento del público? de sus pares? o simplemente se es escritor cuando el Yo aspira a comunicarse con otro, con una conciencia igual a la suya y de esa manera espera escapar de la soledad o la locura?
Me gusta escribir, soy escritora por vocación, y no por oficio,y mucho menos por arte.
Conocí a Sabato a través de sus escritos, tendría 12-13 años. Leí sus novelas y amé sus ensayos.
Tengo en este momento entre mis manos, HETERODOXIA,con sus hojas amarillentas y mis trazos jóvenes que marcaban mi entusiasmo ante las frases que le celebraba, ya fuera por descubrirme un mundo de sabiduría o por decirlo bellamente.
Conocí a Sábato en la SADE (Sociedad Argentina de Escritores), con motivo de la invitación de un profesor argentino que enseñaba en La Sorbona. En dicha oportunidad pude conversar brevemente con él. A diferencia de otras personalidades, tengo que reconocer su accesibilidad, su afecto, su humildad. Creo que su vida fue la síntesis de su filosofía existencial, quizás por eso fue acusado muchas veces de ser un escritor de amarguras.
Dentro de una sociedad que todo lo polariza, le tocó ser uno de esos polos: Borges o Sábato. En los 60/70 se era fan de uno o de otro. Disímiles en sus cosmovisiones, en sus escritos y en sus posturas políticas. De ese enfrentamiento cultural y periodístico surgió el sentirme infiel con Sábato cuando amaba también a Borges.
Pero mi base fue sabatiana, dark, existencialista, idealista. Fue quien me impulsó a la búsqueda, a la pregunta, a los hombres, a sus dudas, a la humanidad. Y hoy, sigo amando a ese ser oscuro, difícil, contradictorio que es el ser humano y en quién a pesar de todo, pongo las esperanzas. Eso, creo, lo aprendí de él como maestro.
Hoy se fué, como se van yendo todos los grandes que desarrollaron su arte contemporáneamente con mi transitar
Borges, Astor Piazzola, La negra Sosa y tanos más...
Lo siento mucho maestro, lo voy a extrañar...me quedan sus libros y mi juventud que añorar

In memorian


In memoriam
de Alicia Bibiana Berini, el Martes, 19 de abril de 2011 a las 13:08

´

À la memoire de mon vieux et chèr ami Francoise Jocelyn Regis Maret.

À toi qui avais le rêve de revenir en France et mourir à la Provence et les Alpes Maritimes

Aujourd`hui je suis venue et je m´en souviens de toi

Dans l´ancien Hôtel Belle Rives, qui toi sûrement aurais amais, il y a une note qui dit:



"With our being back in a nice villa on my beloved Riviera (between Cannes and Nice) I´m happier than I`ve been for years.

It`s one of those strange precious and alll tooo transitory momentes when everything in one`s life seems to be going well"

Francis Scott Fitzgerald

March 15, 1926

Juan-les-Pins

martes, 15 de marzo de 2011

EL TIEMPO VUELA, LA MARIPOSA TAMBIÉN









TEMPUS FUGIT es una frase latina que suele leerse en algunos relojes de péndulo. Y nada tan inquietante como un péndulo que marca el tiempo como un palpitar.
Vivo con la sensación de que el tiempo se me escurre cada día más y estoy segura que a la mayoría también le sucede.
Para poder disfrutar mi tiempo, corro y escapo de todo "cronofago" que se me presente y sin embargo...el día se fué. Y lo que el refrán latino completo nos quiere decir es que el tiempo que se escapa se pierde irremediablemente.
Como trato de aprender, o mejor dicho de desaprender el "slogan" "time is money" y que lo es !, en su más crudo sentido, para reemplazarlo por un simple fluir de pura conciencia. Algunos lo llaman sazen, otros meditar, otros contemplar, y otros simplemente, no hacer nada. Pues bien, en ese transitar, es imposible pasar la cuestión del tiempo en forma desapercibida. Se trata de una noción fundamental. Es la vida misma. Somos tiempo.
Muchos filósofos han abordado el tema, pero ninguno pudo explicarme la sensación de aceleración que fue teniendo. Se lo adjudiqué al avance de la edad, pero no fue causa suficiente.
Y claro, como el que busca siempre encuentra,un día alguien, me habló de la "Resonancia Schumann" más precisamente en que el tiempo parece haberse acelerado de alguna manera y el día parece quedarse corto respecto a años anteriores.

