
Lejos, muy lejos del glamour de la moda y la supuesta vida maravillosa de los artistas se desarrolla la temática de este festival n° 64
Aún aquellas que compiten por la Palma de Oro, tampoco reciben muchos aplausos en la sala, por la aridez de los temas
Pedofilia, en el filme austriaco "Michael", abandono del hijo en la belga "Le Gamin au velo", rivalidad entre padre e hijo en la israelí "Footnote", prostitución en la australiana "Sleeping Beauty" y en la francesa "L'Apollonide": el certamen del Festival de Cannes se asemeja a una lista de miserias y dolores humanos.
Los directores belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, ganadores de la Palma de Oro en Cannes en 1999 y 2005, presentaron el domingo en Cannes "Le gamin au vélo" (El niño en bicicleta), el drama de un niño, Cyril, abandonado por su padre.
"Nuestras películas, es cierto, tienen una mirada crítica sobre la sociedad actual, sobre la vida social de hoy, sobre los interrogantes que nos planteamos: quiénes somos, adónde vamos. También reflejamos las crisis de las relaciones sociales, las crisis de la familia", destacó Jean-Pierre Dardenne.
En este paisaje bastante desolador, surgió el domingo una nota de alegría y frescor, con la película "The Artist", del realizador francés Michel Hazanavicius, que compite por la Palma de Oro y que fue recibida con alborozo en la sala. El filme mudo y en blanco y negro, trata de dos estrellas de cine de los años '20 en Hollywood, cuando irrumpe el sonido.
Hazanavicius, que rodó su filme en Hollywood, juega con los códigos de ese formato para crear una melodrama donde la imagen, la música y la emoción, ocupan el lugar principal.
Esta cinta inteligente, llena de humor e impregnada de un sentimiento de solidaridad, ha sido la más aplaudida de las exhibidas hasta ahora en el certamen de cine, que arrancó el pasado jueves y concluye el 22 de mayo.
Interrogado acerca de qué lo llevo a hacer una película muda, y en blanco y negro, en la era de películas con millonarios efectos especiales y tercera dimensión, el realizador explicó que "tenía ganas de hacer un cine puramente visual". "Quería hacer una película que hiciera disfrutar al público", dijo el cineasta.
Por más primavera boreal, una golondrina no hace el verano y este cine crítico, hiperrealista poco hace disfrutar y soñar a su público
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