jueves, 26 de febrero de 2009

EL PROCESO Y EL INSTANTE

La vida se da como un proceso de estructuración, reestructuración y cambio. Así mismo, la identidad se da como una sucesión de constantes transformaciones. Para explicarlo en lo coloquial, se cambia la frase: "yo soy" por "estoy siendo" que incluiría la circunstancia histórica de cada momento en el devenir del ser.
Esta estructura no fija hace que una serie de "momentos" se impongan para comprender los factores que influyen en el cambio.
El proceso parece simbolizarse con una espiral ininterrumpida de percepciones e introcepciones que están sujetas a actualizaciones de sentido constantes.
Al parecer un sinfín de eslabones casi indiferenciados al sólo efecto de un mismo proceso: el yo.
Entonces, los instantes siguen estando allí sin ocupar más que el espcio de un simple fotograma de una antigua película.
Sin embargo, el análisis de la propia experiencia permite diferenciar, discriminar el valor del instante.
Digamos que en un curso normal, las modificaciones son imperceptibles, casi cuánticas, se dan de instante en instante y la persona las va aceptando como si no hubiera modificación pero sabiendo que ese cambio es irrenunciable como la sucesión entrópica que va desde el nacimiento, a la maduración y a la muerte. Es decir: la evolución como el proceso mismo.
En contraposición y paralelamente, hay cambios que pertenecen y se dan dentro del proceso mismo, pero a diferencia de lo antes mencionado; el instante deja su relatividad y cobra entidad de absoluto.
El instante mismo parece condensar todo un proceso para modificar la entidad.
Situación que puede resumirse así: A la evolución normal se le suma una revolución, una vuelta más -si se quiere- que modifica el resultado.
Entonces, en y por ese mismo instante, lo que venía siendo, no es más. Eso será el cambio de sentido: la reestructuración que provocará el cambio o resolución.
Ahora vayamos a esta última palabra: resolución que habla de decisión, determinación y coraje. Por contener, en sí misma, la palabra solución, evoca en nosotros un alivio. Hace pensar en una tensión conflictiva y luego la visualización de una salida. Y sólo en un segundo paso podemos distinguir que las soluciones pueden ser positivas o negativas.
Y si a esa resolución la llamamos "cambio" la situación se complica. El cambio se lo asocia a renovación, se lo venera, se lo idolatra como si se tratase de una meta triunfal.
Cuando las cosas van mal, todos parecemos desear un cambio. Y si no podemos cambiar las circunstancias o las condiciones de vida; dado que todo es subjetividad, nosotros mismos pasamos a ser objeto de cambio.
Pero cuando llega el momento, la alteración de la identidad tan ansiada empieza a atemorizar. Entonces el cambio es percibido -aunque generalmente negado y casi siempre actuado- como una amenaza.
Lo cierto es que las personas empezamos a intuir que no se pueden preveer todos los resultados. El cambio no tiene garantías. Siempre el salto es al vacio, hacia la nada que es lo desconocido. El temor de equivocarnos, de perdernos, de que no haya marcha atrás nos enfrenta a la incertidumbre, que es lo califica la vida del hombre como existencia, condenado a tomar decisiones en la más completa ignorancia a pesar de sus conocimientos.

No hay comentarios:

Libros que inspiran este blog

  • Actos de significado. Jerome Bruner
  • Actos del lenguaje. Rafel Echeverría
  • Coaching. El arte de soplar brasas. Leonardo Wolk
  • Coaching. El arte de soplar las brasas en acción. Leonardo Wolk
  • Cultura escrita y oralidad. David R. Olson y otros (comp)
  • El buho de Minerva. Rafael Echeverría
  • El orden del discurso. Michel Foucault
  • El sí-mismo en proceso. Vittorio Guidano
  • El tao de la física. Fritjof Capra
  • El yo saturado. Kenneth J. Gergen
  • Estudios y diálogos sobre la identidad personal. Giampiero Arciero
  • Fuentes del Yo. Charles Taylor
  • Heidegger y la cuestión del Tiempo. Francoise Dastur
  • Hermenéutica del sujeto. Michel Foucault
  • Historia y Narratividad. Paul Ricoeur
  • La construcción social de la realidad. Berger y Luckmann
  • La educación puerta de la cultura. Jerome Bruner
  • La mente narrativa. Juan Balbi
  • la quinta disciplina en la práctica. Peter Senge y otros
  • La quinta disciplina. Peter Senge y otros
  • La terapia como construccion social. Seila McNamee y otro
  • Los anormales. Michel Foulcault
  • Narrativas contadas, Narraciones vividas. Ricardo Ramos
  • Ontología del lenguaje. Rafael Echeverría
  • Pasos para una ecología de la mente. Gregory Bateson
  • Por la senda del pensar ontológico. Rafael Echeverría
  • Realidad mental y Mundos posibles. Jerome Bruner
  • Realidades conversacionales. John Shotter
  • Signo: Humberto Eco
  • Soñar la realidad. Lynn Segal
  • Teoría de la comunicación humana. Watzlawick y otros
  • Wittgenstein: Mundo y Lenguaje. Prades Celma y otro