

Cuando estudiaba Derecho se decía que la igualdad y el grado de libertad en los seres humanos era una ficción que debía ser salvada con un principio legal como era: "la igualdad de oportunidades" o si se quiere igualdad ante la ley.
El tiempo ha pasado y hoy el sociólogo francés Francois Dubet dice en su libro "Repensar la Justicia Social" que en realidad lo que deviene una ficción es la igualdad de oportunidades. Si bien antes en Francia se consideraba como la desigualdad más grande los pobres y los obreros, hoy se considera que la padecen las mujeres, los inmigrantes y los jóvenes.
El hecho de que vivamos en una sociedad muy individualista, capitalista y liberal, el principio de igualdad de oportunidades se transforma en mayores desigualdades, mayor violencia y escasez solidaria.
Hoy la diferencia no es posicional patrón-obrero, sino altamente discriminatoria con condición, raza o sexo.
Como solución a lo anterior propone una reforma total del sistema educativo, no se trata de que algunos puedan debido a su esfuerzo llegar a educaciones de elite y abandonen las escuelas públicas a riesgo de las mayorías.
Dice que, en Francia, la gente no cree que se pueda mejorar la sociedad, sino sólo el destino de aquellos que lo merecen.
Su conclusión es que "hay que pensar como en el siglo pasado con la tuberculosis. La vencimos con las vacunas pero fundamentalmente con el agua corriente"
La pregunta es si después de tanta agua bajo el puente, efectivamente y no sólo deseosamente podemos pensar como hace un siglo..
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