
Mi tarea está terminada hace varios días y mi pensamiento se ocupa de otras cosas. La primavera que llega y mi otoño que se instala hacen que necesite todo el tiempo para estar reajustando ideas, conductas y emociones.
Por primera vez me he visto filmada y obviamente no me reconozco. Se me ocurre que verse filmado podría ser una práctica habitual, claro que no en situación de conocimiento, de modo que la cámara filmase actos y actitudes espontáneos que a uno le permitieran evaluarse . Ciertos gestos, mohínes, enojos, arranques, pasarían a entran en el campo del absurdo, cuando no en la ridiculez.
Por ejemplo; el señor maduro que actúa como galán y se lo cree; la señorita que se comporta como un tavernero, o una amazona y luego no sabe porqué le tienen miedo los hombres; el joven que se tatuó las imágenes más espantosas y quiere ser tratado como un niño de escasos 35 añitos; la señora mayor que no se ha dado cuenta que el tiempo pasó y ya ha nadie le interesa satisfacer sus caprichos de prima donna. Imagino que así podríamos aprender a vernos con los mismos ojos con que nos ven los otros y entonces dejar de ser tan condescendientes con nosotros mismos y reajustar nuestra conducta a la imagen y viceversa para crear un mundo con cierta coherencia y después no sentirnos tan frustrados.
Me he tomado unos días, ya no puedo levantarme a las 5 ó 6 de la mañana, trabajar, ir al congreso y acostarme después de la cena-apertura/cena de gala/ cena-baile y al día siguiente volver. Se lo dejo a las nuevas generaciones...
De ninguna manera pensaba hacer ningún tipo de presentación, pero el formato requerido era un desafío, me obligaba a la síntesis en un tema complejo. Y dije:- Quiero!
Pero ya tengo preparado mi talismán, y es una frase de Krishnamurti: "El verdadero aprendizaje comienza cuando desaparece el espíritu competitivo" . Y está claro que a esta vida he venido a aprender...
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