Schumann era el profesor que descubrió el fenómeno cuando trabajaba con sus estudiantes en el cálculo de potenciales en sistemas esfero-simétricos. En sus consideraciones estaban incluidos los valores magnéticos de la Tierra y de la Ionosfera. Lejos de los tecnicismos que rodean esta ecuación, diremos que se trata de una longitud de onda Tierra-aire-ionosfera que al momento del cálculo correspondía a 7.8 ciclos que, sorpresivamente, corresponde a la misma frecuencia del hipotálamo del ser humano y además al resto de los mamíferos.

Posteriores experimentos corroboraron las sospechas iniciales de que la Resonancia Schumann actúa como una especie de marcapasos que señala el pulso de la Tierra y de los seres vivientes con precisión. Las conclusiones llegaron cuando se vio el comportamiento de los primeros astronautas que trabajaban en ambientes carentes de esta sincronía. Lo mismo se observó en voluntarios que ingresaron a un bunker por varios días, aislados de la Resonancia Schumann.

En todos los casos se produjeron síntomas similares como fuertes dolores de cabeza, náuseas, vómitos y desorientación general que remitieron cuando el entorno de las ondas Schumann fue restablecido a través de un resonador. Hay que precisar que el valor de 7.8 Hz se mantuvo hasta 1980, fecha en la cual la Resonancia Schumann empezó a subir y hoy se encuentra alrededor de los 12 Hz. Al parecer esto genera la percepción de tiempo acelerado pues un día ahora “dura” apenas o el equivalente a unas 16 horas y no 24 como hace años.
El problema de esta explicación es que, si bien es muy convincente en su lógica aparente, se basa en datos que la mayoría no puede comprobar. Además de que el tema suele ser usado con pretensiones esotéricas o apocalípticas.
Motivo por el cual, quedó archivado en mi memoria y sólo era rescatado cuando alguien como yo, se planteaba las mismas preguntas y llegaba a las mismas conclusiones: el día se terminó, no pude acabar la tarea que me propuse, y todo se me apila en una larga lista del deber o querer hacer.
Pero ahora es distinto, me refiero desde el terremoto de Chile y muy especialmente con el Tsunami de Japón.
En ambas ocasiones, se habló de la modificación del eje terrestre, en un caso en 7° y en el último en 10°, lo que implica algun cambio en los polos magnéticos.Como consecuencia de esto algún científico o técnico entrevistado habló de la modificación de la percepción del tiempo.
Es posible que los periodistas que deben llenar "espacio o tiempo" televisivo no hayan podido ver las implicancias del tema. No escuché a nadie que preguntara por esos minutos, segundos o nano-segundos que se han perdido.
Pero, ¿¡qué digo!? en medio de un desastre nuclear, ¿a quién le puede importar?
Hoy parece más importante, y también dentro de la teoría del caos: "el efecto mariposa". Su nombre proviene de las frases: "el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo" o "El simple aleteo de una mariposa en Japón puede cambiar el mundo".

Libros que inspiran este blog

  • Actos de significado. Jerome Bruner
  • Actos del lenguaje. Rafel Echeverría
  • Coaching. El arte de soplar brasas. Leonardo Wolk
  • Coaching. El arte de soplar las brasas en acción. Leonardo Wolk
  • Cultura escrita y oralidad. David R. Olson y otros (comp)
  • El buho de Minerva. Rafael Echeverría
  • El orden del discurso. Michel Foucault
  • El sí-mismo en proceso. Vittorio Guidano
  • El tao de la física. Fritjof Capra
  • El yo saturado. Kenneth J. Gergen
  • Estudios y diálogos sobre la identidad personal. Giampiero Arciero
  • Fuentes del Yo. Charles Taylor
  • Heidegger y la cuestión del Tiempo. Francoise Dastur
  • Hermenéutica del sujeto. Michel Foucault
  • Historia y Narratividad. Paul Ricoeur
  • La construcción social de la realidad. Berger y Luckmann
  • La educación puerta de la cultura. Jerome Bruner
  • La mente narrativa. Juan Balbi
  • la quinta disciplina en la práctica. Peter Senge y otros
  • La quinta disciplina. Peter Senge y otros
  • La terapia como construccion social. Seila McNamee y otro
  • Los anormales. Michel Foulcault
  • Narrativas contadas, Narraciones vividas. Ricardo Ramos
  • Ontología del lenguaje. Rafael Echeverría
  • Pasos para una ecología de la mente. Gregory Bateson
  • Por la senda del pensar ontológico. Rafael Echeverría
  • Realidad mental y Mundos posibles. Jerome Bruner
  • Realidades conversacionales. John Shotter
  • Signo: Humberto Eco
  • Soñar la realidad. Lynn Segal
  • Teoría de la comunicación humana. Watzlawick y otros
  • Wittgenstein: Mundo y Lenguaje. Prades Celma y otro